La oración eficaz
Hebreos 4:15-16; 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. 16 Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
Santiago 5:13-16; 13 ¿Sufre alguno entre vosotros? Que haga oración. ¿Está alguno alegre? Que cante alabanzas. 14 ¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor; 15 y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados. 16 Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.
Estaremos hablando sobre la oración en las próximas semanas y basado en lo que dice Lucas 18:1; “Orad siempre, y no desmayar”. Vemos a través de los Evangelios, la importancia de vivir una vida de oración, ya que Jesús, después de cada momento de oración, ocurrían los grandes milagros. Miramos también a Moisés, hombre de gran mansedumbre que cada ves que se enfrentaba a un dilema, postraba su rostro delante de Dios buscando la respuesta Divina necesaria. Grandes victorias vendrán a nuestras vidas cuando entendamos la importancia de vivir una vida de oración.
Pero hoy vamos a tratar de entender lo que significa la oración “eficaz o ferviente”. Pero primero definamos lo que significa la palabra Eficaz o ferviente = caliente, que suda con el calor, oración que hierve como el agua, oración que sale del centro de tu corazón.
¿Cuál es la mejor oración?
La mejor oración es aquella que da resultados. Ahora la religión trata de decir que toda oración tiene una respuesta, pero Dios a veces de dice que NO. Pero la Biblia dice lo contrario, si yo pido conforme a Su voluntad o lo que es lo mismo pedir bien, Dios responderá. La soberanía de Dios la cual le da a Él, el derecho a hacer lo que Él quiera le ha dejado decidir que todo lo que me pidas “BIEN” en el nombre de Jesús, Yo, Dios te lo concedo. Dios aunque te parezca errado, no puede hacer todo lo que quiere. Él esta sujeto a lo que ya ha declarado en Su Palabra. No podemos tomar las escrituras, leerlas y decir: “bueno es verdad pero Dios es soberano y hacer otra cosa diferente a lo que esta escrito aquí en la Biblia”. No, Dios nunca ira en contra o saltara Su Palabra ni por ti ni por mi. Dios esta sujeto a Su derecho Soberano que es Su Palabra. Todo lo que nosotros necesitamos y debemos y queramos saber de Dios, Ya esta escrito en Su Palabra.
Basado en lo que aprendimos la semana pasada, la oración es para comunicarme con Dios, creyendo y recibiendo lo que ya hemos recibido, basado en lo que esta escrito en Su Palabra, a través de Cristo Jesús.
La Oración no es para que Dios haga algo, tampoco es para llamar Su atención, es para creer y declarar lo que ya nos ha sido dado. En la oración no debemos tratar que Dios haga algo que no esta escrito en Su Palabra, sino conectar lo que ha ya ha sido hecho y pagado por nosotros a nuestras vidas. Entiende que la habilidad de ver oraciones contestadas esta en tu fe en Su Palabra y en Su poder de hacer las cosas tal cual El las ha dicho. “Si lo crees lo recibes”
Si yo deseo comunicarme con Uds., debo hacer en el lenguaje que Uds. Entienden. Lo mismo con Dios, el lenguaje que El entiende es Su Palabra.
Muchas veces oramos sin conocimiento y solo usamos la palabra “Yo quiero”. Y Dios NO entiende ese lenguaje. Dios solo contestara tus oraciones si utilizas Su Palabra o si oras en lenguas, ya que el Espíritu intercede por nosotros cuando no sabemos que orar. Pero la realidad es que tienes que usar una de las dos, preferiblemente las dos, pero por lo menos una.
Juan 14:13-14; 13 Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
Dios ya nos ha dicho cual es Su soberanía; “Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré”.
La oración contestada no es mi idea, sino es idea de Dios
Dios no falla cuando nuestras oraciones no son contestadas, NO, fallamos nosotros por no usar el lenguaje correcto. Aparte que si te mueve uno de estos motivos: El motivo equivocado o el método equivocado, no obtendrás respuesta de Dios.
Romanos 8:29; 29 Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos;
Nosotros hemos sido predestinados por Dios a ser imágenes o iguales a Jesús. ¿Cómo soy igual o a la imagen de Jesús?. A través de cultivar el fruto del Espíritu. Cada oración será contestada cuando tú caminas en el fruto del Espíritu como Él caminó.
Déjame darte tres categorías de oración:
1. Oraciones que cambian cosas o situaciones. (Oración de acuerdo, oración de fe, atar y desatar, intersección, oración de unidad, petición.)
2. Oraciones de alabanza y gratitud.
3. Oración de dedicación y consagración.
Deseo empezar ahora con el tipo de oración que debe presidir a toda oración de las que hemos hablado antes, y esta oración es la de hachar todas nuestras ansiedades, angustias, temores y preocupaciones sobre el Señor, sabiendo que tendrá cuidado de ellas. Porque si oro en temor, mi temor contaminará mi fe y mi fe corrompida no dará ningún fruto.
1 Pedro 5:7; echando toda vuestra ansiedad (preocupaciones, temores, angustias) sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.
¿Cómo podemos hacer esta oración?
Toda oración debe ser basada en mi fe en la Palabra de Dios. Mateo 13:22; 22 Y aquel en quien se sembró la semilla entre espinos, éste es el que oye la palabra, mas las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se queda sin fruto.
Mis preocupaciones o cualquier otra cosa que lleve a la oración, ahogara mi oración. La oración es sólo la avenida para ir y recoger tu cosecha.
Isaías 54:13; 13 Todos tus hijos serán enseñados por el SEÑOR, y grande será el bienestar de tus hijos.
La oración no empieza poniéndote de rodilla, ni juntando las manos, ni mirando arriba. La oración comienza con la “Palabra”. Comprendamos que no habrá oraciones efectivas sin la declaración de la Palabra de Dios. Toma la Palabra de Dios, meditarla, ve la visión de lo que oras, créelo que lo recibirás en el nombre de Jesús y te será hecho. Cuando no meditamos en el corazón la Palabra de Dios, No podrá salir de nuestro corazón la oración ferviente y efectiva que dará el resultado que esperamos. Pasar tiempo con Dios, meditando en Su Palabra, viéndote en la declaración que ha sido hecha sobre ti, creyendo, no mirando las circunstancias a mi alrededor, iniciara el combustible para poner en marcha tu declaración en oración.
La oración no es más que la declaración de la Palabra de Dios que Yo creo traerá el resultado que espero a mi vida.
Medita en: “grande será el bienestar de tus hijos”, declara esa Palabra, has la visión interna de lo que estas declarando y cree que lo recibirás.
Solo cuando tu veas en tu interior que “Grande será el bienestar de mis hijos”, ya lo tienes dentro de ti, esta hirviendo dentro, pasas tiempo calentando esa Palabra dentro de ti, meditando en ella, decláralo y Dios dirá: “Ángeles miren mi hijo _____ ya creyó en Mi Palabra, que sea hecho conforme a su fe.
Lucas 21:34; 34 Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo; 35 porque vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. 36 Más velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Mateo 6:25; 25 Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?
Tu procuración no añadirá nada a tu oración, al contrario la, dañará.
No estoy hablando de ser irresponsable y no preocuparte de nada, lo que digo es que si tu no puedes hacer nada al respecto, ponlo en las manos de aquel que tiene el poder de hacer algo al respecto, y orando darás ese problema a aquel que lo solucionara.
Cuatro cosas que darán seguridad a tu oración:
1. El amor de Dios hacia ti.
2. Su Palabra.
3. Mi fe es Su Palabra.
4. Pedir todo en el nombre de Jesús.
Oremos…