Renovar la forma de pensar

Renovar la forma de pensar


Romanos 12:2-3; Filipenses 4:8; Mateo 15:16-20

Introducción.

A.- Las grandes mentes discuten ideas; las mentes promedio discuten eventos; las mentes pequeñas, critican a la gente.

B.- Hay un comentarista deportivo en la radio, muy asertivo y mordaz en sus comentarios, sobre todo en aquellos que resaltan lo mal que lo han hecho otros y lo bien que lo haría el, hasta ahora el jamás ha dirigido a ningún equipo de fútbol, solo ha hecho comentarios de cómo lo habría hecho el, se ha ganado un lugar de expresión dentro de la radiofonía chilena criticando a los demás y hasta ahora nadie podría asegurar que el lo haría mejor, la crítica a los demás es una forma de vida que se ha adoptado en nuestra sociedad, y que no está lejos de la realidad que viven las iglesias en nuestro país.

Idea exegética del pasaje.

Renovar la forma de pensar mundana para poder comprender cual es la voluntad de Dios, buena agradable y perfecta.

Proposición

El creyente está llamado a renovar su forma de pensar, y no dejarse comprimir por el molde de este mundo.

Frase interrogativa

¿ Cual es el molde de este mundo y como puede el creyente renovar su entendimiento ?

Primera división.

El mundo (siglo) se emplea aquí para denotar la sociedad o el sistema que el hombre ha edificado para hacerse feliz a sí mismo sin Dios. El dios y príncipe de este mundo es Satanás, todas las personas inconversas son sus súbditos, intenta él atraer y retener a las personas por medio de la concupiscencia de la carne, (deseo excesivo de los bienes materiales especialmente de los goces sensuales), de los ojos y la soberbia de la vida.

El mundo actual es una sociedad competitiva y cruel, porque solo sobresalen los mas fuertes y los mas rápidos, no hay espacio para los débiles, para los necesitados, este mundo construido por el hombre donde no se incluye a Dios, también se caracteriza por su falta de escrúpulos (duda, aprensión por hacer algo malo), frente al prójimo, y la forma más común de atacar al prójimo es la crítica despiadada, mas conocida como el pelambre, tirar para abajo al otro, sin importar cual sea su condición, amigo, hermano, pariente, etc.

La forma de pensamiento actual es individualista, donde prevalece el yo personal, hay que ascender a como dé lugar, no importa que en este ascenso quienes están a mi lado se vean perjudicados. La otra característica esencial en el molde de esta sociedad, esencialmente hablando de la sociedad chilena, es la envidia, y esta es carcoma de los huesos como la definen los proverbios.

Bajo este prisma es que el apóstol Pablo se sitúa e invita a los creyentes a dejar atrás esta forma de pensar que es propia de este mundo, pero antagónica a Dios, porque Dios vela por todos, pero yo velos por mi mismo, Dios ve a todos con el mismo amor, pero yo veo con envidia al que prospera y le va bien. Que extrañas las palabras de Pablo, como si no fueran necesarias para ser tratadas dentro de la Iglesia, como si los creyentes no tuvieran necesidad de esta recomendación o de este llamado, así mismo el espíritu santo dijo en medio de nosotros que el mundo se había adentrado mucho dentro de su iglesia, y sin necesidad de hacer un análisis mas profundo de la situación de la sociedad y como esta ha ido entrando cada vez mas profundo en medio de la iglesia, me referiré solo a un aspecto que es preocupante y que no permite que la iglesia del Señor se desarrolle con mas vigor, y pueda cumplir su misión de anunciar el evangelio con poder, y en el caso específico de nuestra congregación, poder cumplir con el mandato del señor de ser refugio.

Me refiero a la crítica continua que hay en medio del pueblo cristiano de unos a otros, esta práctica no tiene nada de cristiana, por el contrario trae aparejada destrucción, no edifica, no es saludable y destruye al cuerpo, tomando la frase introductoria, que aparentemente es muy fuerte, quiero decir que el texto leído en Romanos es del mismo calibre y nos llama a elevarnos a una condición diferente, cuando no se tiene la cabeza ocupada, hay tiempo para la ociosidad, hay tiempo no para desarrollar ideas, sino para desarrollar pelambres, para hablar mal del otro, cuantas veces nos juntamos con hermanos o con familiares y nuestra conversación gira en torno a los que no están presentes, y no en los mejores términos precisamente, sino que hablamos con una falta de amor fraternal, con absoluta irreverencia nos referimos a nuestro hermano, a nuestro familiar o a nuestro prójimo, que falta de respeto a Dios, que nos está viendo y es testigo de nuestras conversaciones, acaso la palabra no dice “ no erréis, las malas conversaciones, corrompen las buenas costumbres” 1 Corintios 15:33, o no fue el mismo Señor que dijo que si llamaremos necio a nuestro hermano seríamos culpables ante el concilio, y nuestra forma de referirnos a nuestros hermanos muchas veces es mas fuerte que eso, no es cierto que nos referimos en malos términos a nuestro líderes cuando no nos gusta su actuar, o no están de acuerdo con mi forma de pensar, no es menos cierto que criticamos duramente su forma de hacer las cosas, como se comportan o como se conducen en la iglesia, que deberían hacerlo de esta forma o deberían comportarse de esta otra, acaso muchas veces nos cuesta alegrarnos sinceramente cuando nuestro prójimo progresa, nos gusta verlo revolcándose, porque de esa forma lo vemos como inferior a nosotros, y a un inferior se le puede prestar ayuda, nos pasa también que no nos alegramos como debería ser cuando un hermano es bendecido ya sea material o espiritualmente.  

Segunda División.

Primera Salida, Cristo murió en la cruz, para dar vida al hombre, para que este no se conformara al molde que le impone esta sociedad sin Dios, en el mismo pasaje que hemos leído de romanos, el apóstol Pablo nos dá tres claves para conocer la voluntad de Dios, la primera es un cuerpo entregado, la segunda una vida separada, y la tercera una mente transformada, nos detendremos en la tercera clave por esta vez, renovar la forma de pensar, el apóstol Pablo nos enseña en su mensaje a la iglesia de Filipos, que hay que cambiar la forma de pensar, y no lo hace como un deseo de su corazón hacia sus discípulos, sino que lo ordena, esto pensad, es un imperativo, Pablo con la visión que le había dado el Espíritu Santo, veía el peligro que se cernía sobre la iglesia si los creyentes no eran transformados en su forma de pensar, por eso la primera salida que se vislumbra y que es una orden de la palabra de Dios, es renovar el entendimiento, transformar los pensamientos, y esto no se consigue con un acto mágico, los pensamientos se transforman por un acto de la voluntad humana, cuando vienen a mi mente los deseos de referirme mal a mi hermano yo poseo la capacidad mental para expulsar de mi mente ese pensamiento y traer a mi corazón un pensamiento amable, si doy lugar, es como una pequeña bola de nieve que se echa a rodar montaña abajo, la avalancha es segura, si la detengo en su inicio, la avalancha jamás se producirá, por lo tanto tenemos que buscar las cosas positivas que hay en el otro, empezar a ver lo bueno, lo noble, lo honesto, lo amable, lo de buen nombre, la campaña que inició el gobierno de Chile piensa positivo, la Biblia la comenzó hace 2000 años atrás, hay que hacerle caso a la palabra de Dios, no solo leerla, sino que comenzar a ponerla por obra. Por lo tanto la primera salida es piensa bien.

Segunda salida, equilibrio respecto de nosotros mismos, empezar a mirarnos con equilibrio, no tener un concepto mas alto ni tampoco mas bajo, de nosotros mismos, porque si es mas alto nos volveremos soberbios, miraremos a los demás con desprecio, todos nos parecerán inferiores, y por lo tanto no podré tener comunión con ninguno, porque la comunión se da solo entre los iguales, así mismo si tenemos un concepto muy bajo de nosotros mismos, nos volveremos vanos y amargados, porque sentiremos envidia de todos, porque son mejores que yo, y tampoco tendremos comunión con ninguno, sentiremos que me desprecian porque soy inferior, Jesucristo murió por cada uno de nosotros y su sacrificio tiene el mismo valor para todos, el precio que pagó por su rescate es el mismo que pagó por mi rescate, no pagó mas por uno que por otro, al que comenzó a trabajar en la mañana le dio el mismo salario que al que llegó una hora antes de terminar la jornada, Cristo nos hace iguales frente a Dios, ni mejores que nuestros hermanos ni inferiores que ellos. Una vez mas tener el justo concepto de si mismo, según la gracia que Dios le ha dado, para beneficio del cuerpo.

Tercera salida, limpiar el vaso porque el contenido es santo, somos templos del Espíritu Santo, es nuestro responsabilidad, mantener una habitación ordenada, limpia, olorosa, fresca, han ido a casas donde las habitaciones son hediondas, oscuras, desordenadas, no dan ganas de ir a esas casas, el Señor ocupa el trono de nuestro corazón por lo tanto debemos tener una morada que sea apropiada a la dignidad del monarca, no podemos dejarnos llevar por nuestras pasiones, nuestros deseos desordenados, porque ensucian el templo, el apóstol Pablo se refría de esta forma a la limpieza del vaso; “ todas las cosa me son lícitas, mas todas no convienen; todas las cosa me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna, las viandas para el vientre y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios, pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo….¿ o ignoráis que vuestro cuerpo es templo del espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros ? nuevamente el imperativo de la palabra, no hay opciones, limpiar a medias, de vez en cuando, porque el que mora en nosotros lo hace en forma permanente.

Conclusión

¿Si alguien llega hasta ustedes con un regalo, y ustedes no lo aceptan, a quien pertenece el obsequio ? Al que lo intentó entregar, no es cierto. Lo mismo sucede para la envidia, la rabia, los malos pensamientos, los insultos, cuando no se aceptan pertenecen a quien los llevaba consigo, hay que aprender que nosotros no podemos seguir llevando este tipo de regalos, porque la mayor parte de las veces no son recibidos por quienes desearíamos que los recibieran y siguen por lo tanto perteneciendo a nosotros mismos, el llamado del Señor en esta mañana es a renovar la forma de pensar, para que podamos comprender cual es la voluntad de Dios buena, agradable y perfecta. Miremos adelante y hacia arriba, ocupemos el tiempo tal como lo aconseja Pablo a los filipenses, y el apóstol Pedro en su segunda carta, “ vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.” El Señor que quiere lo mejor para sus hijos, y que estos se le parezcan, les bendiga.