La iglesia de Jesucristo, un centro de restauración

La iglesia de Jesucristo, un centro de restauración


La Iglesia de Jesucristo debe de estar hablando y haciendo lo que nuestro Señor Jesucristo hablaba y hacía estando aquí en la tierra entre su pueblo, para que verdaderamente sea un centro de restauración o al menos aspirar a llegar a serlo, para que esto pueda llegar a ser una realidad en nuestras iglesias, es necesario que se encuentren operando todos los ministerios dentro de cada una de las Iglesias locales “y el mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” 4:11-12 A estos ministerios podemos agregar otros, como el ministerio de intercesión, y de liberación, ¿Por qué? Porque el Señor liberaba, intercedía, etc.

Cristo se ha multiplicado en cada cristiano.

Esto nos enseña que estamos para hacer lo que Cristo hablaba y hacía, hasta estos momentos a través de un organismo complejo y con múltiples funciones llamado el cuerpo de Cristo o Iglesia donde Cristo es la cabeza y es quien coordina las acciones y funciones de su cuerpo, (al menos esto es lo que debería ser), y no de manera individual como Él lo hacía, puesto que solo en Él estaba la presencia (E. Santo ) Esta es la misma presencia que una vez estuvo en el tabernáculo, en el lugar Santísimo, en ese pequeño altar llamado arca del pacto y que ahora la presencia del E. Santo se encuentra en el cuerpo de Cristo (Iglesia), la cual es su templo, porque es El E. Santo quien hizo por medio de nuestro Señor Jesucristo todas las maravillas que nos Habla su evangelio, fue el E. Santo quien por medio de Moisés hizo todas las maravillas mientras el conducía la presencia de Dios por el desierto y es El E. Santo quien ahora reposa en la Iglesia quien hace las maravillas que asta ahora sigue haciendo, pero para que esto suceda en nuestra congregación debemos tener el corazón de Dios, como lo tuvo Moisés, como lo tuvo David, como lo tuvo nuestro Señor Jesucristo; Dios quiere seguir haciendo maravillas, levantando ministerios en cada una de las Iglesias locales, sólo busca hombres conforme a su corazón, que su único deseo sea que el reino de los cielos se extienda y se establezca aquí en la Tierra, y para esto se necesita mucha obediencia y mucho discernimiento, para no ser movidos por nuestros “buenos sentimientos”, o nuestras emociones y sujetarnos a Él, así como El estuvo sujeto al Padre, así la Iglesia debe de estar sujeta al Dios trino, para que tome el lugar que le corresponde (el trono de nuestro corazón y el trono en la Iglesia), gobernando nuestras vidas y así tenga la libertad para actuar y nosotros el concretarnos, líderes y discípulos a obedecer, con esto quiero decir que a veces como líderes o como discípulos, tomamos un lugar que solo le corresponde al Señor, esto es mandar y gobernar nuestras vidas, y como a sí aprendimos, así vamos a enseñar: mandando y gobernando la Iglesia a nuestra manera usurpando el lugar que solo a Él le corresponde como Señor que decimos, es de nuestra vida y de la Iglesia, de lo cual Él nos dio ejemplo tomando la condición de siervo. Cristo es el grano de trigo que calló a tierra y murió para llevar mucho fruto. Juan 12:24 Nosotros, los que hemos creído en El, somos el fruto de su aflicción, Isa. 53. Con las mismas características de aquel grano de trigo original (Cristo) que cayó a tierra (muriendo y siendo sepultado). Sólo hombres restaurados pueden traer restauración.

No podemos dar lo que no tenemos. En definitiva, el cristiano tiene que ser restaurado a la imagen y semejanza de nuestro Señor Jesucristo; máxime cuando se aspira a un ministerio, dentro de la Iglesia mucho se habla de restauración sin entender la esencia de lo que esto significa, ser restaurado es dar el fruto que el E. Santo demanda de nosotros y que nuestro Señor Jesucristo dio; ser restaurados es tener el carácter de Cristo, rasgos o características que vinieron a ser la diferencia entre el hombre natural o carnal, el que hace y deshace sin considerar a Dios y al hombre espiritual, el que considera a Dios en todos sus caminos es aquel que no tiene dioses delante de Dios, que depende de Dios, confía en su Dios, aprende de su Señor a ser manso, humilde y ser valiente para enfrentar a los farsantes espirituales (fariseos) que con sus doctrinas de hombres manipulan y tuercen las verdades del Evangelio. Los que defienden el Evangelio de Jesucristo, están defendiendo a su Re! y, éstos y solo éstos pueden traer una verdadera restauración al cuerpo de Cristo, éstos no buscan intereses personales, porque su único interés es traer Gloria para su Señor. Tantos rasgos espirituales tenemos que estar copiando de nuestro Señor Jesucristo, tantas cosas para que verdaderamente Él, venga a ser, el modelo de vida para el cristiano, y así venir a ser los testigos fieles Hechos 1:8 (aquellos que dan un testimonio fiel de aquel que los envió). Así como Él fue un fiel testigo del Padre que le envió, mientras más fiel sea la copia que nosotros tomemos de Él, nuestra restauración será más fiel y por ende, seremos mejores testigos de nuestro Señor, no seremos para vituperio de su santo nombre, sino para su alabanza. Jacob un ejemplo de la verdadera restauración. Jacob el hombre según la carne e Israel es el hombre espiritual. ¿Cuándo pasó de ser un hombre carnal a ser un hombre espiritual? Cuando conoce a Dios. Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma Gen. 32:30. Dos cosas suceden en este momento

1. Conoce a Dios en todas sus facetas: misericordia, amor, perdón, justicia, santidad, poder, características o carácter de Dios.

2. Fue librada su alma, en otras palabras fue librado de la vieja criatura carnal, la cual esta viciada conforme a los deseos engañosos Ef. 4:22 y a consecuencia de esto se le dio un nombre nuevo; Israel el cual corresponde al hombre espiritual o restaurado a la imagen y semejanza de su Dios. A partir de ahí le salió el sol de justicia (la presencia de Dios) y cojeaba de su cadera Gen.32:3. Esto nos enseña que los que verdaderamente les sale el sol de justicia y caminan en pos de El, sus vidas cambian, son transformados, son restaurados y como evidencia de su encuentro con el Señor, cojean de sus caderas, es decir caminan humillados delante de su presencia.

El proceso de restauración es un proceso que dura toda la vida.

El cristiano no es perfecto, el cristiano es perdonado. Ese proceso inicia cuando entra en pacto con su Señor, este pacto es un pacto de sangre donde se encuentran involucrados, Cristo el cordero pascual que derramo su sangre inocente para cubrir y quitar el pecado del pecador arrepentido, quien se acerca al Señor para sujetarse a su señorío, esto es a sus preceptos, estatutos y mandamientos en una palabra a su evangelio para venir hacer un súbdito más del reino de los cielos, y así como en todo reino existen leyes que se tienen que respetar , así en el reino de los cielos que se está estableciendo aquí en la tierra, el evangelio del reino se tiene que guardar y respetar, y todo aquel que diciéndose súbdito (Cristiano) del Rey, no guarda su palabra, se hace trasgresor del pacto y desobediente a su Señor, quien se entristece y da tiempo para que su hijo rectifique sus actitudes, o de lo contrario sufrirá justas consecuencias.

“Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabrios, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. Hebreos 9; 19-20.

El cristiano no es perfecto; el cristiano es perdonado, esta es una gran verdad, pero debemos de saber que el cristiano debe de tener una buena disposición y atender a los recursos que Dios ha puesto a su alcancé (evangelio, E. Santo, el recurso de la oración, etc.) para que esta restauración que dura toda la vida tenga avances, porque de lo contrario su Señor lo llamará a cuentas y vamos a dar cuentas por causa de el tiempo, porque Dios le demandara más al que tiene 15 años en el evangelio que al que tiene 1 año y aún las demandas serán mayores si este se encuentra en una posición de liderazgo, porque tendrá que dar cuentas por sí mismo como por aquel pueblo que está liderando y horrenda cosa es caer en manos de un Dios vivo. Porque así te dice Jehová: Os haré pasar por la vara, y os haré entrar en los vínculos de el pacto; y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se revelaron contra mi: de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, más a la tierra de Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jehová Ezequiel 20; 37, 38. 1° Dios nos pasará por la vara (Cristo) es la medida, Cristo es el modelo de vida para el cristiano y bajo este estándar ¿Quién puede estar firme delante de su presencia? Nadie, pero de acuerdo a esta medida habrá demandas por causa del tiempo y por causa de nuestro ministerio, porque al que mucho se le da mucho también se le demanda. Las alianzas se establecen con aquellos que guardan el pacto. Hoy en día se habla mucho acerca de la unidad en el vínculo de la paz lo cual es correcto, si consideramos que aquellos con los que concertamos alianzas están adheridos a los vínculos del pacto, porque seguramente existirán diferencias, pero que si somos solícitos en guardar la unidad en el vínculo de la paz seguramente nos edificaremos unos a otros y podremos llegar a buenos acuerdos si nos dejamos regir por el amor y la humildad para guardar susodicha unidad.

Recuerde que hay elementos que nos unen como hermanos en Cristo Jesús, estos son: La sangre del cordero, su palabra, y su E. Santo y como la familia de Dios nos encontramos ante una mesa espiritual, esta mesa nos habla de unidad, comunión con nuestros hermanos y con Dios, por estar participando del cordero pascual (su evangelio) y su sangre que nos cubre cuando hemos entrado en pacto. Pero dígame ¿Cuántos no han apostatado de la fe? ¿Cuántos no le han dado la espalda al Señor predicando a su manera?, predicando doctrinas de hombres ¿Podrá tener alianzas o pactos con tales personas? De ninguna manera, tal parece que nos encontramos como en el tiempo de los jueces, “cada quien hacia lo que bien le parecía “ la palabra de Dios nos dice: Has probado a los que se dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos Apo.2;2. Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tu eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser Judíos (cristianos) y no lo son, sino sinagoga de Satanás. Apo. 2: 9 ¿Se da cuenta? hay judíos (cristianos) que no lo son, sino sinagoga de Satanás ¿concertará alianzas con tales personas? ¿tiene el discernimiento paras diferenciar entre los que sí son y entre los que no son? Mire lo que sucede cuando así actuamos por no tener el discernimiento ni la revelación de la palabra; “Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad (hizo alianza) con Ocozías rey de Israel, el cual era dado a la impiedad, e hizo con el compañía (alianza) para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las na! ves en E zión-geber. Entonces Eliécer hijo de Dodava, de Madesa profetizó contra Josafat, diciendo: por cuanto has hecho compañía (alianza) con Ocozías, rey de Israel, Jehová destruirá tus obras. Y las naves se rompieron y no pudieron ir a Tarsis 2 Crónicas: 20; 35,37. Alianzas con hombres no restaurados, en este caso hombres que de acuerdo a su posición de liderazgo, debiendo tener una medida aceptable de restauración, no la han dado, porque el árbol por su fruto es conocido y con todo árbol que no da buen fruto, no tienes por que tener alianzas, porque sufrirás severas consecuencias, esto lo digo por los apóstoles que no lo son a los ojos de Dios, sino sinagoga de Satanás y así como apóstoles existen pastores y lideres que no lo son, no así con aquellos que aspiran a ministerio y que Dios está formándolos y que por estar en formación (restauración) las demandas de Dios no son tan severas para con ellos, debe de reinar la tolerancia, el amor y la misericordia para que puedan alcanzar una buena medida, instruyéndolos en la sana doctrina y con un buen ejemplo de sus lideres restaurados, lo cual es esencial porque el ejemplo habla mejor que las palabras.

Cristo, la carta expedida por el padre para sus discípulos. Existe una relación entre nuestro Señor Jesucristo el cordero de Dios y su evangelio y todos los que se quieren acercarse a ÉL, los que quieren entrar en pacto de sangre con Él, porque nuestro Dios es santo y no puede resistir el pecado en su presencia y solo la sangre de Jesucristo lo quita para poder disfrutar de una verdadera comunión con nuestro Padre celestial. Cristo nos vino a mostrar al Padre, sus discípulos le dijeron muéstranos al padre y nos basta. El carácter del Padre estuvo en Cristo y el carácter de Cristo estuvo en sus discípulos, sus discípulos fueron las cartas expedidas por El Señor mismo, para seguir dando a conocer a El Señor a este mundo, Pablo dijo: ser imitadores de mi, así como yo de Cristo 1 Cor. 11.1 y así de generación en generación hasta nuestros días presentar a Jesús a través de nuestras vidas con un buen ejemplo o testimonio y predicando la sana doctrina, su evangelio, la palabra no adulterada solo puede formar verdaderos hijos de Dios co! n el carácter de Dios, verdaderos hijos de el Cordero, predicar el evangelio de Jesucristo adulterado, (dar un mensaje diluido, rebajado, o un mensaje que pone cargas sobre los hombros de los hombre que ellos ni con un dedo quieren moverlas). Sólo crea malformaciones en los individuos, ni hombres carnales, ni hombres espirituales, sino todo lo contrario, es decir todo, menos verdaderos hijos de Dios.

Jesús le dijo: ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre; como, pues, dices tú: muéstranos al Padre? Juan 14:9. El evangelio de Jesucristo nos revela al Padre y al Hijo, y es bajo una revelación de su palabra es que nosotros podemos conocerle para que nuestra alma sea librada o restaurada, para dejar de ser cristianos carnales y convertirnos en cristianos espirituales y poder obtener de parte de Dios un nombre nuevo como lo recibió Jacob, regularmente he escuchado como Dios cuando ha hablado a través de alguno de sus siervos trayendo palabra para uno de sus hijos les dice: y serás como un Daniel, Elías, Moisés, etc.

La Palabra de Dios dijo: Al que venciere, yo le haré columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí y escribiré sobre él, el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la Nueva Jerusalén la cual descienden del cielo de mi Dios y mi nombre nuevo. (Apo. 3:12) Al que venciere daré a comer del maná escondido, le daré una piedrecilla blanca y en la piedrecilla escrito un nombre nuevo el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. (Ap. 2:17) Sólo los que vencen, son calificados por Dios, para venir hacer columnas en su templo (Iglesia). Sólo los esforzados y valientes, que contra toda adversidad se quieren asemejar a su Señor (buscan ser restaurados a su imagen y semejanza )son los que Dios escoge para ser columnas (liderazgo) en su templo, la Iglesia, porque ellos por cuanto vencieron participan del maná escondido, esto es de los secretos de Dios, de su palabra revelada porque cuando esta palabra es revelada es Cristo mismo quien se revela a nuestra vida, así como se reveló o se presentó cara a cara a Jacob y fue librada su alma, así es librada nuestra alma cuando el Evangelio se nos revela, Cristo se nos revela y tenemos una lucha como la tuvo Jacob con el mismo Ángel de Jehová, porque aunque es agradable y dulce en nuestra boca espiritual, (cuando la leemos y la creemos) pero cuando la comenzamos a poner por obra la comenzamos a vivir (digerir en nuestro estómago espiritual, para después por medio de nuestra sangre espiritual lleve todos los nutrientes del evangelio a todo nuestro ser y venga hacerse carne para hacernos uno con el Señor), verdaderamente se sufre, hay aflicción de espíritu y ésta verdaderamente es una lucha, pero que así como venció Jacob y fue restaurado a la imagen de su Señor, así podemos vencer nosotros para ser restaurados a la imagen y semejanza de nuestro bendito Salvador y sólo vamos a ser vencedores cuando seamos uno con Él, así como el fue uno con el Padre, porque nuestro Señor fue esforzado y valiente, varón de guerra es mi Señor, quien humilló a Satanás, yo quiero ser como mi Señor porque sólo siendo uno con Él y con la ayuda de su E. Santo podré ser más que victorioso, porque sólo ante los restaurados a la imagen del Cordero, Satanás tiembla y huye de su presencia, la palabra revelada o Cristo dándose a conocer a nuestras vidas y siendo uno con Él, en definitiva, ser uno con el Señor o ser restaurado va acompañado de poder, entendiendo que los verdaderos hijos de Dios no están tan interesados en el poder de Dios, ni en querer figurar a los ojos de los hombres, aún dentro de su mismo pueblo, a menos que El así lo decida, una persona restaurada por cuanto a muerto a su naturaleza carnal sabe esperar y espera el tiempo para ser movido por su Señor, no se preocupan, sino en seguir dando fruto del E. Santo o lo que es lo mismo seguir esforzándose por alcanzar una mejor medida porque saben que al ser restaurados a su imagen y semejanza están confiados en Él, para que sea Él quien hable, para que Él sea todo en nosotros, para que salga la palabra sazonada por El E. Santo, estos llevarán la palabra viva y eficaz , de sus bocas salen palabras de vida eterna, esta es la palabra que no vuelve vacía sino que cumple el propósito para lo cual fue enviada.

La palabra revelada, el rema de Dios y no el logos, es el que trae una verdadera restauración a todos los que están en nuestro entorno; la letra, aunque abundante pero insípida por haber perdido su fuerza, (somos la sal de la tierra) por no esforzarnos para alcanzar una buena medida a la semejanza de el cordero, nos ha aniquilado y podemos aniquilar ala Iglesia, porque la letra mata, pero los que se dejan conducir por el E. Santo, tienen la palabra viva, sazonada, porque han permitido que la palabra se haya hecho carne en sus vidas, porque no solo la conocen, sino que la han vivido y han pagado un alto precio por defenderla, por eso Dios no se avergüenza de ser Dios de ellos, por eso Dios los declara bienaventurados porque han venido a ser sus amigos por siempre.

El talento humano no es restauración.

Hoy en día se está impulsando mucho a los hombres talentosos humanamente hablando, son cristianos que llaman la atención por su elocuencia al hablar, por conocer mucha palabra, por tener una buena posición económica y una buena apariencia entre otras cosas y esto no tendría nada de malo si todo esto fuera acompañado de una buena medida de fe, porque cuando hay fe se dispone uno a sufrir el trato de Dios, para transformarnos a su imagen y semejanza. Mientras que por otro lado, hombres que no tienen muchos atributos naturales como los anteriormente señalados, pero que cuentan con una grande fe, son ignorados por sus líderes, obviamente estos hombres si mantienen su fe, todo obstáculo que se les presente no servirá más que para que Dios se glorifique más en sus vidas en el día de su manifestación, porque las cosas que verdaderamente valen la pena sufren muchos obstáculos, porque a todo obstáculo la fe del cristiano se perfecciona y se engrandece.

Considere la vida de Abraham el padre de la fe, en el cap. 17 Dios hace acto de presencia a la edad de 99 años, vea con los ojos de su imaginación a este viejecito postrado ante la presencia del Dios todopoderoso diciéndole: y serás padre de muchedumbres de gentes y te multiplicaré en gran manera y haré naciones de ti y reyes saldrán de ti. Y aquel hombre le creyó a Dios, un hombre ya casi muerto y sin ninguna esperanza le cree a Dios, ¿de que forma se glorificó el Señor? Que de este hombre cuyo único mérito fue creerle, nacen 12 naciones Árabes, la nación de Israel y un Israel espiritual (la Iglesia), y por todos estos, honrado el padre Abraham. Ahora imagine cuando Abraham le contaba esto a sus amigos y conocidos, seguramente era la burla de todos y seguramente cada noche lejos de hacer caso de las burlas veía las estrellas y se decía así mismo, así será mi descendencia. Con este comentario quiero hacer resaltar el hecho de que aquello que para el hombre califica para un gran llamado de Dios, para Dios, no califica, mientras que lo que no califica para el hombre natural, es lo que califica para Dios, como viene hacer el caso de Abraham, donde la fe es la que hace la diferencia. ¡Cómo hace falta el discernimiento!, Para poder ver con los ojos de Dios, para poder llevar los asuntos de la Iglesia, la cual es espiritual, y con métodos espirituales se debe de llevar y no con métodos humanos, porque sería estar dando coses contra el aguijón, siendo nosotros y no Dios en nosotros, convirtiéndonos, en perseguidores de Cristo y de su evangelio.

Dios no ha cambiado sus estrategias, El sigue recogiendo las piedras que los edificadores (algunos líderes en la Iglesia) desecharon, para ponerlas como cabeza del ángulo. Dios está reformando (restaurando) a su Iglesia, y lo está haciendo a través de sus siervos reformados.

Cristo, el postrer Adán, vino a este mundo a restaurar todas las cosas que en el primer Adán, por causa del pecado se degeneraron en el hombre siendo Él, el modelo de vida para todos aquellos que a Él se acercan, o han creído que Él fue enviado por el Padre como creyeron principalmente aquellos 12 discípulos, con los cuales intimidó más estrechamente, hasta en tanto no les trasmitiera su corazón, tres años y medio fueron suficientes para que aquellos 12(a excepción de Judas) discípulos alcanzasen una aceptable medida de restauración y capacitación ¿pero como fue que ellos fueron restaurados y capacitados? Mateo 9; 35, 36, 37 y primer verso del cap. 10 (leerlo) es un modelo, para cada uno de aquellos que acercándose al Señor anhele ser uno de sus obreros (ministro). ¿Qué es lo que se tiene que hacer para venir hacer un obrero calificado por El Señor? Estar muy cerca de Él, intimidar como intimidaron sus discípulos para aprender de lo que Él hablaba y de lo que Él hacía. ¿Y que era lo que El Señor hacía y decía? Yo hablo lo que he visto cerca del padre Juan 8; 38 (oraba) y de esto que oía de su Padre hablaba, enseñando y predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y dolencia en el pueblo Mateo 9: 35, esto nos enseña que un obrero de Dios, no habla, ni hace de lo que lee ni de lo que de su propio corazón nace, sino de lo que ven estando en la presencia de su Señor, esto es notorio porque cuando enseñan y predican el evangelio del reino con autoridad y poder (unción); unción es la credencial expedida por Dios para sus verdaderos discípulos restaurados, porque así como aquellos discípulos le siguieron a donde quiera que Él iba, habitando al abrigo del altísimo, así debemos de seguirle nosotros para estar bajo su sombra (unción); la liberación, sanidades y dolencias para bendecir al pueblo, solo serán una añadidura del seguir a Jesús en obediencia y estar en su presencia.

El Señor vio la grande necesidad que existe al ver las muchedumbres necesitadas y la escasez de verdaderos obreros para atender a las necesidades de esas muchedumbres, es cuando El Señor unge a sus discípulos para ser enviados, para hablar y hacer lo que El hablaba y hacía., a sus discípulos, y no a otros les da autoridad y poder contra toda fuerza de el enemigo para sanar toda enfermedad y dolencia, primero a 12 y después a 70 y es lo que quiere seguir haciendo en cada uno de sus discípulos que le quieran seguir a donde quiera que Él va (ser obedientes) y así ser más que vencedores ante todo obstáculo que se les pueda presentar (pruebas), para que vengan hacer columnas en su templo (liderazgo en su Iglesia), como aquellos discípulos del Señor que en su mayoría eran iletrados y del vulgo, pero que viendo su denuedo se sorprendían al oírles hablar y les reconocían que habían estado con Jesús Hechos 4:13. 12 hombres restaurados y capacitados, para llevar restauración a las muchedumbres en tan solo 3 años y medio, sólo el Señor lo pudo hacer y lo puede seguir haciendo si tan solo seguimos sus modelos espirituales.