En esto conocerán que son mis discípulos
Juan 13:34-35
Introducción:
Por demás nos sorprende, sea Juan quien escribe estas palabras; es decir que su evangelio tenga un énfasis en el amor.
Juan 3:16 – Por que de tal manera amó Dios al mundo…
¿Qué experiencia con Jesús, llevó a Juan a escribir de esta manera?
Sin duda alguna, el que él mismo, llegó a sentirse amado profundamente por Jesús.
Tal es la experiencia de Juan que, en cuatro ocasiones se refiere a él mismo como: El “discípulo amado”, en su evangelio (Juan 19:26, 22:2, 21:7, 21:20)
La conversión (metanoia) de Juan al amor.
Juan, junto con su hermano Jacobo, fueron llamados por Jesús, “Los Boanarges” (éste, es un termino arámico que significa, algo así como, “hijos del trueno”. Marcos 3:17)
El pasaje de Lucas 9:54-55, nos da idea de la razón por la cual Jesús los llamó de esta manera.
Jacobo y Juan son presentados en este pasaje, como dos hombres rudos, intolerantes e insensibles a los demás, incapaces de entender y vivir la dimensión del Amor que el Reino de Dios exige, para discípulo de Jesús.
Pues este Juan (el Boanarge) es llamado por los estudiosos, el discípulo del amor:
Sus cartas son una clara evidencia del poder transformador, de la presencia de Jesús en la vida del hombre y de la mujer. Así, nos dice en su carta…
1 Juan 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre…
1 Juan 3:2 Amados…
1 Juan 4:7 Amados, amémonos unos a otros…
1 Juan 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios…
Es la obra de Dios, la presencia de Jesucristo y el trabajo del Espíritu Santo, cada día, lo que puede cambiar el corazón del hombre de esta manera.
Mudados por Dios.
Hay que dejarse mudar por Dios; la capacidad para amar, es la prueba evidente de la obra de Dios en nosotros; en esto conocerán que son mis discípulos…
Creo que desde aquí podemos entender un poco más 1 Corintios 13. De nada sirve todo lo demás, dice Pablo, si no tengo amor.
La palabra Boanerge denota fuerza, destrucción e intolerancia; todo lo contrario a la palabra amor.
Amarnos, mandamiento de Dios y exigencia del Reino:
Juan 15:12 – Este es mi mandamiento…
Juan había entendido y experimentado en su vida el amor de Dios y la exigencia de su Reino; amar en la medida en que había sido amado. Esa es la medida de nuestro amor. Por eso Jesús les dice “ama más, quién más se le perdona”
El amor con el cual se nos pide amar, es el amor de Dios, y Jesús es el ejemplo más grande de ese amor, Juan lo sabía, una y otra vez vio a Jesús reflejando ese amor, que se caracteriza por el sacrificio y la renuncia.
Jesús nos dice:
1 Juan 15:13 – Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.. y estoy seguro que Juan estaba listo ahora, para hacerlo.
Algunos pensadores…
Eric Fromm y su libro “el arte de Amar”
La palabra arte aquí esta asociada a la idea de: disciplina, tarea, labor. Se compara con el arte de la medicina u otro oficio.
Así, este autor, se pregunta:
¿Es el amor un arte? —- En cuyo caso se requiere conocimiento y esfuerzo, ó ¿Es solamente una sensación placentera?
Para los que ven el amor como una sensación placentera, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado y no en amar.
De alguna manera ésta, era la situación de Juan; buscaba ser amado, y encontró el rechazo de parte de los samaritanos, por eso le dice a Jesús:
Que descienda fuego del cielo…
Pero Jesús le enseño a no buscar tanto ser amado como amar, ser consolado como a consolar…
El amor no busca lo suyo, no es egoísta, no guarda rencor…
El amor como arte, disciplina y tarea requiere:
cuidado de lo que se ama
responsabilidad por lo que se ama
respeto por la persona que se ama
fidelidad a quien se ama
Juan, aprendió de Jesús todo esto, se sintió amado por Él; Jesús tomó responsabilidad por sus vidas (se hizo cargo de ellos), respeto la individualidad de cada uno de ellos (iguales pero diferentes), dio a cada uno de ellos un trato especial, se supieron especiales para Dios, y finalmente, Jesús permaneció fiel a su amor por ellos, aún las situaciones más adversas, o las traiciones de alguno de ellos, todo esto, no modificó su amor en lo más mínimo por ellos.
Juan nos recuerda que la mejor manera que el mundo conozca de Jesús es a través del lenguaje del amor, pero del amor de Jesús
En esto conocerán…
La mejor manera de dejarnos conocer es amando, solo así, el mundo podrá decir “reflejan que han estado con Jesús, porque aman como el los amó”.