La gran espera
Lucas 15:11-24
INTRODUCCIÓN:
Lo único que puede vencer el paso o transcurrir del tiempo es el amor. No tenemos mucha paciencia cuando tenemos que perder nuestro valioso tiempo teniendo que hacer una larga fila esperando pagar por un servicio utilizado. Se nos hace muy difícil esperar un ómnibus, un taxi, etc. Pero que diferente es esperar por algo que amamos. ¿Esperó alguna vez a alguien que amaba? ¡Sí!, Podríamos esperar sin desmayar a nuestra novia. Los días, las horas, se nos hacen breves, aunque en realidad quizás sean muchas las horas o días transcurridos.
No desmayamos, sino que nos armamos de paciencia para esperar, justamente porque es algo que amamos y valoramos mucho y no nos resignamos a perderlo fácilmente. De la misma manera, Dios porque nos ama sobremanera y de forma incomparable, no se cansa ni desmaya esperando nuestro regreso a casa. Quiero decirte hoy una gran verdad: P: “El Padre celestial ansía con desesperación tu regreso, no tardes en volver a casa” ¿Qué es lo que motiva al Padre a que ansíe el regreso de su hijo perdido? La parábola del hijo perdido nos revela el incomparable amor de un padre oriental, figura de nuestro Dios, el cual se manifiesta para con su obstinado hijo de tres formas: otorgándole, esperándole y recibiéndole nuevamente.
I. SU AMOR INCOMPARABLE HIZO QUE LE OTORGARA POR ADELANTADO LA PARTE DE LA HERENCIA QUE LE CORRESPONDÍA, JUSTAMENTE DESPUÉS DEL FALLECIMIENTO, BIENES QUE DESPERDICIÓ NECIAMENTE
1. Este acontecimiento debió haberle causado un gran dolor en su corazón, pues estaba indicando el deseo de que su padre muriera. ¡De todas formas se la otorgó!
2. De la misma forma Dios nos ha dado muchas riquezas las cuales hemos desperdiciado viviendo perdidamente (Hch 14.15–17; 17.24–28).
3. Esto debió producirle un enorme dolor en su corazón, pues como padre veía por anticipado el triste final de su hijo en quien invirtió tanto y por tanto tiempo como ser educación, salud, bienestar, alimentación, amor, esperanza, etc.
4. Aprendemos además que: buenos padres pueden tener hijos que escogen mal, abrigan pensamientos no buenos, que sorprenden eligiendo el mal camino. Aquí tenemos a un hijo que canjeó:
a) Su hogar por la parranda y la diversión sensual.
b) A un padre por el dinero que éste le podía dar.
c) La seguridad por la fantasía e ilusión pasajera.
d) El verdadero amor por amistades pasajeras que duraron cuanto duró su dinero
5. No obstante tenemos un claro ejemplo de lo que amar al estilo de Dios: El Padre celestial a pesar de que muchos de nosotros le declaramos la independencia, y quisimos forjar nuestro propio destino lo mas lejos posible de él, sin su guía y sin su aprobación, teniéndole en cuenta solo para ver que nos puede dar, o que podemos recibir de él, amando mas a “los dones” que al “dador” y malgastando lo que tanto costó conseguir para nosotros viviendo perdidamente; Nos sigue amando con amor eterno, pues somos sus hijos, claro que perdidos y muertos. ¡Pero hoy tienes la oportunidad de volver a él y revivir!
II. SU AMOR INCOMPARABLE LE HACE ESPERAR HASTA QUE SU HIJO APRENDA LA GRAN LECCIÓN DEL QUEBRANTAMIENTO Y ESTUVIERA LISTO A SOMETERSE NUEVAMENTE.
1. Es revelador que el padre no fue en busca de su hijo, sino que esperó en casa a que el muchacho regresara. Cuando el muchacho en efecto regresó, el padre corrió para salirle al encuentro.
a) El contexto nos enseña que hay ovejas que se descarrían, algunos se pierden debido a su propia necedad; y que hay monedas, que se pierden por descuido.
b) Pero este hijo se perdió debido a su voluntad y el padre tenía que esperar hasta que él fuera quebrantado y estuviera listo para someterse nuevamente.
2. No hay persona que le aleje de Dios y termine bien. Quizás temporalmente gocen de una falsa alegría como la que tuvo el pródigo que le duró tanto como le duró el efectivo.
3. Hay personas que tienen que tocar fondo para recién recapacitar. Esto podría llegar a ser:
a) No tener trabajo
b) No tener ni un bocado para comer
c) No tener abrigo
d) No tener un techo
e) No tener ya la cobertura familia f) En cuanto a lo espiritual:
(1) Uno pierde el calor fraternal de la familia de Dios, la comunión con el Señor, y como consecuencia no hay mas gozo ni paz.
(2) Darle la espalda al Señor y vivir a nuestro antojo equivale a contristar al Espíritu Santo dentro de uno y ¿quien me hará feliz entonces?
(3) Aparece la tristeza, la soledad, el duelo interior. Te consumes por dentro cada día, cuando estas lejos del Señor.
4. Algunos tienen que golpearse la cabeza contra la pared. Tienen que llegar a sufrir la pérdida de todo, para valorar lo mucho que tienen; tener que beber las aguas amargas de la desobediencia. Recién en esta condición buscan verdaderamente a Dios, como despertando de un sueño, “vuelven en sí” (Os. 5: 15)
5. Cuánto más tendrás que sufrir y perder, para volver a los brazos de un Padre eterno que todos los días te está esperando y que ama de pura gracia.
III. SU AMOR INCOMPARABLE HIZO ABRIGAR LA ESPERANZA DE PODER VOLVER A CASA AL MUCHACHO EXTRAVIADO, DESPUÉS DE RECAPACITAR EN LA BONDAD QUE SU PADRE SIEMPRE MANIFESTÓ, PENSANDO VOLVER YA NO COMO HIJO, SINO AUNQUE SEA COMO UN JORNALERO (v. 17).
1. Ese amor hizo que corriera con desesperación, lo hizo por compasión por su muchacho, pues había deshonrado a su familia y a su pueblo y existía la posibilidad de ser apedreado hasta morir en cumplimiento a (Dt. 21: 18-21)
a) Ese amor hizo que se le tirara sobre su cuello y le besara.
b) Si empezaban a lanzarle piedras, ¡hubieran apedreado también al padre!
2. No fue todo lo malo de su vida lo que hizo recapacitar al muchacho, sino la bondad del padre (Ro. 2: 4) «¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?»
3. Harías bien en recordar algo acerca de Dios: «8Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. 9No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.10No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.11Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. 12Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.13Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen, 14Porque él conoce nuestra condición, se acuerda de que somos polvo» (Salmo 103: 8-14)
4. Ilustración: El regreso a casa de un hijo que un día tomó la decisión de dejar a su padre y madre yéndose muy lejos y que después de haberse golpeado en la vida de muchas formas quiso regresar a casa y no se animaba llegar porque no sabía si lo volverían a recibir y les escribió una carta, pidiéndole que le dieran una señal, atando un moño rojo sobre el árbol que estaba en el frente de la casa y que él lo divisaría cuando pasara desde el tren. Cuando pasó con el tren pudo divisar el árbol de la casa de sus padres, lleno de enormes moños rojos.
CONCLUSIÓN:
Cuando un hijo pródigo regresa a casa; después de escuchar con atención las palabras de pedido de perdón del fracasado, el Padre celestial hace fiesta en los cielos como aquel padre de la parábola. No hay palabras de reproches, ni reprimendas, ni recomendaciones. La alegría se apodera de él al saber que “su hijo era muerto mas ha revivido, se había perdido pero fue hallado” No importa cuanto tiempo hace que te fuiste de su lado. No importa si lo perdiste todo, viviendo perdidamente. Lo más importante de todo es que todavía hay un Dios que te ama tanto que ha estado anhelando tu regreso todos los días y correría a tu encuentro a echarte sobre tu cuello para besarte. Hoy tienes la oportunidad de tomar la mejor decisión que hayas tomado en tu vida: ¡Regresa a casa!