El saber perdonar

El saber perdonar


Introducción


Perdonar: (liberar) eximir de una deuda, falta o delito a alguien. “Perdonar” es una palabra a la que deberíamos llamar “la palabra de vida”, en La Biblia se usa más de 100 veces y es la clave que nos proporciona “El Remedio” completo para la vida física, moral y espiritual. Es la única acción en el universo que supera y vence al rencor que como el orgullo están en todos nosotros y a su vez lleva consigo al egoísmo que producen resultados en nuestras vidas que nos debe de dar temor mencionarlos. Sin embargo son las actitudes del carácter más usadas y menos temidas del hombre.


Génesis 18:26/32??Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.”. Esta es la primera vez que se nombra el perdón en La Biblia, y es Abraham intercediendo por Sodoma.


Herir = Dolor


2 Ejemplos Bíblicos que sufrieron mucho dolor


Tamar se vio forzada a tener una relación incestuosa (Génesis 38). Sin embargo, me llama más la atención de la vida de un joven llamado José (Génesis 37:1-24/28).


A la edad de 17 años, José vio con horror que sus diez hermanos se volvían contra é1. Impulsados por los celos, lo vendieron como esclavo. Mintieron a su padre Jacob diciéndole que un animal salvaje lo había atacado y matado. Sonrientes, escondiéndole el secreto que una banda de ismaelitas lo hiciera esclavo, forzándolo a vivir en un país extranjero.


1. Separado de su familia y amigos, viviendo a cientos de kilómetros, sin escapar. 2. José vivió años de agonizante soledad. 3. Enfrentó las oleadas de seducción que la esposa de su amo lanzó contra el. 4. Fue sentenciado a prisión por causa de una tremenda, acusación. 5. José sufrió la separación de su familia y su herencia durante trece años


Por un momento, póngase en su lugar. ¿Que provocaría mas la raíz de amargura que lo podría afectar?




  1. Sus hermanos, por haberle vendido.



  2. Su padre, por haberle preferido, preparando así el escenario de sufrimiento.



  3. La mujer que puso su mirada lujuriosa en é1.



  4. Su amo por creer en su mentira.



  5. Su Dios, quien es en verdad poderoso para evitar que todo esto sucediera.


Pero después de una serie de dramáticos sucesos, José vivió para ver el día en que salió de la prisión, fue promovido al puesto del segundo hombre más poderoso de Egipto y pudo reunirse con sus hermanos. Tenía en las manos la oportunidad de vengarse de todos.


José pudo haber hecho arrestar a sus hermanos, Pero no lo hizo. Pudo haber ordenado que los azotaran, Pero se negó a hacerlo. Pudo haberlos ejecutado, Pero se resistió a ello. Ellos temblaban cuando se presentaron ante él.


El relato Bíblico describe con precisión las circunstancias que rodearon a las treinta y tres palabras mas radicales que jamás se hayan pronunciado en la historia humana. ¿Que hubiera usted dicho después de trece años de esperar y soñar con este momento? “Y les respondió José: “No temáis; acaso estoy yo en el lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mi, mas Dios lo encamino a bien, para hacer lo que vemos hoy, Para mantener en vida a mucho pueblo” (Génesis 50:19 20.)


Cuando estaba pasando por la situación desesperada, José no tenía ni la más remota idea de que Dios estaba controlando la maligna intención de los hombres para cumplir sus propósitos eternos. Gracias a é1, pudo honrar a naciones enteras de las garras de siete años de hambruna. No seria exagerado decir que tal vez ni usted ni yo estaríamos aquí si José no hubiera sido vendido como esclavo. Pero lo que el hombre hace por maldad, Dios siempre lo usa para bien.


Es verdad que Dios siempre usa la maldad del hombre para bien


Tamar: Aunque fue víctima de incesto, tuvo el privilegio de pertenecer a la genealogía de Jesucristo nunca supo el resultado de la indignidad sufrida, porque nunca tuvo una copia del evangelio de Mateo en sus manos, ni leyó la genealogía de Jesús, ni supo el destino final de sus dos hijos. Fue victima de una acción innoble sin razón aparente.


José: Por años, trece para ser exactos, José no tuvo ni idea del final que tendrían las circunstancias por las que estaba pasando. Su cuerpo estaba en la cárcel y sus emociones confinadas en la prisión de su propia mente. Estoy seguro que pasó muchas noches angustiosas, tendido en el oscuro y húmedo calabozo haciéndose la pregunta más profunda que pueda enfrentar el ser humano: “¿Por qué?”. Algunas veces pasan años para que la respuesta llegue. Pero podemos estar seguros de que hay una respuesta.


I. ¿El perdonar es para siempre?


(Efesios 4:32) Pablo escribió: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. ¿Como nos perdonó Dios? borró completamente el libro donde estaban nuestros pecados y ya no nos acusa por ellos. Cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador Miqueas 7:19 nos dice que inmediatamente ?echó en lo profundo del mar todos nuestros pecados”


Si perdonar equivale a olvidar, debemos tratar a nuestros semejantes con sinceridad y amor. Sobre todo, cuando uno viene a nosotros y dice, ?perdóname por la ofensa”, lo vamos a perdonar todo corazón. En Mateo 18:35 dice Jesús: “Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano.” Es una hipocresía abominable cuando un cristiano dice “te perdono”, pero continuamente se acuerda del mal que se le ha hecho.


Ahora bien, ¿cuántas veces perdona Jesús las ofensas de los hombres? Escuchémosle otra vez: “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.”


En Lucas 17:3-4 dice: “Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndelo; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y si siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.” Nuevamente la indicación con el numero siete, una idea judía, pero si fueran ocho veces, o doscientas veces, PERDÓNALE, si se arrepiente.


“Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quién se le perdona poco, poco ama” (Lucas 7:47) ¿No es este el problema de muchos, que aman poco”?


II. ¿Qué Ofrece el Perdón?


A. Perdonar nos ofrece la oportunidad de darnos cuenta de que Dios usa nuestra aflicción para cumplir sus propósitos (Génesis 50:20) otra ves es el ejemplo de José.


B. Perdonar nos ofrece la posibilidad de comprender que Dios usará a quienes nos lastiman para su propósito de formar nuestro carácter (Hebreos 5:8 y 9), uso a su propio hijo cuanto mas a nuestros enemigos.


C. Ofrece libertad. Al final sus sentimientos de ira darán paso a la mansedumbre, la frustración será reemplazada por la paz y de la ansiedad correrá a la calma. El perdón trae como resultado el levantamiento de muchas cargas. El perdón rompe el círculo del odio y de la venganza. El perdón une a los hombres, sana las heridas del alma, nos alivia en nuestras emociones y nos hace sentir bien, pues ya no hay nada que nos acuse porque hemos perdonado como Dios en Cristo nos ha perdonado a nosotros.


“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: dura es la venganza, yo pagare’, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonaras sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” (Romanos 12:17-21).


El perdón nos recuerda que el rencor nos pone en una posición reservada sólo para Dios.


III. ¿Y cuando es difícil perdonar?


Si considera difícil perdonar, no luche en sus fuerzas. Pídale a Dios que nos ayude. Sólo El y nadie más que El nos puede dar la fortaleza para hacerlo. Ciertamente, el perdón no es algo que le resulte natural para los seres humanos porque tendemos a dejarnos llevar demasiado por nuestros sentimientos.


Si nos cuesta perdonar estamos albergando sentimientos de amargura y eso hará que el perdón no crezca con facilidad en ese terreno. En lugar de eso, la raíz que brota es una influencia que corrompe y no solamente es dañino para la persona amargada, sino también para muchos otros (Hebreos 12:15). El perdón no es un sentimiento porque implica una decisión guiada por Dios que va en contra de nuestros sentimientos.


El rencor, un obstáculo para crecer en la vida espiritual De ahí que haya sinnúmero de cristianos que permanecen estancados. No prosperan.


Conclusión


Si Nuestra necesidad hubiera sido información, Dios nos hubiera mandado a un educador. Si nuestra necesidad hubiera sido tecnología, Dios nos hubiera mandado a un científico. Si nuestra necesidad hubiera sido dinero, Dios nos hubiera mandado un economista. Pero nuestra necesidad mas apremiante es el perdón, entonces Dios nos mandó a El Salvador.


¿Ha recibido en forma personal el perdón de Dios por todo lo que ha hecho para ofenderlo? ¿Puede recordar el momento de su vida en que se dio cuenta de que había sido rebelde a un Dios infinitamente santo, y que lo había ofendido? ¿Ha pedido a Cristo Jesús que entre a su vida y la controle?


Habiendo experimentado el perdón divino, ¿no es lógico que usted perdone a quienes lo han herido?