Una madre extraordinaria
Hechos 19:13-20
Introducción
Robbie Mannheim había llevado la vida típica de un adolescente hasta el día en que murió su tía Harriet. Trató de ponerse en contacto con ella utilizando la tabla Ouija con la que él y su tía habían pasado muchas horas intentando comunicarse con el más allá. En la casa pronto se empezaron a oír ruidos extraños. El terror aumentó cuando el chico adoptó una actitud demoníaca, blasfemando y cubriéndose de cortes todo el cuerpo. Los padres consultaron con un médico y un psiquiatra, pero ambos encontraron a Robbie sano física y mentalmente. Desesperados, se convencieron de que su hijo estaba poseído por el demonio. El mismo parecer manifestó un sacerdote que intentó exorcizar al chico. Apenas entonó las palabras “líbranos del diablo”, el muchacho liberó una de las manos de sus ataduras y empezó a golpear al sacerdote con un resorte que había arrancado de la cama. Al sacerdote hubo que ponerle más de cien puntos de sutura en el brazo. Ésta es sólo una parte de los sufrimientos padecidos por un muchacho que vivía en Mount Rainier, un suburbio de Washington, de enero a abril de 1949, . El suceso dejó de ser secreto e inspiro a William Peter Blatty para su novela El exorcista. Estos días que estamos viviendo se prestan para que temas y eventos así estos se den con mucha facilidad. Muchas personas se sienten fascinados y atraídos por este tipo de experiencias que ávidos buscan el como saber más y hasta involucrarse. Sin embargo el estar involucrado en actividades abiertamente demoníacas no resultan tan divertido como algunos piensan, sino que resulta peligroso, y más cuando no se tiene la cobertura espiritual de Jesucristo. El tema de los demonios siempre atraer la atención de las personas; esto hace que se conviertan en presas del Satanás y sus huestes espirituales de maldad. Como enfrentar de manera abierta a Satanás no resulta en cosa sencilla, hoy descubramos juntos lo que le ocurrió a unos judíos que intentaron luchar contra el diablo y salieron mal librados.
I. Existen Falsos exorcistas (v.13) “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes…”
El apóstol Pablo se encontraba en Efeso en un viaje misionero y Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo, era tal el poder de Dios en la vida de Pablo que las enfermedades era sanadas con tan solo tocar los paños o delantales de los enfermos; además los espíritus malignos eran lanzados fuera de los oprimidos (v.12) Podemos notar claramente como el apóstol Pablo tenía el don de la sanidad y lo ejercía poderosamente para reafirmar las Palabras del Señor en los lugares en donde predicaba el evangelio de Jesucristo. Pero además podemos notar que Pablo también se enfrento a situaciones en las que Satanás y sus demonios poseían a personas y las hacían sufrir. Esto no ha cambiado, aunque muchos creen que la actividad demoníaca en los tiempos bíblicos era mayor que en nuestros días. Hoy en día también Satanás trabaja arduamente pues su fin se acerca a pasos agigantados. Y la posesión de personas que le abren las puertas de sus vidas y le dan derecho, también existe en nuestros días. Es difícil el poder identificarlas a simple vista; pues pueden ser confundidas con enfermedades mentales o daños en el Sistema Nervioso. Pero así como vemos a Pablo ejercer este ministerio, también vemos que otros, atraídos por la aventura se involucran en algo para lo cual no están preparados. La Biblia dice: “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes…” (v.13) Aquí podemos ver que eran judíos, más adelante se nos dan más datos “Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes…” (v.14) Como vemos eran siete personas que pertenecían a los judíos; pero además que eran parte de los sacerdotes judíos; eso nos hablan que no eran cualquier personas, sino personas preparadas intelectualmente; pero además se esperaba que “espiritualmente”. Pero además la Palabra nos dice otras dos características importantes, en primer lugar que eran “exorcistas” ¿Que significa esta palabra que muchas veces oímos? Según el diccionario nos dice que exorcismo significa “Conjuro ordenado por la iglesia católica en contra de demonio” por lo tanto exorcista significa “ Aquel que bajo autorización de la iglesia ejerce tal conjuro contra Satanás”. Debemos entender claramente esto; pues existe una abismal diferencia entre lo que Pablo hacía y lo que estos judíos exorcistas hacían; en primer lugar Pablo actuaba bajo el poder y la autoridad de Jesús (v.11); estos judíos hijos de Esceva creían que lo que Pablo hacía era repetir un conjuro que hacía que los demonios huyeran de la persona poseída; pues en el v. 13 dice: “…intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos…” pensaban que solo consistían en repetir unas “palabras mágicas” y tendrían en mismo efecto. No había efecto alguno, pues aunque repetían o usaban el nombre del Señor Jesús; ellos (los hijos de Esceva) no eran hijos de Dios; sino hombres religiosos que buscaba reconocimiento. Hoy en día esto no ha cambiado; pues existen muchas personas que dicen poder expulsar demonios de aquellas personas que los tienen. Brujos, adivinos, mediums, sacerdotes, etc afirman que hacen labor exorcistas, he aquí un ejemplo: El padre Gabriele Amorth es uno de los pocos exorcistas dispuestos a hablar de su actividad. Vive en Roma y asegura haber realizado 50.000 exorcismos, pero cree que sólo 84 de los casos fueron auténticas posesiones demoníacas. Este reconocido hombre, dice haber realizado esta enorme cantidad de exorcismos; pero que solo un mínima, muy mínima parte eran auténticos. Los efectos de ejercer este ministerio no son solamente el pasar por charlatanes, sino que resulta peligroso; como vimos al principio durante el exorcismo de Robie, el exorcista resulta duramente herido. Otro efecto es que se pueden crear confusiones que trae consecuencias fatales. El canónigo Dominic Walker, de Brighton, coordinador del Christian Exorcism Study Group, piensa que en ocasiones puede ser el mismo sacerdote quien transmite la idea de la posesión a aquellos que acuden a él. Un caso así le ocurrió a Michael Taylor, en Ossett, Yorkshire. El 6 de octubre de 1974, Taylor a sesinó a su mujer arrancándole la cabeza con las manos desnudas. Taylor, un hombre felizmente casado, regresaba de sufrir un exorcismo que duró toda la noche. El sacerdote, padre Peter Vincent, había realizado el exorcismo, con la ayuda de un pastor metodista. Exorcizaron a Taylor y según ellos le habían expulsando de su cuerpo a 40 demonios, pero se dejaron uno, el asesino que no resulta ser tal sino un enorme prejuicio creado por sus exorcistas. A los hijos de Esceva no le fue muy bien tampoco; pues vemos que el espíritu maligno que habita en esa persona les respondió y “…saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos” (v. 16) Eran siete contra uno; pero debemos saber o recordar que una de las características de una posesión demoníaca en una fuerza extraordinaria. Los hijos de Esceva eran exorcistas y además ambulantes; eran vagabundos, ociosos que solo buscaban involucrarse en aquello que les trajera emoción y de verdad que la encontraron. Como veremos más adelante no cualquiera que diga que puede expulsar a Satanás y sus demonios puede hacerlo, no importa que sea nombrado por altos jerarcas religiosos; Solo existe una manera y eso los veremos en el siguiente punto.
II. Satanás y los demonios pueden identificarnos (v.15) “… A Jesús conozco, y sé quien es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?”
Hace algún tiempo en una revista cristiana ví un editorial que se titulaba asi: “¿Conocidos en el Infierno?, y el hermano que lo escribe dice: Asi como nuestro nombre es escrito en el libro de la vida, cuando reconocemos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador; así mismo somos inscritos en la lista negra de Satanás. Esta es una verdad innegable. Cuando andamos por el mundo sin Cristo, no existe problema con el maligno; pues sin querer hacemos su voluntad y hasta aplaudimos sus ocurrencias; pero cuando la luz de Cristo llega a nosotros, entonces pasamos al bando contrario. En esto no hay medias tintas o se esta con Dios o se esta con Satanás. Podemos hacer frente al diablo y sus secuaces cuando estamos tomados fuertemente de las manos de Dios. Los demonios saben identificar a aquellos que representan un peligro para ellos y su reino. Cuando los Hijos de Esceva intentan expulsar al espíritu maligno, lo quisieron hacer invocando el nombre de Jesús, como lo hacía Pablo (v.13); pero la respuesta no enseña que no es así, pues el demonio les respondió “…A Jesús conozco…” (v. 15) Satanás sabe quien es Jesucristo y lo que puede hacer, y eso lo saben todos los aliados del diablo “ Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quien eres, el Santo de Dios” (Mr. 1: 23, 24), ellos saben quien es Cristo. “…También los demonios creen…” (Stg. 2: 19) Además de conocer a Jesús, los demonios, dice: “…y sé quien es Pablo…” (v. 15) aquí podemos ver comprobado lo que decíamos al principio de este punto; ellos saben quienes somos los hijos de Dios y saben que también representamos un peligro; pues vamos revestidos del poder de Cristo para vencer sus tinieblas y liberar a las personas (Ef. 6: 10-20) y por último dice: “…pero vosotros, ¿Quiénes sois?” (v.15) Los demonios no reconocen poder en aquellos que no son de Jesucristo; ellos podían tener toda la sabiduría en sus mentes y pertenecer a las más altas castas religiosas; pero sin Cristo ante el diablo nada son; solo engañadores y vergüenza de si mismos. Cuando veamos y sepamos de casos de expulsión de demonios hecha por personas no cristianas, son solo un teatro montado por el diablo para confusión y opresión. Hace algunos años se hizo famoso un relato conocido como “cañitas” y ahí se hablaba de entidades demoníacas muy fuertes y del fracaso de varios exorcistas experimentados; el fracaso consistió en que iban sin el poder de Dios, que es Jesús. Solo a sus hijos les dio potestad de expulsar al diablo y sus huestes de maldad “Y estas señales seguirán a lo que creen: “En mi nombre echarán fuera demonios…” (Mr. 16: 17). Pero esto hay que hacerlo dirigido por el Señor y a cuentas con Él, revestidos de su poder como lo dice Pablo en Efesios 6: 10-20.
III. La Expulsaron de demonios debe glorificar a Cristo (v.17) “…y era magnificado el nombre del Señor Jesús”
Anteriormente decíamos que estos siete hijos de Esceva eran vagabundos en búsqueda de fama y reconocimiento; y muchos que se involucran en esto buscan lo mismo, la gloria a sus nombre y sus hechos. Pablo sin embargo hacía señales y milagros extraordinarios para glorificar a Dios. Y el expulsar demonios de personas poseídas no debe ser una oportunidad para que brillemos, sino para que seamos temerosos de Dios como aquellos que presenciaron esto “…y tuvieron temor todos ellos…” (v.17); el principio de ser sabio en esta vida es temer a Dios (Proverbios 1:7), no podemos andar por la vida sin considerar que existe un Dios fuerte, santo y poderoso por sobre todo y todos (incluyendo Satanás); pero además el nombre de Jesús debe ser magnificado “…y era magnificado el nombre del Señor Jesús” (v.17) este es uno de los objetivos de cualquier ministerio y el de expulsión de demonios no debe ser excepción; pues el resultado además de la tan anhelada libertad, es que se hable de Jesús en forma grande y por siempre, dándoles gracias y sirviéndole. Además debe servir de testimonio para que la gente se llegue a Él: “Así mismo muchos de los habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos…” (v.18) Parece difícil pensar que aquellos que andan en la oscuridad como brujos, adivinos y demás puedan ser parte del reino del Señor; pero cuando cumplimos con nuestra labor podremos ver hechos como estos en nuestra vida, glorificando a Cristo. Por último vemos que esto de echar fuera a Satanás de la vida de las personas redunda en que: “…crecía y prevalecía poderosamente la Palabra del Señor” (v.20) El deseo del corazón de Dios es que todos, absolutamente todos sean tocados por sus buenas noticias de salvación y si ha de ser necesario expulsar demonios, así se hará pues la Palabra se extenderá y permanecerá en todos.
Desafío
El lunes de Pascua de 1949, tras 24 noches, Robbie se curó. Abrió los ojos y dijo: “Se ha ido”. Robbie fue localizado muchos años después -un cincuentón, casado y con hijos y dijo: fui “la víctima inocente de un horror… de un suceso extraordinario e inexplicable… Ha ciencia cierta no sabemos fue lo vivió esta persona y tampoco como fue curada; lo cierto es que la actividad de Satanás es tan activa hoy como antes y que existen personas que sufren esta terribles situaciones. La ayuda no vendrá de exorcistas y estudioso de fenómenos paranormales; sino de Dios, Jesús dijo: “El Espíritu del Señor esta sobre mí, por cuanto me ha ungido para …A poner en libertad a los oprimidos (Lc. 4: 17,18) y cada uno de nosotros somos sus brazos para hacer llegar esa libertad a quienes tanto lo necesita, confiemos en el poderoso Jesús.