Filemón
INTRODUCCIÓN
La carta a Filemón es la más corta de Pablo y se relaciona más con las cartas privadas y personales de esa época que con el resto de sus cartas enviadas a comunidades o grupo de comunidades. Esto no quiere decir, sin embargo, que es simplemente una pieza de correspondencia privada. Como las cartas más extensas del Apóstol, ésta es un instrumento misionero y un sustituto de la presencia personal de Pablo.
1. OCASIÓN
La carta está dirigida a Filemón y lo describe como el amado y colaborador nuestro (v. 1). Otros mencionados en el saludo son: Apia, que era probablemente la esposa de Filemón; Arquipo, su compañero de milicia (y probablemente el hijo de Filemón y Apia); y también la comunidad de discípulos (ekkleséia) que se reunía en su casa (v. 2).
La ocasión de la carta puede ser extraída de su contenido, aunque no todos los detalles están claros. Un esclavo llamado Onésimo había agraviado a su propietario, Filemón, un creyente que vivía en Colosas (vv.1, 2; cf. Col. 4:9, 17). No está del todo claro cómo Onésimo lo había ofendido, pero, sobre la base del v. 18, podemos conjeturar que había robado dinero de su amo y después había huido. Es posible, sin embargo, que las palabras “si en algo te hizo daño o te debe … ” simplemente indiquen que Onésimo había sido enviado a cumplir alguna comisión y se había demorado en su encargo.
En el mundo romano, durante la vida de Pablo, los esclavos a veces se escapaban. Se unían a grupos de ladrones, intentaban desaparecer en la subcultura marginal de las grandes ciudades, trataban de huir al extranjero e incorporarse a un grupo de trabajadores, o procuraban refugiarse en algún templo. Onésimo se unió a Pablo, quizá como compañero de prisión, y aquél tomó interés en él y lo condujo a su conversión (v. 10). El Apóstol parece haber disfrutado de su compañía (cf. v. 12) y se benefició de su ministerio (vv. 11, 13). Deseaba sinceramente mantener a Onésimo consigo y a fin de que pudiera tomar el lugar de Filemón a su lado en el servicio del evangelio. Sin embargo, Pablo no tenía ningún derecho de retener a Onésimo. Esto no habría sido solamente ilegal de acuerdo con la ley de Roma, sino que también hubiera involucrado una ruptura en el compañerismo cristiano entre él y Filemón.
Por lo tanto, Pablo envió a Onésimo de regreso a su amo Filemón, juntamente con una carta. Utilizando un lenguaje gentil y eligiendo cuidadosamente las palabras, Pablo suplicó a Filemón que le diera la bienvenida a su esclavo como se la daría a él mismo (v. 17), eso es, como un “hermano amado” (v.16). No quería que la reconciliación entre amo y esclavo fracasara a causa de cualquier demanda de compensación, razón por la que ofreció que se cargara a su cuenta cualquier deuda pendiente de Onésimo. Después de todo, ¿no le debía Filemón a Pablo su propia vida, ya que éste fue responsable por su conversión (v. 19)? La decisión tendría que tomarla libremente Filemón, y por esto Pablo se negó a darle una orden o a forzarlo de manera alguna (v. 14). El Apóstol estaba seguro de que su amigo respondería de una manera piadosa y creía que haría más de lo que le pidiera (v. 21). Estas palabras son angustiantes, pero al leer entre líneas se concluye que el “más” de que Pablo habla se refiere a la buena voluntad de Filemón para devolver a Onésimo otra vez a Pablo para el servicio del evangelio (v. 21). Una interpretación alternativa es la de S. C. Winter, que sugiere que la carta fue escrita a la iglesia de Colosas, no a un individuo, y que Onésimo estaba en prisión con Pablo porque había sido enviado allí por Arquipo de parte de la congregación. Pablo solicitó que Onésimo fuera liberado (su libertad comprada) y librado de sus obligaciones en Colosas y así permanecer con Pablo en el trabajo del ministerio (Winter). Pero hay serias dificultades con esta interpretación relacionadas con la supuesta naturaleza pública de la carta, las circunstancias de su composición y la naturaleza de la solicitud de Pablo (ver el comentario más adelante).
2. PATERNIDAD LITERARIA, LUGAR Y FECHA
La autoría de Pablo raramente ha sido cuestionada en el pasado. La carta obviamente muestra las características personales del Apóstol a medida que trata con delicadeza una difícil situación personal y social.
La carta fue enviada desde el mismo lugar que aquella a los Colosenses, y de las tres ciudades posibles —Roma, Cesarea o Efeso— la primera es la más probable. La fecha más probable para las dos cartas es un tiempo temprano en el primer encarcelamiento de Pablo en Roma, es decir, c. 60, 61 d. de J.C.
3. EL NUEVO TESTAMENTO Y LA ESCLAVITUD
Ningún escritor del NT comenta el origen de la esclavitud. Tampoco existe apoyo teológico o justificación de la apropiación de un ser humano por otro en el NT, aunque sí hay evidencia directa de que algunos cristianos de la iglesia primitiva eran esclavos y otros propietarios de esclavos. Más todavía, ningún programa revolucionario o cosa semejante para enfrentar el mal de la esclavitud o su total abolición fue sugerido por Pablo ni por otros. En cambio, el foco de atención está centrado en transformar las relaciones personales dentro el sistema.
En 1 Cor. 7:21–24 Pablo menciona, no la discusión amplia de la esclavitud, sino la posibilidad de liberación de esclavos cristianos. Aunque muchos sostienen que el Apóstol estaba instando a los esclavos cristianos a procurar su libertad, lo más probable es que estaba animándolos a vivir de acuerdo con su nuevo estado en Cristo (el “llamado”) que es más fundamental que cualquier cambio social, legal u otro tipo de cambio. La carta a Filemón, como el resto del NT, no trata específicamente la cuestión más amplia de la esclavitud. En cambio, en los vv. 16, 17 Pablo trata el asunto del amor fraternal en el cuerpo de Cristo. La relación de esclavos y propietarios, dentro de las estructuras existentes, debe ser conducida a la luz del hecho de que pertenecen al mismo Señor. Aquellas relaciones han sido ahora trascendidas. La libertad terrenal de Onésimo puede ser justamente deseada y valorada, pero lo que es de sumo significado es que él haya aceptado el llamado de Dios y lo haya seguido (cf. v. 16 y 1 Cor. 7:21–24), sea esclavo o no. La carta a Filemón se mueve en el ámbito de las relaciones personales donde la institución de la esclavitud podría solamente marchitarse y morir.
TEMA: “El poder del evangelio en la solución de problemas sociales”
Respecto a su valor en esta Carta tenemos lo siguiente:
1. Personal: Habla del carácter de 2 personas el cual se destaca en la Carta:
Carácter de Pablo
Carácter de Filemón
2. Providencial: Vemos a Dios que ÉL opera en toda circunstancia.
3. Práctico: Vemos el poder de la gracia divina en busca del más bajo y degradado; un esclavo, quien huyó, quien también robó – la pena que le esperaba era la muerte; pero que bueno que la gracia divina lo buscaba y siempre busca.
4. Social: Vemos como esta realidad de la sociedad – la esclavitud – deformaba no por violencia, no por alzar las armas.
5. Espiritual: Esta Carta demuestra varios tipos de Salvación: Onésimo/Filemón. Pablo/Onésimo
Vemos que Onésimo abandona a su amo; Nosotros hemos dado la espalda a Dios por nuestro pecado.
Vemos que Pablo que se encuentra con Onésimo; Cristo nos sale al encuentro para realizar algo en nuestra vida.
Vemos a Pablo intercediendo por Onésimo delante de ¿Quién?………………………….
Pablo se identifica con Onésimo [Así nosotros debemos identificarnos con Cristo] y le ofrece pagar su deuda; Y Jesús pagó la deuda que nosotros jamás podríamos pagar.
Filemón recibe a Onésimo, no porque haya valor en él, sino que lo hace más porque ama a hablo; Y esto nos enseña de que también Dios nos recibe no porque tengamos mérito alguno, sino porque Dios nos ama.
Tenemos a: Pablo, Filemón, Onésimo
Se compara con ¿Quién?
Representa, Tipifica a CRISTO, DIOS, PECADOR
Todos Nosotros somos Onésimos. ¿Qué significa el nombre Onésimo? “Útil”
¿Dónde encontramos estas palabras de Pablo que se asemejan a la esencia de la Redención en Jesucristo?
R: ¡¡Vs. 17-18!! “Recíbele a él como a mí mismo”
Entonces le dice a Filemón:
1. Aplícale (A él) Mi mérito (Porque él no tiene mérito en sí mismo)
Pero,
2. Aplícame (A mí) ¿Qué? Su demérito “Pero si en algo te ha dañado o te debe, ponlo a mi cuenta”.
Cristo dijo al Padre:
“Padre, aplícale al pecador MI MERITO”.
Cuando Jesús está aquí en la cruz, todo el mérito de Cristo fue transferido al pecador, toda esa perfección y justicia;
Pero Cristo también dijo (No en palabras, sino en acción) :
“Padre, aplícame a mí el demérito del pecador, yo quiero tomar el demérito, el pecado y pagar por ese pecado”
ENTONCES:
Recibimos mérito de Cristo; y Él tomó nuestro demérito como pecadores (Ver esquema) ¡¡HERMOSO EJEMPLO!!
¿Cómo llamamos a esta doctrina que aparece en los Vs. 17-78?
R: Imputación (Pablo la ilustra en forma muy hermosa aquí)
¿Qué significa el término “Imputación” (o Imputar)?
R: “Atribuir una cosa a una persona, imputarla a ella” Cargar o poner a nuestra cuenta (Imputar es verbo).
Ejemplo:
Rom. 4:3
Gen. 15:6 = “Creyó Abraham a Dios y le fue contado por justicia”
Por meramente creer le fue contado, le fue puesto a su cuenta, le fue atribuido, Dios se lo contó por justicia (Dios le imputó su justicia).
Aquí la justicia No se refiere a la rectitud de carácter o conducta, Dios no cambiaría a Abraham para que le fuera aceptable; si no que le imputó su justicia.
La Base de la IMPUTACIÓN DE LA JUSTICIA es:
¡¡¡LA OBRA DE CRISTO!!! (2° Cor. 5:19,21)
NOTAS:
Rom. 1:17 “Porque en el evangelio la justicia de Dios…”
Rom. 4:3 Pablo emplea una palabra clave aquí, y se traduce: “CONTADO” /”ATRIBUIDO” (gr. logizomai)
Pablo emplea esta palabra tan importante “CONTADO” unas 10 veces (Rom. 4:3; 5; 6; 8; 9; 10; 11; 22; 23 y 24).
La Justificación tiene 3 Aspectos:
1. Perdón de los pecados [Quitar la culpa y el castigo].
2. Restauración al favor divino [No basta ser perdonado, es necesario también ser restaurado – Rom. 5:1-2 “entrada a esta gracia.” Significa acceso al trono de gracia y restauración a la comunión con Dios].
3. Imputación de la justicia [Ser revestidos pata tener comunión con Dios. No basta sólo con ser perdonado, es necesario también que seamos vestidos de justicia. Dios en su gracia infinita IMPUTA la justicia de CRISTO al creyente].