Un matrimonio de éxito

Un matrimonio de éxito


Juan 2:1-12 


Introducción:


Ella era uruguaya y el mexicano, se conocieron en 1988 intercambiando mensajes a través de la red mundial de computadoras. Gabriela del Puerto de 27 años y José Escalada de 40 en apenas 2 años pasaron del distante idilio en el ciber-espacio al matrimonio en los Estados Unidos, de este a las desavenencias y la separación, y por fin al acoso y a las amenazas de muerte vía Internet. Gabriela le mostró al juez los mensajes que el le envía desde México en los cuales le advierte “te mataré y sufrirás lo indecible”. 


A miles de kilómetros de distancia el acoso continua y lo que inicio como un buen romance terminó con amenazas de muerte y de tortura. Porqué será que tantos matrimonios terminan así, divididos a tal grado que las palabras románticas dan paso a las amenazas y los insultos, como es posible que los que ayer se amaban hoy se odian y no toleran estar juntos. Los que ayer sonreían hoy lloran y se lamentan. En solo 2 años esta pareja paso de un idilio de película! a un pleito en los tribunales, sólo 2 años bastaron para arruinar una familia, para amargar la existencia de 2 personas. Los problemas conyugales en algunos casos son muy difíciles de resolver, pero esto no significa que sean imposibles de resolver. Sé requerirá la colaboración de ambos lados, ceder cuando sea necesario, esforzarse para sostener la relación, buscar ayuda y apoyo cuando el caso sea crítico. 


La solución a las crisis en el matrimonio no se hallara en el alcohol, la solución no vendrá del silencio y la indiferencia. Necesita tocar la puerta correcta, acercarse a quien realmente puede ayudarlos. La armonía familiar no es un accidente ni se consigue por azares del destino, es una consecuencia del amor pero también de la presencia divina. Y es esta presencia divina la que puede hacer que nuestras relaciones matrimoniales sean exitosas frente a cualquier crisis en la vida. Es Jesús en Caná de Galilea y precisamente en una boda donde nosotros podemos aprender com! o tener matrimonios de éxito y relaciones duraderas.


I. Tenemos un matrimonio de éxito cuando invitamos a Jesús 


(v.2) “Y fueron también invitados a las bodas Jesús…” A los pocos días de que Jesús es anunciado por Juan el Bautista ( 1: 19-28) y de llamar a sus discípulos (1: 43-51); se nos dice que se llevaron acabo unas bodas en Caná de Galilea; en donde fue invitada María la madre de Jesús y que al parecer formaba parte de la organización de estas bodas (v.3). 


Pero también podemos ver que el mismo Señor Jesús junto con sus discípulos fue invitado a participar de la felicidad de esta pareja. En muchas ocasiones podemos pensar que el Señor Jesús se sustraía de las festividades de su cultura; pero no Él estaba ahí con una propósito que iremos descubriendo. Cuando pensamos una unión matrimonial, indudablemente debemos pensar en los sentimientos de felicidad que embargan a la pareja y la emoción de iniciar juntos una nueva forma de vivir. Cada pareja se une con la firme idea de compartir con la persona que aman, todas las cosas. ¿Entonces? Que ocurre que apaga estas expectativas? ¿Qué fuerza poderosa apaga el fuego del amor entre dos persona! s que se aman, como el caso de la introducción? ¿Será cierto como dice una vieja canción: Que el amor acaba? 


En una boda se piensa en todo, el vestido, el traje, el banquete, la ceremonia, los términos legales, donde vivir, los muebles, el trabajo, hasta el número de hijos que desean tener y mantener. Sin embargo en estos días hay parejas que cuando piensan en matrimonio ya también piensan en como harán si el amor y la relación acaba. Pero ¿será el matrimonio desechable? ¿porqué no funcionan los matrimonios? Se dice que de 10 matrimonios 2 se divorcian y esto va en aumento ¿Por qué? La respuesta podemos verla en la Palabra de Dios; pues aunque pensamos en todo lo necesario en un matrimonio; nos falta lo más importante Jesús como cimiento de esta nueva familia. La pareja de Caná de Galilea, sin saberlo estaba incluyendo, al mismo Dios en sus planes de vida. Al planear una boda podemos pensar en una lista de invitados; tratar de incluir a todos aquellos que consideramos importantes (y otros no tanto); pero no consideran al Señor. Las bodas en 


II. Tenemos un matrimonio de éxito cuando hacemos lo que Jesús dice


 (v.5, 7) “…Llenad estas tinajas de agua…” Jesús se encontraba departiendo con los invitados de esta boda en Caná; cuando de pronto sucede que el vino se termina y la madre de Jesús; maría da aviso a Jesús buscando ayuda en Él (v.3). Contrario al pensamiento tradicional María no da ordenes a Cristo de hacer un milagro; sino busca ayuda de Él. La respuesta de Jesús puede parecer dura; pero solo busca ubicar a María en que en Él están todas las cosas. Pero una vez terminado el vino; el novio se halla en problemas; pues el vino en los tiempos antiguos representaba un elemento importante en las festividades (no como lo es hoy); problemas en las bodas de Caná. 


Bueno todos los matrimonios pasan por crisis; sin excepción alguna; todos las parejas enfrentan tiempos difíciles; algunas los superan; pero muchas no; quedan a la mitad del camino y terminar separándose. ¿De que dependerá esto? ¿acaso un buen consejero matrimonial? ¡Puede ser!, ¿de un buen carácter? Posiblemente; ¿de intereses económicos? ¡Tal vez! Se nos dice que cuando Jesús decide ayudar en esos momentos; dice que hay unas tinajas de piedra vacías que pueden usar. Cuando una tinaja se deja de usar; esta de reseca y agrieta; de seguir así esta tinaja puede romperse y hacerse inservible; los matrimonios que se van vaciando de amor hacia su pareja por diversas circunstancias; son como tinajas vacías; que se resecan y agrietan y que de no hacer algo puede llegar a romperse. María dice a los que sirven en la boda : “Haced todo lo que os dijere” (v. 5) en esta expresión de María vemos un segundo secreto para tener un matrimonio de éxito: Hacer TODO lo que Jesús DICE que HAGAMOS. No solo es invitar a que Jesús bendiga nuestro matrimonio; sino ponerlo por líder de nuestra relación y someternos a sus mandamientos; pues ellos nos liberarán de fracaso. Jesús ve esas tinajas vacías y ordena que las llenen: “Llenad esas tinajas…” (v. 7) Cristo esta dando una orden; que llenen las tinajas vacías. Jesús dice a los matrimonios resecos y a punto de desquebrajarse a que llenen sus tinajas (relación) ¿llenar? ¿de que? 


III. Tenemos un matrimonio de éxito cuando beneficiamos a los demás


(v.10) “ …más tú has reservado el buen vino hasta ahora” El episodio de un programa estadounidense fue titulado “Amantes secretos enfrentados” donde el público mira para enterarse de infidelidades y explosivos triángulos amorosos. La violencia fue tal que desbordó los estudios del canal y terminó en la muerte de uno de los invitados al programa. Durante el programa, Ralf Panitz y su compañera acusaron a Nancy su ex-esposa, de acosarlos hasta el punto de verse obligados a ocultarse. 


La pareja apeló al “factor sorpresa” que caracteriza el programa y anunció a Nancy Campbeu que estaban casados. Poco después de la emisión del programa el cadáver de Nancy apareció en una casa donde los tres pelearon, de acuerdo con la jefatura de policía del condado de Sarasota en EU. El público se divierte presenciando la destrucción de las familias, los pleitos y disputas en las casas, introduciéndose hasta la vida íntima de las personas y enterándose de toda su vida privada, es una verdadera tristeza de que los de fuera de una pa! reja puedan divertirse con la destrucción de estas. Cuando una pareja triunfa o fracasa; esto tiene fuertes repercusiones en quienes les rodean y aman. 


Se nos dice que el vino se había terminado; el novio se veía en problemas; el Señor hace el milagro de transformar lo que tienen (agua) al ponerlo en tinajas secas. El resultado es vino de una excelente calidad, mejor que el primero (v.10) Podemos ver que el Señor cuando ve disposición y fe de nuestra parte trasforma el agua de nuestras tinajas en vino; en vino nuevo y de gran calidad. Él puede hacer que el amor se renueve cada día y en cada circunstancia y que este amor sea mejor cada vez. Vemos que esta milagro del agua en vino tiene hermosas consecuencias en los invitados a la boda. Una vez convertido el vino le llevaron la prueba al encargado del banquete (maestre sala) (v.9) y este llamando aparte el novio lo felicita y afirma: “Todos sirven primero el mejor vino y cuando los invitados ya han bebido mucho, entonces sirv! en el más barato; pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora” 


Desafío:


El próximo mes de mayo, la empresa televisa trasmitirá lo que ellos han denominado una boda de amor real. La unión entre el príncipe Felipe de España y Leticia Ortiz. El título lleva dos direcciones; uno hacer referencia a que se trata de una boda que involucra realeza española; pero por otro lado hacer referencia a que su amor es auténtico, verdadero y efectivo. Esta será dicen algunos como “un cuento de hadas”. No podemos dudar acerca de los sentimientos de la joven pareja y menos podemos desearles que su matrimonio fracase. Lo que si podemos esperar es que si Cristo no es invitado a la boda (lo cual dudo mucho que ocurra) y además dejen que sea Él el que los dirija en momentos de crisis (lo que también dudo mucho) esta unión no será más en la historia de los fracasos. 


Amigo, amiga; no se necesita ser rey para triunfar en el matrimonio; se necesita a Jesucristo en el corazón, en la mente en la vida misma. Decídete hoy a Hacer todo lo que Él diga, como lo dijo María (v.5) ! y solo así se garantizará que tendrás un matrimonio de éxito. Hoy en el poderoso Jesús *La idea fue tomada del pastor de la iglesia Edrey “Jesús es el camino” (ICIPAR) y las ilustraciones del maestro Otoniel Mendoza de un ministerio Un Nuevo Mañana