Decididos por la perseverancia
2 Tesalonicenses 2:15-17
INTRODUCCIÓN:
Así como los campesinos, los estudiantes y los buenos atletas tienen que perseverar para alcanzar con éxito sus metas, todo cristiano que aún pisa la faz de la tierra debe perseverar visiblemente e el camino de Dios y su obra. Muchos creyentes han pensado que la perseverancia es un asunto de aguante, sin embargo no es así, más bien es de fe y voluntad. Es decir, quien persevera, ejercita su fe en Dios de manera correcta: A LA MANERA DE DIOS. nadie puede decir que tiene fe a “su manera”, lo correcto es A LA MANERA DE DIOS. Además, cada creyente debe decidir con firmeza dar frutos para Dios y el ministerio de su iglesia.
I. LA PERSEVERANCIA SE PRODUCE POR LA FIRMEZA Y FIDELIDAD A LAS ENSEÑANZAS DE LA BIBLIA, v. 15 (cf. 1 Corintios 15:58)
Todo creyente inteligente entiende que firmeza y fidelidad pueden ser traducidas como OBEDIENCIA. Ningún creyente puede llamarse perseverante si no ajusta su vida a las enseñanzas de la Biblia. De ahí que, un adecuado entendimiento de la Palabra de Dios y una firme determinación del corazón a vivir lo aprendido, forja en cualquier hijo de Dios perseverancia palpable y abundantes frutos. Por otro lado, existe una profunda correlación entre la perseverancia y dar frutos. Ninguno de los frutos que vemos en los árboles son imaginarios, todos son reales.
Lo mismo sucede en la vida de un cristiano que persevera: Las raíces son las enseñanzas de la Biblia, las ramas son su firmeza y su fidelidad, y los frutos su participación visible en la obra de Dios, la cual no es imaginaria. Todo creyente que da frutos progresa en la vida, y hay que entender que el progreso no se puede esconder así como cuando una ciudad progresa. Pero, ¿cómo un hijo de Dios puede progresar y no errar en la vida?
II. LA FUENTE DE LA PERSEVERANCIA ES NUESTRA RELACIÓN CON JESUCRISTO MISMO, vv. 16, 17
Estos significativos versículos mencionan una lista de elementos que obtenemos como resultado de nuestra relación con Jesús y que nos permiten perseverar:
1. Amor
2. Gracia
3. Consuelo Eterno
4. Buena Esperanza
5. Animo
6. Fortaleza de Corazón
Los creyentes que aún asistiendo a un templo no perseveran, y aquellos que se retiran de la comunión o que son muy irregulares, manifiestan tener un serio problema en su relación con Jesús. Ellos desconocen que los elementos antes mencionados Dios los proporciona para que sus hijos perseveren hasta el final.
Hoy Dios está llamando claramente a nuestro corazón. El sabe el tipo de relación que sostenemos con él, y si hay algo que corregir, él está aquí para ayudarnos amorosamente para darnos su gracia, consolarnos en nuestros sufrimientos y darnos buena esperanza. Dios está aquí para llenarnos de ánimo y rebozar nuestro corazón de fortaleza. El quiere que hoy tomemos la decisión de renovar nuestra relación con él y mejorar nuestra perseverancia en su camino.
CONCLUSIÓN
Dios está más interesado en que perseveremos en su camino y obra, que nosotros en perseverar en ello. Y para no errar necesitamos hacer las cosas a la manera de Dios. Necesitamos ajustarnos a las enseñanzas de la Biblia para que el fruto de nuestra perseverancia sea real y no imaginario. Dios nos está invitando a que tomemos de él los elementos que nos falten para que seamos perseverantes en su camino. Tomemos pues, el camino de la perseverancia y dediquémonos a dar frutos para Dios y el ministerio de nuestra iglesia.