La iglesia pobre que era rica

La iglesia pobre que era rica


Apocalipsis 2:8-11


Introducción 


1. La ciudad de Esmirna quedaba a unos cuarenta kilómetros al norte de Éfeso. Se le llamaba «Puerto de Asia» porque tenía un puerto excelente sobre el Mar Egeo. La iglesia de esa ciudad luchaba contra dos fuerzas enemigas: una población judía muy opuesta al cristianismo, y una población no judía que era leal a Roma y apoyaba la adoración del Emperador. La persecución y el sufrimiento eran inevitables en un ambiente así. Esmirna actualmente es la ciudad de Izmir, en Turquía. 


2. ¿Usted en algún momento ha deseado saber en qué constituye las verdaderas riquezas? ¿Y por qué algunos que poseen muy poco de los bienes de esta vida parecen morar en serenidad y poseen gran paz de mente mientras que otros que regularmente se revuelven en la riqueza son miserables, son individuos frustrados? 


3. ¿En algún momento ha deseado saber por qué algunos pueden soportar grandes presiones y vencer poderosamente los obstáculos mientras que otros parecen tropezar en sus propios cordones de los zapatos y caer sobre sus caras para no levantarse ya más? O. T. Hoy estaremos tratando con tales preguntas en este sermón. 


I. LA DEDICATORIA. “Escribe al ángel de la iglesia en Esmirna…” (v. 8). 


1. Debe ser tenido en mente que “ángel” (Angelos) significa mensajero y no siempre significa un ser celestial. Es más bien improbable que estas cartas fueran dirigidas a seres celestiales. El ángel de la iglesia era uno que fue reconocido como mensajero por la iglesia. Puede haber sido un profeta inspirado, porque la voluntad de Dios no había sido revelada completamente y de esta manera el don de profecía no había cesado (1ª Cor. 13:8-10). Puede haber sido un evangelista que trabaja entre ellos en el ministerio de la palabra. 


2. La ciudad de Esmirna había sido fundada como colonia griega cerca del año 1000 A.C. Había sobrevivido a la destrucción y había sido reconstruida en un par de ocasiones en su larga y rica historia. Era una ciudad próspera, y a causa de su excelente puerto, permanece aún hasta este día, un importante puerto comercial. Nada nos es dicho acerca del comienzo de la iglesia en este lugar. Puede haber sido que la semilla del reino fue primero plantada allí mientras Pablo estaba en Efeso (Hch. 19:10). 


3. “El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto.” La misma clase de lenguaje que fue tan a menudo aplicada a Jehová en el Antiguo Testamento es aplicada a Jesús en el Nuevo Testamento. Véase por ejemplo, Salmo 102:25-27. El Salmo está describiendo y alabando a Jehová desde el principio hasta el fin, sin embargo, este es citado en Hebreos 1 y aplicado a Cristo. 


4. Se recuerda a la iglesia que su Señor es el conquistador de la muerte y ha vencido en favor de ellos. Esta imagen del Señor es muy apropiada para dar ánimo a quienes estaban bajo amenaza de sufrimientos y muerte. La expresión el primero y el postrero sugiere la eternidad del Señor Jesucristo. 


5. El que estuvo muerto y vivió. Sugiere que aun cuando los creyentes pudieran sufrir muerte, vivirían de nuevo en virtud de la resurrección de Cristo (Jn. 14:19; Apoc. 1.18; 2ª Tim. 2:8). La resurrección de Jesús es el punto principal sobre el que gira toda otra doctrina de la Biblia. 


II. APROBACION. “Yo conozco tus obras, y tribulación, y pobreza…” (v.9). 


1. Jesús conocía sus obras. Esto lo dice Él, de cada una de las iglesias. No podemos escapar a la penetrante visión de la gloria del Señor. Podemos engañar a las personas en la iglesia, a nuestros vecinos, a aquellos con quienes trabajamos, aún a los miembros de nuestras propias familias. Pero si albergamos dentro de nuestros corazones envidia, mala voluntad, odio o impureza; si participamos de las injusticias bajo la cubierta de la noche; el Señor conoce nuestras obras. No podemos engañarlo (Heb. 4:13). 


2. Cuando Jesús estuvo en la carne sobre la tierra, demostró en varias ocasiones Su conocimiento de las obras y pensamientos de los hombres (Juan 1:47-50; 2:23-25; 4:29). Jesús conoce nuestras obras. Conoce las obras de una iglesia. Sabe si están permaneciendo dentro de Su doctrina o no (2 Juan 9). 


3. Jesús conocía Sus tribulaciones. Las pruebas y tribulaciones tienen varios propósitos en la vida de los creyentes: 




  • 1) hacer que buenos cristianos sean mejores; 



  • 2) disciplinar a cristianos que se han apartado; 



  • 3) manifestar el poder y la gracia de Dios; 



  • 4) una oportunidad de tener comunión en los sufrimientos de Cristo; 



  • 5) derrotar a Satanás en su propio juego. 


4. El Señor nunca prometió a Sus discípulos un jardín de rosas en esta tierra. Nunca los arrastró a puñetazos diciéndoles de la tribulación y persecución que los visitarían para que las resistieran. Aquellos que se convirtieron en Sus discípulos lo hicieron así en pleno conocimiento de las dificultades que estaban adelante (Juan 15:18-20; 16:12). 


5. Pablo enseñó lo mismo (2 Tim. 3:12). No debiera ser una gran fuente de preocupación para el cristiano si los hombres lo menosprecian y destierran y hablan mal de él a causa de sus convicciones y puntos de vista no populares. Todos queremos hacer amigos y ser populares, pero hay algo de un valor mucho más grande que la popularidad y es la fidelidad a Cristo. Podríamos también reconciliarnos a nosotros mismos con el hecho de que nunca ha sido popular ser un cristiano. 


6. La acción en que a menudo comienza la tribulación es en la obediencia inicial de uno al evangelio. Cuando uno entiende y rinde obediencia a lo que la Biblia enseña y sale para hablarle a los demás acerca de este simple mensaje, tan fácilmente entendible, la tribulación empieza. 


7. El capítulo 2 de Hechos registra el primer sermón del evangelio. Después de que las verdades del evangelio fueron proclamadas, la gente se compungió preguntando ¿qué necesitaban hacer? (v.37). Pedro se los dijo (v.38). Aproximadamente tres mil recibieron gustosamente la palabra y fueron bautizados. 


8. A medida que leemos del libro de Hechos, encontramos que no pasó mucho tiempo antes de que empezaran a ser perseguidos. Esteban fue apedreado. Los apóstoles fueron encarcelados. Los discípulos fueron esparcidos fuera de su morada ordinaria. Santiago fue decapitado. Para el tiempo cuando llegamos al último capítulo de Hechos, encontramos a la iglesia referida como una secta de la que se hablaba en contra, en todas partes (Hch. 28:22). 


9. De la iglesia de Cristo es hablado en contra hoy día en todas partes. ¿Por qué? Porque aún creemos y predicamos la misma doctrina de aquellas personas que la creyeron y enseñaron. Lo trágico es cuando, no se habla nada de la iglesia de Cristo ni de los cristianos. Entonces sí: ¡es de preocuparse! 


10. Como los cristianos no tenemos comunión con las obras infructuosas de las tinieblas sino que más bien las reprende; como rehúsa adaptarse al mundo sino que más bien es transformado por la constante renovación de su mente; como habla contra toda falsa doctrina y condenable de los hombres y rehúsa participar de tales cosas como las revistas sucias e indecentes que contaminan los puestos de revistas, y las películas pornográficas, y la bebida: Será ridiculizado y perseguido por las pruebas. 


11. Jesús conocía su pobreza. Dijo, “Pero tú eres rico” (v. 9). Note el contraste entre esta iglesia y la iglesia en Laodicea (3:17). Laodicea era una iglesia rica y pobre. Rica en cosas materiales pero en lo espiritual, pobremente agobiada. Esmirna era una iglesia pobre y rica. Eran pobres en plata y oro y en las cosas que un hombre pudiera poseer, pero el Señor dijo, “tú eres rico.” 


12. Jesús dijo, “…porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (Luc. 12:15). Parece que ninguna verdad es mejor ilustrada para la visión pública todos los días que esta. Los periódicos claramente vociferan las noticias de que las riquezas no hacen feliz a las personas y no las llenan con la paz mental. Pero debemos continuar creyendo exactamente lo mismo. 


13. Todos nosotros a veces caemos en el invento familiar del pensamiento de que si simplemente tuviéramos tanto dinero en la cuenta de ahorros, o si pudiéramos proveernos de un carro nuevo, o de una casa mejor, seríamos felices. Hay dos razones muy verdaderas por las que debiéramos saber que lo tal no contribuirá a la verdadera felicidad y vida abundante. 




  • 1) A causa de toda la evidencia que está alrededor de nosotros, sucede tan a menudo que aquellos que se imaginan que serán los más contentos, que tienen no solamente riquezas, sino fama y placer, terminan su existencia con una sobredosis o una bala. 



  • 2) Porque las cosas están hechas para el tiempo, pero nosotros estamos hechos para la eternidad. “…ha puesto eternidad en el corazón de ellos…” (Ecles. 3:11). 


14. No es posible para el hombre encontrar la satisfacción final con las cosas temporales de la existencia y el placer del pecado por una temporada. Salomón concluyó el libro de Eclesiastés por medio de afirmar que el temor a Dios y guardar Sus mandamientos es el todo del hombre (12:13-14). 


15. Jesús alabó a la iglesia en Esmirna porque habían encontrado la verdadera riqueza. Estaban en la pobreza. Tenían pocas posesiones materiales. No tenían parte en la riqueza de la ciudad. Pero eran ricos. Eran ricos en bendiciones espirituales. Mateo 19:29 enseña que el cristiano es rico, tanto en esta vida y en la herencia que recibirá cuando el Señor sea revelado desde el cielo. 


16. Jesús conocía la blasfemia de aquellos que dicen ser judíos y no lo son, sino que son de la sinagoga de Satanás. ¿Quiénes eran estos? Juan declara que estos judíos, aunque tienen el nombre honrado que corresponde al pueblo de Dios, en realidad son sinagoga de Satanás. El verdadero pueblo de Dios ya no es Israel según la carne, sino los que creen en Jesucristo el Hijo de Dios, sean judíos o gentiles (Gál. 6:16; 1ª Pedro 2.9-10). Así que judío en el sentido más importante de la palabra significa la iglesia de Jesucristo y no el pueblo histórico. 


17. Del mismo modo hoy día, uno puede ser religioso, sincero y celoso, y no ser salvo. Si su celo no es acorde al conocimiento, y si no se ha sometido a la justicia de Dios, entonces no está salvo y es de la sinagoga de Satanás. Pertenece al Diablo y no al Señor. Pero también, donde sea que apliquemos presión o violencia a otros por sus creencias, estamos sirviendo a Satanás. La verdad de Dios se difunde por la persuasión del Espíritu Santo y del amor, no por la imposición o la fuerza. 


III. LA EXHORTACION. “No temas en nada lo que vas a padecer…” (v. 10). 


1. El temor es el gran ladrón de las paz mental. La ausencia de temor es una herencia que disfruta el cristiano fiel y verdadero. Algunas cosas no se mezclan. El temor y el cristianismo son dos de aquellas cosas. No obstante, muchos que afirman ser cristianos están afligidos con los temores y las preocupaciones. Pero como la sombra desaparece con la aparición del sol, del mismo modo cuando el lucero del alba aparece en nuestros corazones, los temores se disiparán ante nuestros ojos (2 Ped. 1:19). 


2. ¿A qué le tiene temor hijo de Dios? ¿El pasado? No (Filip. 3:13- 14). ¿El futuro? No. Dios tiene el futuro y la corona de vida es la esperanza permanente para el cristiano. ¿El hombre? No (Mat. 10:28). Si uno tiene un correcto temor por Dios, todos los otros temores son traducidamente innecesarios (Heb. 13:6). ¿Las incertidumbres de la vida? No (Mat. 6:25-34). 


3. El diablo echará a alguno de vosotros en la cárcel para que seáis probados… La voluntad permisiva de Dios juega un papel importante en las pruebas de los creyentes. En aquel entonces los cristianos eran acusados de ser desleales al emperador porque adoraban al Rey Jesús. Se les acusaba de ser ateos, porque adoraban a un solo Dios, en contraste con los romanos que eran politeístas. Además, se les acusaba de inmoralidad, porque celebraban ágapes o fiestas de amor cristiano a las que no se permitía la entrada de los inconversos. 


4. Los diez días no serán literales sino que representan un período de sufrimiento comparativamente corto. Debían tener coraje porque su tribulación sería por una duración limitada. 


5. La fidelidad es la clave. Las promesas de este libro no son simplemente para cualquiera. Son para los fieles. He escuchado a personas del mundo hablar de cuan pacíficos y maravillosos los hace sentir el leer la Biblia. Necesitan leer con más discernimiento. Las promesas no son para ellos. No hay consolación, aliento, en el Salmo 23 para aquel que no está en el rebaño del Señor. No hay aliento en la oración modelo, “Padre nuestro, que estás en los cielos…” para aquel que no está en la familia de Dios. 


6. Dios permite esta persecución para que seáis probados. Todas las dificultades de la vida de fe son oportunidades para confiar en Dios y aprender a perseverar en su poder. Por lo tanto, el cristiano no debe tener temor de lo que ha de padecer. El temor debe impulsarnos a acudir a Dios y pedir su ayuda.


7. Esta exhortación termina con una asombrosa contradicción: Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Para vivir, ¡Hay que morir! Tenemos la responsabilidad de permanecer fieles hasta la muerte. No simplemente hasta la muerte, sino aun, si esto significa morir. La corona de vida es para nosotros. 


8. La corona se refiere a la guirnalda que fue puesta en la cabeza del ganador de la competencia en los juegos griegos. El creyente que complete su carrera mostrando fidelidad y confianza hasta el momento de la muerte recibirá como galardón la vida eterna al lado del Señor. Quien coronará será el Rey de reyes y Señor de señores. 


IV. LA PROMESA. “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu…” (v. 11). 


1. Se le recuerda a la iglesia y al lector que el mensaje tiene aplicación a todo aquel que tenga el oído para escuchar y obedecer al Espíritu Santo. La Biblia habla de una muerte física o terrenal (Mt. 10:28) y una muerte eterna (Apoc. 20:6). 


2. La muerte eterna es “la segunda muerte” que significa la separación eterna entre la persona y Dios. La segunda muerte tiene lugar en el lago de fuego (Apoc. 20:14-15). La segunda muerte es identificada en Apoc. 20:14 como la separación eterna y final de Dios cuando uno sea arrojado al lago de fuego (Daniel 12:2; Juan 5:29). 


3. No hay condenación cualquiera que sea para esta iglesia. Nosotros de la misma manera ordenemos nuestras vidas para que el Señor diga, a pesar de la tribulación y pobreza que pudiera sobrevenirnos, “tú eres rico”. Seamos obedientes al Señor de señores y continuemos fieles porque en Cristo hemos vencido la segunda muerte y recibiremos la corona de la vida. 


Conclusión 


1. La iglesia de Esmirna era pequeña en número y pobre en recursos materiales. Los creyentes de Esmirna eran perseguidos y acusados ante las autoridades romanas por un grupo de judíos. 


2. A pesar de las limitaciones y las dificultades, los cristianos de Esmirna tenían recursos espirituales con los que hacían frente a los enemigos del cristianismo. La iglesia de Esmirna no se dejó vencer en medio de las pruebas y persecuciones que fueron severas. Pues, uno de sus líderes Policarpo murió en la hoguera. Esta iglesia nos da un ejemplo digno de imitar. Y que sí es posible ser cristiano en medio de un mundo hostil.