Discípulos de Cristo
Juan 6:60-66
Introducción
Existe una amplia diferencia entre ser un creyente en Jesucristo y ser un discípulo de Cristo; esta diferencia no estriba solo en el titulo, sino en la forma en como lo concebimos en nuestro corazón y en nuestra vida diaria. Alguien escribió algunas diferencias bastante amplias entre estas dos condiciones, diciendo que todo discípulo es un creyente pero no todo creyente es un discípulo
- El creyente espera panes y peces; el discípulo es un pescador.
- El creyente lucha por crecer; el discípulo por reproducirse.
- El creyente se gana; el discípulo se hace.
- El creyente gusta de halago; el discípulo del sacrificio vivo.
- El creyente murmura y reclama; el discípulo obedece y se niega a si mismo.
- El creyente es “yo”; el discípulo es “ellos”.
- Los creyentes esperan milagros; los discípulos obran milagros.
- El creyente sueña con la “iglesia ideal”; el discípulo se entrega para lograr la “iglesia real”.
- La meta del creyente es estar en el cielo; la del discípulo es ganar almas para el cielo.
- El creyente maduro se hace discípulo; el discípulo maduro asume los ministerios.
- Al creyente parece que se le prometió una almohada; el discípulo sabe que tiene una cruz.
- El creyente es “ojalá”; el discípulo es “heme aquí”.
- El creyente es valioso; el discípulo es indispensable.
- El creyente, quizá, predica El evangelio; el discípulo hace discípulos. Pero más allá de estas expresiones debemos revisar la Palabra de Dios y precisamente al Señor Jesús quien hablo mucho acerca de esto; de manera explicita (clara) como forma implícita.
I. Un Discípulo de Cristo oye sus palabras (vv.60-64) “…Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír”
Jesús se encuentra en una sinagoga en Capernaum y da su famosa enseñanza acerca del Pan de vida. Jesús les dice que muchos le siguen por lo que Él les da y no por un amor desinteresado (v.26) pero les invita a que den mayor énfasis por los asuntos espirituales, esto es conocer y aplicar las obras de Dios (v.27) ¿A que se refiere Jesús con esto? podía ser la pregunta que surja en la mente de sus oyentes.
El mismo Jesús les responde diciendo que la obra de Dios es creer en Él (v.29) para algunos o para muchos esta respuesta le parece fuera toda lógica y hasta soberbia y cuestionan al Señor ¿Que obra haces? (v.30) en otras palabras le preguntaban que elementos muestra Jesús para que crean en Él? Entonces Jesús comienza a revelarles las Escrituras; esos viejos escritos que durante años habían estado reflexionando ahora tenían cumplimiento delante de sus ojos y es el mismo Jesús quien se encarga de mostrarles la verdad. les dice: El pueblo de Israel recibió el pan del cielo (maná)! del mismo Dios y no de Moisés; pero que eso solo era una figura profética de lo que Dios haría más adelante a todas las naciones. Dios ahora daba el verdadero Pan de Vida (Jesús) a una humanidad que lo necesita y que este Pan celestial daría vida al mundo (vv.31-33).
Al parecer hasta aquí todo va más o menos bien; pero más adelante Jesús se atreve a declarar algo que les pone a algunos los pelos de punta. Jesús dice: “Yo soy el pan de vida, el que a mí viene nunca tendrá hambre y el que en mí cree no tendrá sed jamás” (v.35) y sigue diciéndoles que ha descendido del mismito cielo (v.38) y que los que a Él se entregan tiene el poder para resucitarlo en el fin de los tiempos (v. 39) y termina autoproclamándose como el único vinculo a Dios y que solamente creyéndole a Él tendrán vida eterna junto con el Padre (v. 40) ¿¿¡¡QUE!!?? ¿Es cierto lo que nuestros oídos están escuchando? parecían decir los asistentes a la sinagoga ese día. Si este jovencito es el hijo de José! y María, le conocemos desde chamaco y ahora nos viene con esas cosa
II. Un Discípulo de Cristo es atraído por Dios (v.65) “…ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre”
Se nos dice que muchas personas seguían a Jesús, (v.2), y lo seguía por diversos motivos, algunos validos y otros no tanto. Pero la gran mayoría lo hacía por las bendiciones que recibían y Jesús cuestiono esa actitud, diciéndoles que estaban con Él por el pan que les daba (v.26) Cuanta verdad encierra esas palabras de Cristo; pues podemos sentirnos atraídos a Jesús solo por las bendiciones que recibimos de parte de Él. Si bien esto es válido al principio de nuestra relación con Él, debemos avanzar a un punto de ver a Jesús digno de honor de nuestra parte aun sin recibir nada de Él. Esto es llegar a ser un autentico discípulo de Cristo. Y Jesús sigue diciendo que conoce las intenciones de todos los que se acercan a Él; pero que no todos los que se le acercan son auténticamente sus discípulos; solo aquellos que Dios lleva a Jesús.
El deseo de Dios es que todos le conozcan y le permitan tomar las riendas de su vida para siempre, ¿Entonces como es que no todos serán discípulos de! Jesús?, ¿serán solo aquellos que Dios designe? aparentemente esto quiere decir Jesús; pero no; sino que la declaración de Jesús no tiene que ver con el deseo de Dios, sino con cada uno de nosotros. Dios nos dará a todos los seres humanos la oportunidad de acercarnos a Cristo; pero dependerá de cada uno de nosotros ser solo seguidores pasivos de Jesús ó apasionados discípulos de Cristo. ¿De que dependerá esto? de las intenciones del corazón de cada uno; Jesús no se deja engañar por las apariencias pues el conoce todo lo referente a nosotros aun lo más intimo del corazón. Dios conoce esto y de acuerdo a lo que tengamos dentro; eso permitirá más o menos intimidad con el creador. Desde luego que aquellos que le aman más incondicionalmente tendrán mejores oportunidades de conocerlo y vivir mejor, que aquellos que le siguen superficialmente. Muchos de los que le seguían solo hacía para traer agua para su molino, como se dice vulgarmente; pero cuando Cristo va mostrando más y más compromiso es cuando se activa el efecto coladera, algunos se van que
III. Un Discípulo de Cristo nunca le abandona (v.66) “…y ya no andaban con Él”
Al ver que Jesús todo lo que implicaba seguir a Jesús, se nos dice que muchos de sus discípulos le volvieron la espalda (v. 66) podemos ver que eran muchos los que le seguían; pero Jesús tuvo que se claro al revelarse sus planes y a la gran mayoría les costo trabajo concordar con Él, no le creyeron y entonces toman la decisión de abandonarle. Al escuchar las verdades de Jesús y no creerle y saber que sus verdaderas intenciones no eran las mejores, muchos de los seguidores de Jesús deciden retirarse. Esto es más que alejarse físicamente de Jesús es más. Es más que dejar de ir a la iglesia. Es dejar de estar de acuerdo con Él, dejar de estar con Él y dejar de andar con Él. Los discípulos por el contrario cualesquiera que sean las condiciones que sean y las circunstancias, permanecen con Él. Bien fue plasmado esto en el soneto al crucificado que dice: Estamos con Jesús y andamos con Jesús no por lo que pueda o quiera darnos; sino por amor a Él; por lo que Él es. Un discípulo de Jesús no le abandona, y siempre anda de la mano de Él, en todo momento y circunstancia.
Desafío
Ser un seguidor de Jesús es tan solo el primer paso de todo cristiano; ser un discípulo es la prueba de fuego, en donde queda de manifiesto si lo amamos en verdad o solo por lo que Él nos da. Cada uno sabe las verdaderas intenciones por las que sigue a Cristo. Lo ideal es que la iglesia del Señor este compuesta en su mayoría o totalidad por discípulos que oyen sus palabras y las creen, por discípulos que se sienta atraídos por Dios y por discípulos que nunca dejen de andar con Él.