El cristiano y la obediencia a Dios
La obediencia es la verdadera prueba de nuestro amor por Cristo y el secreto para descubrir la voluntad de Dios en nuestra vida. Algunas personas se muestran renuentes a confiar a Dios completamente sus vidas, temiendo que El pueda cambiar sus planes.
Siervos inútiles somos cuando hacemos solamente lo que debemos: Hay que dar más para que los demás vean la Gloria de Dios en nuestras vidas.
Ej: Ser puntuales en el trabajo. Dar un poco más de lo que te piden.
Sí, El puede cambiar nuestros planes.
Sus planes son infinitamente superiores a los mejores planes que nosotros pudiéramos tener.
Si Dios rompió tus estructuras es que tiene algo mejor para ti.
¿Por qué es tan importante para nosotros obedecer a Dios?
¿Por qué es tan importante la Palabra de Dios en nuestras vidas al querer obedecer a Dios?
Hoy compartiremos algunos principios básicos, que nos van a ayudar a rendir nuestra voluntad al misericordioso Padre Celestial.
1. Dios lo manda.
En Jeremías 7:23, Dios dice: “Lo que si les ordené fue lo siguiente: Obedézcanme. Así yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. Compórtense de acuerdo a todo lo que yo les ordene, a fin de que les vaya bien ”.
Aunque Dios enfatizaba los sacrificios de animales en el Antiguo Testamento, realmente valoraba más la obediencia que los sacrificios.
Cuando el rey Saúl desobedeció a Dios en nombre del sacrificio, el profeta Samuel dijo: “¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrifico, y el prestar atención, más que la grasa de carneros…” 1 Samuel 15:22
2. La obediencia demuestra nuestra fe.
La desobediencia de Saúl mostró su falta de fe y le costó el reino . Cuando desobedecemos a nuestro Señor, nos cuesta la bendición de Su Reino, la cual es una vida abundante y fructífera. No siempre vamos a entender los mandamientos del Señor, pero podemos tener fe en Su sabiduría y por nuestra obediencia demostrar que le creemos a Dios cualquier cosa que Él nos mande.
3. La obediencia glorifica a Dios.
Mientras le obedecemos en fe, nuestras vidas serán de Su agrado. Dwight L. Moody, el gran evangelista del siglo XIX fue desafiado por esta declaración: “El mundo aún espera ver lo que Dios puede hacer en y a través de aquel que está completamente rendido al Señor Jesucristo”, Moody respondió: “Yo quiero ser ese hombre”.
Como resultado de haber dado gloria a nuestro Señor, Dios lo usó como a ningún otro hombre de su tiempo para alcanzar multitudes con el evangelio de Cristo.
Jesús se refiere a sí mismo en Juan 15:4 como la vid y a los cristianos como las ramas. El dice: “Permanezcan en mí, y Yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí”.
Permanecer es obedecer. El cristiano obediente lleva mucho fruto y su obediencia glorifica a Dios.
4. La obediencia produce victoria.
La estrategia del enemigo es influenciamos para que desobedezcamos a Dios. Este fue su propósito en el huerto del Edén cuando tentó a Eva y sigue siendo su objetivo hoy día.
Santiago 4:7 nos da unos pasos hacia la victoria: “Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes”. Lo que tenemos que hacer es sometemos a Dios, o sea, que debemos obedecer a Dios en todas las cosas, para tener victoria personal y una vida abundante.
5. La obediencia demuestra nuestro amor a Dios.
Jesús dijo: “El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él. El que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no son mías sino del Padre, que me envió”. Juan 14:23-24 Amor es una palabra que requiere acción, y resulta en obediencia y en deseo de agradar a Dios.
Quien dice amar a Dios pero no le obedece en verdad no lo ama. Amar a Dios es obedecerlo en todo, la obediencia a medias es desobediencia
6. La obediencia permite que actúe en nosotros el poder del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo nos capacita, llenándonos de Su poder y de Su gracia para ser testigos eficaces del Señor Jesús. Jesús mismo envió a 70 discípulos con instrucciones específicas, pero antes les dio el poder para sanar enfermedades y echar fuera demonios. Cuando hay obediencia en nuestra vida el Señor derrama Su Espíritu Santo sobre nosotros para que actúe con poder.
7. Dios se revela a sí mismo a aquellos que le obedecen.
Si Cristo no es hoy una experiencia personal de gozo en su vida, esto bien podría ser el resultado de la desobediencia.
Jesús promete manifestarse a todo aquel que le obedezca: “¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él”.Juan 14:21
¿Ha encontrado usted todo el poder y la plenitud que desea en su vida cristiana? Lo animo a que haga suyo el poder del Espíritu Santo por fe, al disciplinar su mente y corazón mediante la obediencia a Dios y Su Palabra.
La obediencia a Dios es un llamado a una vida sobrenatural. No podemos confiamos de nuestra propia fuerza. Debemos tomar por fe la presencia interior del Espíritu Santo para llenar, dar poder y dirigir nuestras vidas.
¿Confiamos en que Dios tiene lo mejor para nosotros?
No podemos llamarnos cristianos si no obedecemos
Una persona desobediente deshonra a Dios
Una persona obediente glorifica a Dios
¿Puedes llamarte cristiano?
¿Estas obedeciendo en todo o solamente a medias?
¿Estas leyendo la Biblia?
PASOS PARA CAMINAR EN OBEDIENCIA
1. Estudie y medite en la grandeza de Dios.
Cuando verdaderamente entendemos cuán amoroso, sabio, poderoso y confiable es Dios, no tendremos ningún problema en creerle y obedecerle.
2. Conozca Su Palabra.
La Santa Palabra debe ser la base para nuestra obediencia y crecimiento. “Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza…” Col. 3:16
3. Creer que Dios tiene un plan para mi vida.
Su plan para usted, será evidente a medida que estudie y medite en Su Palabra, invierta tiempo en oración y obedezca Sus mandamientos.
4. Actuar.
El cuarto paso hacia fa obediencia, es sencillamente hacer lo que Dios nos dice, en el poder del Espíritu Santo.
CONCLUSIÓN:
¿Está usted caminando en obediencia en todas las cosas? ¿Es usted un fructífero discípulo de Cristo? El Señor le anima para que camine por fe. Determínese a andar en obediencia delante de Dios y comience a reflejar a Cristo en su vida.