Extrañas pero significativas paradojas

Extrañas pero significativas paradojas


Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? Marcos 16: 24-26

Las paradojas aparentan ser de carácter contradictorio, pero realmente en su lenguaje un tanto enigmático lo que se pretende es crear una reflexión sería acerca de algo relevante. Por ejemplo están las conocidas “paradojas de nuestros tiempos” que ya han circulado por todo el mundo vía correo electrónico, y que de alguna manera recogen verdades irónicas, pero no por eso menos ciertas, aunque no aplicables a todos los contextos. Un par de ejemplos, bien podrían ser: Tenemos casas más lujosas, pero también más hogares en decadencia. Familias con mejores ingresos, pero con un más elevado índice de divorcios. Derrochamos más, y cada vez disfrutamos menos. Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivirla. Le solemos añadir años a nuestra vida, pero no vida a nuestros años. Tenemos muchos conocidos, pero muy pocos amigos. Se pudo poner a un ser humano en la luna, pero tenemos problemas en cruzar la calle y conocer al nuevo vecino. Nunca antes habíamos tenido tan grandes Iglesias enfrascadas en tan preciosas catedrales, pero tampoco nunca antes la iglesia había estado tan mundanalizada como hoy en día.

En cuanto a las paradojas bíblicas, no es que se trate de frases enigmáticas dicha por nuestro Señor Jesucristo, sino de verdades profundas que deben ser consideradas con la debida seriedad, pues son de carácter espiritual y tienen relevancia para la salvación eterna del alma. Con las paradojas se pretende captar nuestra atención, pero también es una manera insistente de decirnos que en los procederes de Dios las cosas funcionan totalmente distintas a como las concibe este mundo. La idea es no conformarnos a los patrones del sistema mundano, sino a los modelos del evangelio, los cuales plantean cambios profundos y transformadores en la vida de todo ser humano y en nuestras comunidades. Solamente cuando se vive en la dimensión del reino de Dios se puede entender el concepto de que para salvar eternamente la vida hay que renunciar a ella, al grado de estar dispuesta a perderla por causa de Jesucristo. 

Solamente una mente renovada y una vida transformada puede entender lo que significa tener paz y en medio de las tribulaciones. Mientras elaboro estas líneas hay una llamada de una señora por quien hemos estado orando durante varios meses en favor de su salud, los diagnósticos y pronósticos no eran nada favorable, el cáncer estaba invadiendo sus órganos vitales; la agradable noticia fue: “Estoy sanando de una manera increíble y maravillosa, Dios esta obrando, los médicos lo están corroborando al ver los resultados”. Solamente una persona que ha puesto su fe y confianza en Dios puede esperar grandes milagros, y puede sentir lo que Pablo sintió cuando declaró que el poder de Dios se perfeccionaba en su debilidad, me gozo en la debilidad, dice en 2 Corintios 12:9-11, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 

En la dimensión del reino de Dios suceden cosas maravillosas, cosas inexplicables y paradójicas que para nosotros los que creemos si tienen sentido. 



  • Solamente un creyente en Jesucristo puede entender lo que significa no tener nada, y sin embargo poseerlo todo” (2 Cor. 6:8-10). 



  • Solamente un cristiano puede tener la bondad y fortaleza para bendecir al que le maldice, (Rom. 12:14). 



  • Solamente un hijo de Dios puede experimentar gozo en medio de la tristeza, (2 Cor. 6:10) 



  • Solamente un esperanzado creyente en el glorioso mensaje de la resurrección puede decir: “Para mi el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Fil. 1:21) 


Conclusión:


En esto estaría pensando el santo de Asis cuando dijo que dando es como recibimos, y muriendo es como nacemos a la vida eterna” ¿Cansado de vivir una vida vacía y sin propósito? Reciba a Jesucristo y conozca las maravillas del reino de Dios. Su vida puede experimentar la más dramática transformación. Ríndase a Dios y encuentre descanso para su alma.