Lecciones de oración para principiantes
Mateo 6:5-15
INTRODUCCIÓN
Uno de los episodios en la vida de nuestro Señor Jesús que más me llaman la atención es que varias veces aparece orando.
Si él necesitaba estar en contacto con el Padre Celestial, cuánto más nosotros.
Todos sabemos y reconocemos la suprema importancia de orar. Todos hablamos de ella, muchos escriben de ella, tenemos bellos ejemplos en la Biblia, pero, ¿por qué nadie de aquí podría decir esta tarde que está plenamente satisfecho con su vida de oración?
Con toda seguridad, todos -sin excepción- necesitamos reconocer que somos unos candidatos a principiantes en lo que se refiere a la oración. Veamos lo que el Maestro nos enseñó al respecto.
I. ES UNA EXPRESIÓN DE SINCERIDAD (vs.5)
A. No significa cumplir con un rito religioso, totalmente externo.
B. No es para evitar la vergüenza pública de que no oramos.
C. No es para impresionarnos a nosotros mismos o a los demás.
D. No es un medio para sentirse superior a otros. Muchos creen que como oran mucho tiempo, son más espirituales que otros.
II. ES UNA EXPERIENCIA PERSONAL E ÍNTIMA CON EL SEÑOR (vs.6)
A. A diferencia de los hipócritas, la oración es un momento privado uno a uno con Dios. Es un momento para conocer íntimamente al Señor. Y también para conocernos a nosotros mismos.
B. Este momento particular trae recompensas públicas.
III. ES UN EJERCICIO DE CONCENTRACIÓN (vs.7,8)
A. No se refiere a repetir una petición, pues Dios nos anima a insistir. Se refiere a la calidad de sus palabras.
B. Existen 4 carencias notables en nuestras oraciones, relacionadas con nuestra forma de hablar:
1. Miseria verbal, cuando sentimos que se nos acabaron o no encontramos la palabra adecuada para expresar alguna idea.
2. Imitación, cuando repetimos frases que escuchamos de otras personas.
3. Purismo verbal, cuando empleamos palabras muy refinadas y extrañas a nuestro hablar cotidiano.
4. Verborrea, cuando empleamos demasiadas palabras para expresar alguna idea. También se conoce como cantinflear.
C. Cuando se trata de oraciones en público hay algunos que parecen pilotos novatos de avión: no saben cómo aterrizar.
D. Debemos planificar bien nuestras oraciones en público, y la mejor manera de hacerlo es fijarnos y concentrarnos en nuestras oraciones privadas
IV. ES UNA EXALTACIÓN DE LA PERSONA DE DIOS (vs. 9,10)
A. Es nuestro Padre. Acerquémonos con :
1. Confianza: Él espera que acudamos a Él.
2. Sencillez. Él nos conoce tal y cual somos.
B. Es santo. Acerquémonos con:
1. Corazón limpio.
2. Corazón humillado
C. Es Rey soberano. Acerquémonos con:
1. Sacrificios de alabanza.
2. La determinación de hacer su voluntad en la tierra.
V. ES UNA ENCOMIENDA DE NUESTRAS NECESIDADES (vs. 11-13)
A. Sustento diario (vs. 11) A pesar que más adelante el Señor Jesús enseñaría que no nos afanáramos por la comida, ni por el vestido, lo que nos enseña aquí es a depender de Dios como el proveedor de nuestras necesidades.
B. Perdón de pecados (vs. 12)
1. Al orar, es indispensable hacer un examen de nuestra relación con Dios y confesar cualquier ofensa contra él. La oración nos permite exponer nuestros pecados ante el Señor y recibir de su gracia y su misericordia. Éste es un propósito fundamental de la oración.
2. La oración es como una válvula de escape, a través de la cual desechamos todo lo que nos estorba y contamina; la importancia de orar todos los días es similar a la de sacar todos los días la basura: si no se saca, se pudre, apesta y todos lo notan.
3. Igualmente, debemos pensar en nuestra relación con las personas que nos rodean. Jesús enfatizó un hecho sumamente importante que no deberíamos pasar inadvertido: el acercarnos a Dios para restaurar nuestra comunión con él, nos obliga a restaurar nuestra comunión con los demás. El apóstol Pedro advierte que los conflictos en la pareja tienen consecuencias negativas en nuestras oraciones. (1 Ped. 3:7)
C. Fortaleza espiritual. (vs. 13)
1. La oración es un medio excelente para reconocer nuestras debilidades y así recibir el poder espiritual que necesitamos para enfrentar los ataques de la tentación que se presentan todos los días.
2. Ese poder para vencer en medio de presiones y tentaciones viene del Señor. Cuando salimos vencedores, el Señor recibe la gloria y la honra (13b)
CONCLUSIÓN
Ha sido suficiente hablar de la oración, aunque es importante conocer qué es y como hacerla. La mejor manera de aprender a orar es orando, como nadar y manejar una bicicleta. · El Señor nos espera todas las mañanas para disfrutar de su compañía y darnos la fortaleza y dirección que necesitamos para disfrutar y aprovechar al máximo esta vida que nos concede. · Fracasar en la oración es fracasar. Punto. Su vida total será tan fuerte, tan exitosa, tan emocionante como lo sea su tiempo de oración con el Señor. · Propóngase hacer de la oración un hábito, un compromiso, al que si mantiene fiel, le dará los máximos beneficios en su vida.