El perfil de alguien que Dios usa
Mateo 11:7-11
1. Dios usa a quien él llama a su servicio, no a los que se envían por sí solos. Mat. 20:20-24 “Hubo un hombre enviado por Dios…” Jn. 1:6
A. No es malo desear servir a Dios; lo malo es hacerlo por motivos egoístas, u otro diferente de agradar al Señor y servir a su pueblo.
B. El problema es que hay quienes están en el liderazgo por su propio deseo, o por el deseo de los demás. No están porque Dios los ha levantado, sino sólo por gusto, por popularidad, por conveniencia.
C. Dios desaprueba a los que no ha enviado a estar en el liderazgo. 14Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé… 15Por tanto, así ha dicho Jehová sobre los profetas que profetizan en mi nombre… con espada y con hambre serán consumidos esos profetas. 16Y el pueblo a quien profetizan será echado en las calles de Jerusalén por hambre y por espada, y no habrá quien los entierre a ellos…y sobre ellos derramaré su maldad. Jr. 14:14-16
D. El líder debe tener, ante todo, una clara conciencia de su vocación divina, i.e, debe estar plenamente convencido de que Dios lo ha llamado a servir, para confiar en la bendición del Señor. 12Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio… 1 Tim. 1:12
E. ¿Crees que Dios te está llamando a servirlo? ¿Cómo lo sabes?
F. ¿Cómo va tu vida íntima con el Señor? ¿Estás creciendo a semejanza del Señor para ser de influencia espiritual sobre los demás?
2. Dios usa a quien está dispuesto a desgastarse para Él, no a los que prefieren la comodidad. 7Este vino… para dar testimonio de la luz… 8no era la luz… (Jn. 1:7,8) Él era antorcha que ardía y alumbraba… (Jn. 5:35)
A. Todos quieren brillar, sin desgastarse; quieren ser como una lámpara eléctrica, y no como una antorcha, que para brillar, debe consumirse.
B. Quieren logros importantes, pero no quieren sufrir, invertir su tiempo, dinero, energías. Se cuidan demasiado. Consideran el sacrificio como fanatismo.
C. Quieren vivir extensamente, y no intensamente. No significa que serán irresponsables en el uso de sus fuerzas, tiempo, dinero, etc., sino que están dispuestos a dar todo, a echar la carne al asador, a entregarse por completo, sin reservas al servicio del Señor.
D. Dios usa a quienes no estiman su vida tan preciosa que no estén dispuestos a entregársela. 24Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús… (Hech. 20:24)
E. ¿Estás dispuesto a pagar el alto costo de servir a los demás por Cristo? El Señor mismo nos advierte que hay que considerar el costo.
3. Dios usa a quien está dispuesto a glorificar a Dios, no a lucirse ante los demás. 28Vosotros mismos me sois testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él”. 29El que tiene a la esposa es el esposo; pero el amigo del esposo, el que está a su lado y lo oye, se goza grandemente de la voz del esposo. Por eso, mi gozo está completo. 30Es necesario que él crezca, y que yo disminuya. (Jn. 3:28-30)
A. En el mundo se dice que: “Las alturas marean.” “El poder corroe.” Muchas personas sencillas han mostrado su verdadera identidad al estar en una posición importante. No es el poder, ni las alturas lo que hacen a una persona cambiar. El liderazgo -como cualquier otra circunstancia- tan sólo muestra lo que hay en el corazón de alguien.
B. Dios mira con desagrado a los líderes que buscan lucirse, que buscan el reconocimiento, la honra, la fama, renombre, etc. de los demás, y no buscan glorificarlo sólo a él. 8Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria…Isa. 42:8 21Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. 22Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! 23Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos. Hech. 12:21-23
C. Un líder de Dios es aquel que tiene como fin último el conducir a la gente al Señor, no hacia él. Es aquel que logra que la gente siga al Señor y no a él mismo. Que no se cree indispensable. Se considera reemplazable por alguien mejor. Que está dispuesto a reconocer humildemente a otro mejor que él.
D. ¿Deseas que la gente vea y admire al Señor y no a ti? ¿Necesitas que la gente te reconozca? ¿Hay un gozo sincero cuando la gente tiene puesta su confianza en el Señor más que en ti?
4. Dios usa a quienes desean servir a los demás, no a los que quieren que ser servidos. Entonces Jesús, llamándolos, dijo: —Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26Pero entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos. (Mateo 20: 25-28)
A. Jesús se puso como el mejor ejemplo: no vino a ser servido, sino a entregarse por nosotros. Su ministerio estuvo enfocado en las personas: sanar, enseñar, liberar, dar descanso, etc.
B. Los líderes cometen varios errores lamentables al dirigir a la gente:
a. La hacen de menos
b. La manipulan
c. Son insensibles
d. Evitan o impiden el desarrollo de los demás. Esto lo hacen por temor a ser desplazados, y representa el motivo principal de los conflictos entre líderes
C. El líder de Dios edifica a las personas y no edifica sus propios sueños utilizando a la gente. Hay una gran diferencia entre dos palabras que se confunden a menudo: manipular y motivar. Manipular es movernos juntos para MI beneficio. Motivar es movernos juntos para NUESTRO beneficio.
D. El buen líder escucha a la gente atentamente, para descubrir sus necesidades; no hace que la gente sólo escuche lo que quiere lograr. E. Finalmente, el líder cristiano es un ejemplo digno de seguir. 1Sed imitadores míos, así como yo lo soy de Cristo. 1 Cor. 11.1
CONCLUSIÓN
A pesar de haber una carencia de líderes piadosos que conduzcan al pueblo de Dios, es únicamente Él el autorizado para enviar a gente a dirigir a su rebaño. La obra de Dios se hace a la manera de Dios; no como nosotros creemos. El liderazgo en la obra de Dios es diferente del mundo en todos los aspectos: motivos, propósito, resultados, tiempos, etc. Por eso, debemos primeramente buscar ser el tipo de persona que Dios pueda utilizar, que seamos material moldeable en sus manos. Aprendamos más a conocer cómo Dios ha actuado levantando hombres y mujeres piadosas para guiar a su pueblo.