La iglesia indiferente

La iglesia indiferente


Apocalipsis 3:14-22 


Introducción


1. Esta ciudad de Laodicea fue fundada cerca del 250 A.C. por Antíoco II, el rey de Siria. Fue llamada a la manera de su esposa, Laodicea “justicia del pueblo.” La ciudad, a causa de su ubicación estratégica, se convirtió en un gran centro de comercio. 


2. En la ciudad se efectuaban grandes transacciones bancarias, de donde provenía su opulencia económica; tenía una floreciente industria de tejidos de fina lana negra y sus famosas alfombras; era sede de una prestigiosa escuela de medicina. 


3. Vivimos en mundo de indiferencia. La vemos y la conocemos por todos lados. A la gente le gusta participar en muchas cosas, si pero en dónde no se le demande entrega. Es más éste es el tiempo de la indiferencia. De sentirnos los autosuficientes. 


4. En la iglesia de Cristo no existe la indiferencia. Si no todo lo contrario: Sí ¡Todos somos diferentes, pero al Cristo de los evangelios! Si, miré usted al miembro promedio de iglesia. La mayoría tiene un trabajo, un techo dónde vivir y alimento que comer, una iglesia dónde congregarse, lideres que le ayudan en su crecimiento espiritual. Que esperamos de respuesta: Indiferencia. 


5. Pero la indiferencia no se compra en la farmacia de la esquina ni en productos de importación, ni en productos que prometen darle resultados inmediatos (Omni… ¿qué?). Se adquiere, es más se contagia fácilmente. Quizá en este día está alguno sentado a su lado y ya lo ha contagiado. 


6. Pero es algo que día a día se va apoderando de usted y cuando se de cuenta usted es un frío. ¡No! Un tibio, que ni le va ni le viene. Sino todo lo contrario. Le da igual. Si le damos un fuerte alimento espiritual, le da lo mismo. Si nos esmeramos en darle el mejor discipulado, le da lo mismo, si hacemos un culto ameno y alegre, le da lo mismo. En suma es una persona que ni le va ni le viene. O. T. Vayamos pues a considerar el porqué se es indiferente al Señor con sus terribles consecuencias. 


I. LA DEDICATORIA: “El Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios dice esto” (V. 14). 


1. Generalmente usamos la palabra “amén” al cierre de una oración y queremos decir que “así sea.” La palabra es usada en este sentido en la Biblia. “Amén” es ciertamente una palabra hebrea derivada de una raíz significando fortaleza y firmeza. 


2. La palabra es aplicada a Cristo en 2 Cor. 1:20. A menudo el uso de las palabras: “De cierto, de cierto….” En el griego, esto es: “Amén, amén….” El significado parece ser “verdaderamente….” Cuando Jesús se describe a sí mismo como el Amén, simplemente afirma que Sus palabras, promesas, y afirmaciones son fieles y verdaderas yendo más allá de cualquier duda. En él todas las promesas de Dios son confirmadas (Rom. 15:8). 


3. Jesús entonces se llamó a sí mismo el testigo fiel y verdadero. Para uno ser testigo, debe tener un conocimiento personal del testimonio que da. En Juan 8:13, los fariseos acusaron a Jesús de dar testimonio de Él mismo y dijeron que Su testimonio no era verdadero. Jesús respondió: “Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de donde he venido y a dónde voy….” Jesús es el testigo fiel y verdadero. Vino para dar testimonio del Padre. Él era fiel al hacerlo así, no haciendo simplemente Su propia voluntad, sino la voluntad del Padre. 


4. La tercera descripción que Jesús dio de si mismo es: “El principio de la creación de Dios.” ¿Quiere decir esto que Jesús fue el primero en ser creado? Los Testigos de Jehová y los Mormones usan este versículo para tratar de probar que Jesús mismo fue creado. Si este es el caso, Jesús no sería Dios. No podría ser Deidad si no es eterno. 


5. Hay un número de pasajes que exponen la existencia eterna de Jesús. Es dicho que él es “desde los días de la eternidad” (Miqueas 5:2; Mateo 2:6). El era “en el principio” (Juan 1:1-2,14). La parte de Jesús en la creación es afirmada en muchas escrituras (Juan 1:3; Col. 1:16-17; Heb. 1:2). Si El es “antes de todas las cosas” obviamente no podría ser un ser creado. 


6. La frase aquí en Apocalipsis 3:14, “el principio de la creación de Dios”, simplemente significa lo que es afirmado en todos estos pasajes. Thayer dice que la palabra arche que es traducida “principio”, significa: “origen” o “fuente”. De manera que Jesús es aquí llamado el origen o la fuente de toda la creación. Tales pasajes como estos explican por qué en Gén. 1:26 encontramos a Dios diciendo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.”


II. LA DENUNCIA: “Yo Conozco tus obras, ni eres frío ni caliente… te vomitaré de mi boca” (Vv. 15-16). 


1. Las cosas tibias tienen un efecto nauseabundo acerca de ellas. La mayoría de las personas pueden comer su comida caliente o fría, pero la comida tibia no es muy aperitiva. Nos gustan las bebidas calientes o frías, pero las comidas tibias son nauseabundas. 


2. La leche fría es buena y la caliente puede ser tomada, pero después que la leche se ha vuelto tibia es repugnante. El café caliente es bueno y a mucha gente le gusta, pero no el café tibio. 


3. El Señor dijo que estos miembros en Laodicea eran tibios. No estaban por, ni contra Cristo. Eran indiferentes hacia el verdadero cristianismo. Una de las cosas más difíciles en el mundo para hacer algo bueno es con la indiferencia. Alguien ha dicho que si Cristo hubiera venido en nuestro siglo, no habría sido crucificado, sino más bien, ignorado. Como esta carta lo muestra, el mundo estaba lleno de estos en el primer siglo. 


4. El Señor quiere más bien que uno sea frío o caliente antes que tibio o indiferente en su vida y servicio. Así que tibio, sugiere que hubo un tiempo en que los creyentes de Laodicea eran valientes, pero ahora se habían enfriado. Creo que pueden haber varias razones para esto: 


5. Uno que es frío hacia Cristo y no profesa amor por Él, hará a la causa de Cristo casi tanto daño como el miembro tibio de la iglesia. La persona cuya única muestra de cristianismo es una hora a la semana el domingo por la mañana, es el más grande estorbo en el mundo para el evangelio de Cristo. Si una persona no ama al Señor lo suficiente para reunirse y adorarle en los días de reunión que como iglesia se le cite; si no ama al Señor lo bastante para estudiar Su Palabra y hablarle de ella a otros; y si no ama al Señor lo suficiente para vivir acorde a esa Palabra, entonces no ama al Señor lo suficiente. 


6. El miembro tibio de la iglesia es un obstáculo más grande que el borracho en la cantina, el apostador en la mesa de dados, o el ateo en el salón de clase. Jesús dice que preferiría que uno fuera un borracho, un apostador, o un reconocido ateo, que ser un cristiano tibio. Ese es lenguaje fuerte, pero eso es lo que está siendo enseñado en esta declaración. 


7. “Vomitar.” Jesús dice que el cristiano aparente, tibio, es nauseabundo para Él. La descripción aquí es esa de apostasía. El cristiano que descuida una salvación tan grande, y se vuelve frío e indiferente hacia Cristo, pierde su contacto con Cristo. 


8. Debemos de meditar en éstas palabras los cristianos de nuestros días. Piensa que no es ateo, pero que difícil le es llamarse hijo de Dios ante los que le conocen. Parece que no está en el mundo pero lo mira al igual que la mujer de Lot. Nuestra alma está dividida en dos: en el templo es usted santo, pero fuera de él, un mundano. No se puede servir así, por eso nos enfriamos para con Dios. Tal creyente no puede ser agradable al Señor.


III. LA CONDENACION: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad….” (V. 17). 


1. “Porque tú dices.” Hoy se le llama a eso “la autoestima,” la de los creyentes de Laodicea era desproporcionada, tenían una vanagloria en si mismos. Estaban aparentemente en la alta sociedad. Eran ricos en la medida que las cosas materiales estaban implicadas. 


2. Probablemente tenían un buen lugar de reunión en una parte elegante del pueblo. Laodicea era una ciudad rica. Ciertamente era el centro bancario de Asia Menor. Fue una de las ciudades más ricas en el mundo antiguo. No hay nada de malo con la riqueza en si misma. 


3. Pero presenta algunas tentaciones muy peligrosas para todos sus propietarios: 




  • A) Esto es ilustrado por la narración del joven rico de Mateo 19. Jesús dijo a Sus discípulos que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que para un rico ser salvo. ¿Significa esto que para un rico es imposible ser salvo? No. El continuo diciendo: “Para los hombres esto es imposible; más para Dios todo es posible.” 



  • B) La razón es que el rico tendía a confiar en sus riquezas antes que en el Dios vivo. Este era el problema de los Laodiceanos. Pablo tiene mucho que decir sobre el peligro de las riquezas en 1 Tim. 6:8-10,17-19. El amonestó a los ricos a no confiar en la incertidumbre de las riquezas. Aquellos en Laodicea estaban confiando en las riquezas inciertas. Eran tan ricos que no sentían la necesidad de Dios. 


4. La pobreza espiritual de una iglesia debido a una triple condición: 




  • 1) Pobre: espiritualmente en bancarrota, como un niño de la calle que nada tiene; 



  • 2) Ciego: era incapaz de ver su propia condición; 



  • 3) Desnudo: Sin un mínimo de genuina vestidura espiritual. 


IV. LA EXHORTACION: “Yo te aconsejo…oro… vestiduras blancas y unge tus ojos” (Vv. 18-19). 


1. Este oro no podía ser obtenido en los bancos de Laodicea. Este podía ser comprado únicamente al Señor. 1 Ped. 1:7 podría ayudarnos a determinar que es este oro. Enseña que como el oro refinado en el crisol es más puro y fuerte, por tanto, nuestra fe, cuando es probada con numerosas pruebas, es más fuerte y de mayor valor que el oro que perece. 


2. Como Barclay lo pone: “La riqueza puede hacer muchas cosas, pero hay cosas que por más dinero que se tenga jamás podrá conseguirse. La riqueza no puede comprar la felicidad; ni puede darle a nadie un cuerpo o una mente sana; la riqueza no puede consolar al que sufre una pena; la riqueza no puede comprar la amistad verdadera para el que ha quedado solo. 


3. Si todo lo que tenemos para enfrentar la vida es nuestra riqueza, somos verdaderamente pobres en recursos. Pero si alguien tiene una fe que ha sido probada y refinada en el crisol de fuego de la experiencia, no hay nada que no sea capaz de enfrentar y es, verdaderamente, rico como nadie. 


4. El Señor también les aconsejó para que compraran vestiduras blancas de manera que pudieran vestirse y no apareciera la vergüenza de su desnudez. Laodicea era un gran centro de elaboración de vestidos. La lana negra producida de las ovejas era bien conocida a través del mundo. 


5. Pero la clase de desnudez sufrida por la iglesia allí, ni las buenas lanas podrían cubrirla. Estaban desnudos espiritualmente. ¿Qué son las vestiduras blancas referidas aquí? Con toda probabilidad es el carácter puro, santo y hermoso con el que el alma del cristiano debe ser vestida (Gál. 5:22-23; Col. 3:12-15). Tales pasajes como estos deberán ser de ayuda en la determinación de lo que son las vestiduras blancas del Cristianismo. 


6. El Señor dice: “Y unge tus ojos con colirio, para que veas.” Laodicea era un centro médico del mundo antiguo. Era notable especialmente por el ungüento para el oído y los ojos que era vendido a través de toda la tierra. Pero el ungüento de Laodicea no podía ayudar a su ceguera. Estaban ciegos espiritualmente (2 Ped. 1:9). Necesitaban verse así mismos como Dios los veía. Necesitaban recibir de Dios las verdaderas riquezas, la verdadera justicia, y la verdadera visión. 


7. En el v.19 encontramos una calurosa exhortación en esta severa carta a una iglesia en la que Jesús no pudo encontrar nada para alabar. De las siete cartas, esta es la única que no contiene alabanza de ninguna clase. El v.19 es una cita de Prov. 3:12. Es también citado y expandido en Heb. 12:5-11.


8. La enseñanza es que es muy natural del hijo recibir castigo cuando es necesitado, y es muy natural del padre dar castigo cuando es necesario. El castigo iba a venir en forma de persecución. En el v. 11 dice: “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” 


9. La mejor forma de arruinar un hijo es dejarlo que tome su camino y haga lo que quiera. La mejor forma de arruinar un atleta es quitarles el vigoroso entrenamiento y disciplina que lo hace un atleta. La mejor forma de arruinar un ejército es remover la disciplina y las penalidades. El mismo principio se aplica al ejército del Señor. 


10. La palabra “reprender” significa hacer que una persona vea el error de sus caminos y se arrepienta. No significa recontar o gritarle a una persona o regañarla. No significa decirle cosas irritantes. Significa hablarle de tal manera que pueda ser iluminado en cuanto a sus malos caminos (2 Tim. 4:2-4). 


11. El dice, “Sé, pues, celoso, y arrepiéntete.” En otras palabras, que deje de ser tibio y se vuelva caliente. Que se vuelva de su complacencia e indiferencia y se vuelva celoso por la verdad de Dios. Estos Laodiceanos eran lo opuesto en su actitud hacia los judíos de quienes Pablo escribió en Rom. 10:1-3. Dijo que ellos poseían celo, pero no acorde al verdadero conocimiento. 


12. Estos en Laodicea tenían el verdadero conocimiento, pero no tenían celo. No se que es peor. Una persona con celo pero sin conocimiento es peligrosa. Hará algo aún si este es incorrecto. Pero una persona con conocimiento pero sin celo, es inservible. Es inservible para Dios, Cristo, la iglesia, y él mismo.


V. LA PROMESA: “Yo estoy a la puerta y llamo… si alguno oye mi voz… le daré que se siente conmigo en el trono” (Vv. 20-21). 


1. En el v. 20 el Señor extiende una invitación amorosa. La terrible ironía de estas palabras es que él es descrito estando afuera de las puertas de Su iglesia. ¡Qué increíble es que Cristo haya de ser impedido entrar en su propia iglesia! ¡Que amor! ¡Todavía nos solicita entrar! 


2. Él dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” En este pasaje vemos la buena voluntad y ansiedad de Cristo por entrar a nuestras vidas y andar con nosotros. Jesús está a la puerta y llama. Busca entrar en nuestras vidas. 


3. Este pasaje también sugiere la estrecha comunión que Cristo busca con Sus discípulos. La palabra “cenar” hace referencia a la comida de la noche, la principal comida del día para los griegos. No era una comida de afán sino un momento de casual asociación conjunta. El lenguaje usado aquí podría recordarle a uno la Cena del Señor. 


4. Pero esto no es lo que está en perspectiva. Más bien, el pasaje habla de una comunión continua y sostenida que podemos disfrutar con el Señor. Otra lección es la responsabilidad del hombre. Cristo no entra a nuestras vidas sin nuestro consentimiento y obediencia. El llama a la puerta. Podemos responder, o podemos rehusar contestar. 


5. Barclay dice: “Tendremos una imagen clara y correcta si recordamos que en oriente los tronos eran más como un diván que como un sillón. El que salga victorioso en la batalla de la vida compartirá el trono del Cristo victorioso.” 


6. La victoria de Cristo sobre la muerte garantiza la victoria para cada uno de nosotros que permanezca fiel a Él (Rom. 8:16-18; 2 Tim. 2:12). “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Las aplicaciones deben ser hechas a nuestras vidas y mentes a medida que estudiemos tales pasajes como estos. 


Conclusión 


1. ¡Qué iglesia! Laodicea representa de una manera muy gráfica el tiempo que vivimos. Abunda la vida lujosa mientras hay almas que perecen por falta del evangelio. Los cristianos estamos llevando coronas en vez de cruces. 


2. Nos agitamos y nos comprometemos más por los deportes, la política, la TV que por Cristo. Hay en nosotros una falta de necesidad espiritual, poco anhelo por un verdadero avivamiento. 


3. Damos la mayor parte de nuestras vidas al mundo de los negocios y luego entregamos al Señor lo que nos resta de energía. Acumulamos en lugar de abandonar, amontonamos tesoros en la tierra en lugar de en el cielo. 


4. Por favor métase muy bien esto en su cabeza y corazón: El miembro tibio de la iglesia es un obstáculo más grande que el borracho en la cantina, el apostador en la mesa de dados, o el ateo en el salón de clase. Jesús dice que preferiría que uno fuera un borracho, un apostador, o un reconocido ateo, que ser un cristiano tibio. 


5. ¿Es usted así? ¿Qué va a hacer usted que por no ser ni frío ni caliente se dispone el Señor a vomitarle de su boca? ¡Si es posible ser hoy… un cristiano caliente!