Pasos fundamentales de la Oración
Unas de las cosas principales que debemos aprender en este ciclo de estudios acerca de la “Oración”, es que Dios habita en “Luz” y si queremos hacer conexión con Dios debemos estar en “Luz”, la segunda cosa es que Dios es “Santo” y si de verdad lo amamos y queremos hacer conexión con Él, debemos vivir en santidad.
Hebreos 12:14 – Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
En este nuevo año 2005 que comienza, incluye en tu lista de resoluciones para el año nuevo “Crecer en el hábito de la Oración”, porque hasta que la oración no se haga parte fundamental de tu vida no empezaran a ocurrir los cambios y las cosas que deseas.
Empezaremos este ciclo de la oración estudiando los tres fundamentos básicos que deben presidir todo estudio sobre la oración. Te advierto que muchos de ellos no te sonaran familiares o en principio serán contradictorios y tal vez no estarás de acuerdo con ellos, pero dejemos que sea la Palabra de Dios, la Biblia la que sea nuestra autoridad final.
La oración no es para tratar de atraer la atención de Dios. Hebreos 4:12-16.
La Oración no es para tratar que Dios haga algo. Hebreos 4:3.
La Oración es comunicación con Dios; creyendo y recibiendo lo que ya hemos recibido (pasado) en Cristo Jesús.
La Oración no es para tratar de atraer la atención de Dios, para eso yo tengo Su Palabra, buscando que Él haga algo que ya ha hecho.
Todo lo que Dios ha hecho se basa en creerlo y recibirlo y la Oración es solo para comunicarle a Dios lo que tu estas creyendo y que sabes que vas a recibir en Su tiempo.
Muchos de nosotros muchas veces agarramos y hablamos con Dios como si estuviésemos hablando con alguien más. Tomamos todas nuestras quejas y se las empezamos a decir.
Ahora bien, toma todas esas quejas y lamentos y envuélvelos en un solo paquete y lánzaselos a Dios y siéntete libre de todo eso (pero no lo vuelvas a tomar) y ahora, una vez libre de todo ese peso, empieza la secuencia o la forma correcta y efectiva de la Oración que traerá resultados y cambios a tu vida.
Así como hay diferentes deportes, también hay diferentes tipos de Oraciones: La de fe, dedicación, consagración, sanidad. Y entendiendo que yo no puede jugar un deporte de la manera que yo quiera porque tiene sus reglas establecidas, de la misma manera es con la Oración. Yo no debo tratar de relacionarme con Dios de la misma manera que me relaciono con Uds… Recuerda que Dios dice “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.” (Isa.55:8) y si tratas de comunicarte con Dios de la manera que te comunicas con los hombres, lo hechas a perder porque estas tratando de traer a Dios a tu manera y debe ser al revés, nosotros debemos ir a Él.
Si tratara de definir de la manera más simple lo que es la Oración, lo diría de esta manera: La Oración es decirle a Dios lo que Dios ya ha dicho en Su Palabra. Porque la oración va a consistir en tu tener la fe necesaria in la Palabra que Dios nos ha dado.
Si deseas ver resultados en tus oraciones, debes soltar tu fe de manera que creas lo que Dios ya ha dicho sobre ese tema en particular. El sistema de Oración sin la Palabra no trabaja ni trae resultados. La Oración debe venir acompañada de la Palabra de Dios para que tenga resultado.
La Oración no debe basarse en un monologo, cuando eres tu solo el que habla. Oración debe ser un dialogo donde tu hablas con Dios y Dios habla contigo.
Lucas 18:1– Un día Jesús refirió a sus discípulos el siguiente relato que ilustra la necesidad de orar, con perseverancia, sin acobardarse, y de orar hasta que llegue la respuesta.
Orar va mucho más allá de solamente abrir mi boca, mirar al cielo y juntar mis manos. La Oración es lo tu sabes que Dios ha dicho, y lo que tu creas recibirás porque Dios ya nos lo ha dado en Jesús.
Hora, con eso en mente, leamos ciertas escrituras que nos traerán Luz a lo que hemos dicho hasta ahora:
Santiago 4:1-4 – ¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís. 3 Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres. 4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
La Oración estará basada en lo que yo creo que Dios ha dicho. Cuando tomo la Palabra de Dios, ejemplo Isaías 53:5; “…Y por Su llaga fuimos nosotros curados”, esa Palabra debo creerla en mi corazón, no solo confesarla. Y después cuando ya la he madurado y creído en mi corazón se la declaro a Dios y Dios dice este hijo mío cree en mi Palabra, sea hecho conforme a tu fe.
Isaías 59:1; 1 He aquí, no se ha acortado la mano del SEÑOR para salvar; ni se ha endurecido su oído para oír.
¿Crees que Dios puede oírte?
1 Juan 3:19-22 – En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de El. 20 en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene; porque Dios es mayor que nuestro corazón y sabe todas las cosas. 21 Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios; 22 y todo lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de El.
Hablamos acerca de oraciones de petición, pero lo que preside el “pedir” es desarrollar confianza en la Palabra de Dios, la cual se cumplirá.
Debemos poner atención a nuestro corazón antes de que hablemos de la Oración, porque el corazón de oración es aquel que ha desarrollado la confianza y seguridad, basado en el amor de Dios hacia nosotros y nuestra fe en Su Palabra. Tomando esa escritura, meditándola, produciendo dentro de ti la imagen a tu respuesta, y desde ese momento tu oración se volverá ferviente y efectiva.
Hay dos cosas que echaran a perder tu oración:
Andar en pecado y no hacer las cosas conforme a la Palabra de Dios.
El espíritu de condenación. El cual no te permitirá decir que tienes el derecho de que Dios te oiga.
Y estas dos cosas tienen que ver con la manera en que esta tu interior, tu corazón. Las personas se condenan a si mismo no por lo que hacen, sino por no arrepentirse y solicitar el perdón de Dios. Nos relacionamos con el Señor a través de nuestro espíritu, no de nuestro cuerpo. Si mi espíritu no cree en la Palabra que el Espíritu Santo inspiró a los hombres de Dios, entonces no podré hacer nada para recibir la respuesta a mi oración.
La oración no es un acto mágico. Al igual que necesitas ir a la Iglesia, y primero empiezas el proceso de bañarte, vestirte, perfumarte, tomar tu Biblia, montarte en el carro, manejar y llegar, de la misma manera toma proceso de respuesta a la oración. No es mágico. No aparece de inmediato.
Debo estar convencido, aun antes de que ore, de que lo que yo pida conforme a Su Palabra lo recibiré. ¿Cómo? Pues todo vendrá a través del proceso de:
Creer Su Palabra.
Convencerme de que Dios es todo poderoso para cumplir Su Palabra.
Que en el tiempo de Dios llegara mi respuesta.
Descansar en la seguridad que Él tendrá cuidado de nosotros.
Buscarlo.
Buscar a Dios implica pasar tiempo con Él, meditar en Su Palabra requerir de Dios que eso que ya tú tienes, es un derecho adquirido por el Pacto. Eso significa que puedo venir a Su presencia y requerir o pedirle lo que el promete en Su Palabra y en Su Pacto. Parte de lo que incluye buscar a Dios es investigar lo que Dios ha dicho, Su Pacto, etc. Si busca a Dios, te aseguro que lo encontraras.
1 Juan 4:17-18 – En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como El es, así somos también nosotros en este mundo.18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.
La meditación en la Palabra de Dios, es la llave para la explosión espiritual
Hay personas que oran basados en sus temores o preocupaciones. Meditan en cosas erradas, como son sus temores y errores, la culpa y la preocupación de sentirse condenados los pone a meditar en cosas incorrectas y como tal la explosión que debe ocurrir será de destrucción y no de bendición.
Tu corazón debe meditar en las bendiciones y promesas que Dios te ha hecho, y no permitir a tu boca que confiese lo que le preocupa a tu corazón.
Entendiendo la importancia de la meditación en la Palabra de Dios en fe, en vez de meditar en preocupación que es temor. Dios siempre juzgará tu corazón.
Si no tenemos el tiempo para estar con Dios y meditar en Su Palabra, promesas y Pacto, te aseguro que no tendrás tiempo de apreciar tus oraciones contestadas.
Dios se complace en contestar las oraciones de Sus hijos.
Tres garantías que garantizaran tu oración:
Orar en el nombre de Jesús.
Declarar la Palabra de Dios.
El poder del Espíritu Santo.
Oremos…
Versículos para meditar:
Deuteronomio 10:12-13 – Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
1 Crónicas 22:13 – Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.
Proverbios 28:25 – Mas el que confía en Jehová prosperará.