Una iglesia que se extingue
Apocalipsis 3:14-22
INTRODUCCIÓN:
La iglesia del Señor Jesucristo, es aquella que Cristo fundo, es aquella por la cual Jesús murió en la cruz, es aquella receptora de todos sus favores, y a la cual el Señor aseguro, que ni las puertas del infierno prevalecerán contra ella. La iglesia, que se ha sostenido y caminado por mas de dos mil años, que ha sido objeto de persecución, de escarnio y burlas, todavía subsiste a pesar de todos los obstáculos que ha tenido que librar para llegar victoriosa un día al encuentro con el Señor Resucitado. Es a esa iglesia que el apóstol Juan escribe por el año 95, la iglesia de Laodicea, una ciudad sumamente opulenta de las siete que había en Asia.
Era muy conocida por la banca industrial, por la manufactura de lana y la escuela de medicina que producía un medicamento para los ojos. Sin embargo, a pesar de lo importante que era esta ciudad, había tenido un serio problema de escasez de agua, por lo cual optaron por construir un acueducto que transportara el agua desde los manantiales de agua caliente, pero cuando llegaba el agua a la ciudad no estaba ni fría ni caliente. Allí, en esta ciudad llena de riquezas, estaba la iglesia de Laodicea, una iglesia en peligro de extinción. Esta iglesia estaba en estas condiciones por varias razones que Juan nos describe en este pasaje:
I. VIVÍAN EN UNA TIBIEZA ESPIRITUAL EXTREMA… v.14-16.
A. En medio de estas condiciones, habla el Señor…
1. Presentándose con algunas características muy importantes: …v.14.
El que es la verdad, o yo me comprometo
El testigo fiel y verdadero.
El principio de la creación de Dios
El omnisciente, que conoce todas las cosas.
2. Dirigiéndose a esta iglesia, para despertarlos a la realidad: te conozco, eres neutro.
Los hermanos en Laodicea se habían vuelto tibios, ya que no adoptaban una posición firme en su vida cristiana…”No eres frío ni caliente”
También su tibieza, los había conducido a la ociosidad, por la indiferencia a la obra del Señor, había dejado de hacer algo por Cristo.
Para advertirles que su condición de tibieza, acarrearía la expulsión de la presencia de Dios…” Te vomitare de mi boca.”
3. A cada uno de nosotros en este tiempo:
Que quizás nos hemos llenado de tibieza espiritual, haciéndonos indiferentes al dolor humano, al llamado de Jesús, a la permanencia en el Señor, a la voz del espíritu Santo.
Que nos hemos endurecido tanto que dejamos de hacer algo por la obra del Señor, que seguimos quizás al Señor a medias o de lejos como el apóstol Pedro cuando capturaron al maestro.
El Señor nos dice yo conozco tus obras… no eres frío ni caliente… es decir estas a punto de morir, defínete, identifícate.
II. VIVIAN CON UNA ALTA AUTOESTIMA, QUE NO ERA LA REALIDAD… v.17.
A. Suponían que la abundancia de bienes materiales era indicio de la bendición espiritual de Dios.
1. Por ello decían… Yo soy rico y me he enriquecido, pero la iglesia no pudo ver que lo que ellos tenían como riqueza, era menos valioso que lo que no se ve, por que lo que no se ve es eterno.
2. También decían: No tengo necesidad de nada… este era su propio engaño pero en medio de esta autoestima propia e irreal el Señor les dice:” No te has dado cuenta de que eres infeliz, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.”
3. Este es el error de muchas personas hoy, pensar que la riqueza, el lujo y la comodidad son signos de la bendición divina, pero se equivocan, ya que pueden convertir al cristiano en personas confiadas y satisfechas en si mismas.
III. VIVIAN SIN LOS ELEMENTOS MÁS VALIOSOS E IMPORTANTES DE LA VIDA CRISTIANA… v.18.
A. Los elementos del mundo, que lo hacen feliz son:
1. Los bienes.
2. La familia.
3. La salud.
4. Son importantes y valiosos, pero nunca podrán ser mejores que los que el Señor nos da.
B. El Señor nos aconseja que los elementos más valiosos e importantes son:
1. El oro refinado que el nos da…El tesoro Espiritual.
2. Ropas blancas… La justicia divina.
3. Colirio… La verdad divina.
C. El amor del Señor…
1. Que pedía que salieran de su indiferencia y se volvieran a el…v.19.
2. Que los invitaba tocando la puerta del corazón, pero que no se daban cuenta por su indiferencia.
3. Que les prometía a los vencedores.
Un hermoso lugar de privilegio, estar con el.
CONCLUSIÓN
¿Cómo reaccionaremos ante este llamado del Señor?¿Esta extinguiéndose la presencia del Señor de nuestras vidas?¿Acaso todavía podemos escuchar la voz del Señor, que anhela hacer fiesta en nuestros corazones?
Hermanos, si todavía no hay firmeza en lo que aceptamos por decisión personal, vivimos en la tibieza espiritual, si creemos que porque tenemos abundancia de bienes materiales, estamos siendo bendecidos por el Señor, no nos equivoquemos, la autoestima alta no es la realidad. Si nuestros valores no están en Cristo, entonces eso significa que nuestra vida espiritual esta a punto de extinguirse, tal y como estaba sucediendo en la iglesia de Laodicea.
Es el tiempo de mirar la puerta abierta en el cielo, tal y como la vio Juan, y oír la trompeta del Señor que nos dice anímate y conviértete, que nos dice: “…erguíos y levantad vuestra cabeza porque vuestra redención esta cerca.” Lucas 21:28.