La llegada de Jesús a Jerusalén
Lucas 19:28-46
La gente hace cosas extraordinarias para recibir a las personas que considera como muy importantes.
Los equipos campeones mundiales son recibidos en los aeropuertos, organizan desfiles en su honor.
Las grandes celebridades han sido recibidas con papeles de colores y a algunos les dan las llaves de la ciudad. A gobernantes, reyes se les recibe con alfombras rojas, banquetes oficiales, paseos y grandes regalos.
Aun en nuestras casas cuando llega alguna persona importante hacemos un esfuerzo especial para hacer sentir bien a nuestros visitantes.
Hace 2 mil años en lo que hoy conocemos como Domingo de ramos la ciudad de Jerusalén tuvo un visitante especial. Esta persona había estado en la ciudad varias veces, peor en esta ocasión él mismo se presentaba en cumplimiento de Zacarías 9:9. El rey venía a Jerusalén. No todos le dieron la bienvenida a Jesús con entusiasmo; sin embargo hubo algunos que sí.
La llegada de Cristo a la ciudad de Jerusalén como un rey nos enseña algunas cualidades de Cristo
I. Un rey que exige obediencia 28-31
A. A veces se enfatiza más en la humildad de Jesús al llegar a Jerusalén, pero en este evento vemos al Señor hablando con autoridad.
B. Nos gusta la idea de un rey, pero como en España y en Inglaterra: sólo de adorno, pues los que toman las decisiones son los Primeros Ministros.
C. Jesús merece toda nuestra obediencia, y la única razón para obedecerle es porque así lo dice el Señor.
II. Un rey que es manso y humilde 32-35
A. Jesús sorprendió a la multitud al presentarse en un pollino (asno joven) y no en un caballo como lo hacían los grandes conquistadores y guerreros de su época.
B. Estaba predicando con el ejemplo lo que había enseñado en Mat. 20:26,27
C. El reino de Cristo es un reino de paz, un reinado en el corazón. No venía como un conquistador a liberar al pueblo del gobierno de Roma. Su reino no es de este mundo.
III. Un rey que merece alabanza 36-40
A. Los discípulos entregaron sus mantos (36) Tal vez sus únicas posesiones.
B. Los discípulos eran los que alababan a Dios (37) En los demás evangelios se menciona la palabra Hosanna, que significa “Sálvanos Dios ahora”
C. Los discípulos lo aclamaron como Rey (38)
D. Los incrédulos se opusieron a esta alabanza (39)
E. Jesús dijo que esta alabanza era necesaria; porque inclusive las piedras lo podrían hacer. (40)
IV. Un rey compasivo 41-44
A. La gente incrédula no se dio cuenta a quien tenía frente a sus ojos. No sabía que su paz estaba pasando frente a ellos.
B. Jesús lamentaba que no lo recibirían con gusto. Dice el vr. 47 que buscaban la oportunidad de matarlo.
C. Por eso Jesús lloraba al ver que en medio de tanta gente, en medio de la gran ciudad, y en unos cuantos días, él sería rechazado por su misma gente.
D. Estas palabras de Jesús se cumplieron unos 40 años después cuando un general romano llamado Tito sitió a la ciudad y la destruyó. En aquella lucha cruel, 600 mil judíos murieron.
Conclusión
Mucha gente no sabe qué es lo que celebramos hoy; mucho menos lo del viernes. Hoy debemos adorar a Cristo y postrarnos ante él como nuestro Rey poderoso que ha venido a salvarnos.