Cuando Dios esta presente

Cuando Dios esta presente


Lucas 5:1-11


El hecho de haber fracasado una o varias veces en la vida no significa ser un fracasado. Fracasar en algo no quiere decir que seas inferior, simplemente es que no eres perfecto, que aún no es tiempo, o que probablemente Dios tiene algo mucho mejor para ti. No haber tenido éxito en ciertas empresas o proyectos, en las relaciones sentimentales u otras situaciones de la vida, tampoco quiere decir que has desperdiciado tu vida, mas debes aceptar la oportunidad para comenzar de nuevo. Los fracasos pueden ser aleccionadores, pues es a través de ellos que aprendemos a no cometer los mismos errores, y también aprendemos a sobreponernos ante cualquier situación adversa. Miles de personas nacen diariamente con muy pocas posibilidades de éxito, algunos inclusive con impedimentos congénitos, abusadas y maltratadas, de bajos recursos, sin familiares y en situaciones totalmente adversas; sin embargo es sorprendente descubrir como contra viento y marea se han sobrepuesto a los rigores de la adversidad. No conozco a ninguna persona exitosa que no haya tenido desaciertos y fracasos. ¿Sabes que aún en nuestros desaciertos y fracasos Dios se puede glorificar? El puede transformar nuestras tragedias y frustraciones en destrezas y habilidades que nos llevan a la continúa superación y consecución de nuestros más caros ideales. Solamente Dios puede darle a nuestra vida contenido, riqueza y plenitud. El sabe como darnos impulso y dirección. Si te encuentras desalentado o deprimido, y crees haber fracasado, no te recomiendo la ayuda de sicólogos ni siquiatras, ellos indagarán en tu pasado las causas del porqué de tu conducta, buscarán a quienes trasladarle la culpa, pero no te darán soluciones válidas, porque el problema es de carácter espiritual. Por lo tanto es necesario que busques a Jesucristo con todo tu corazón, él no te dará premisas falsas ni tratará tu problema con la tradicional sicología conductual, es más él no te hablará de sanidad interior, sino de una radical transformación, perdonará tus pecados, transformará tu presente y te dará esperanza y seguridad para el futuro.


En el ámbito empresarial se está muy familiarizado con las siguientes declaraciones, atiéndelas de nuevo, a lo mejor de algo te puedan servir: FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS FRACASADO. Significa que todavía no hemos tenido éxito. FRACASO NO SIGNIFICA QUE NO HEMOS LOGRADO NADA. Significa que hemos aprendido algo. FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS ACTUADO MAL. Significa que no hemos hecho lo que hacía falta hacer.


FRACASO NO SIGNIFICA QUE NO SE PUEDE CONFIAR EN NOSOTROS. Significa que estuvimos dispuestos a probar. FRACASO NO SIGNIFICA FALTA DE CAPACIDAD. Significa que necesitamos hacer las cosas de una manera diferente. FRACASO NO SIGNIFICA QUE SOMOS INFERIORES. Significa que no somos perfectos. FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS PERDIDO NUESTRO TIEMPO. Significa que lo hemos utilizado de una manera distinta . FRACASO NO SIGNIFICA QUE DEBEMOS ACHICARNOS. Significa que necesitamos perseverar y tener más constancia. FRACASO NO SIGNIFICA QUE TODO SE HA TERMINADO Significa que necesitamos volver a empezar FRACASO NO SIGNIFICA QUE NO LOGRAREMOS NUESTRAS METAS. Significa que tardaremos un poco más en alcanzarlas. FRACASO NO SIGNIFICA QUE LA VIDA NO NOS APOYA. ¡Significa simplemente que hay algo mejor reservado para nosotros! Sólo necesitamos encontrarlo “Cuando fracasas y te caes o te equivocas en algo, puedes desistir Pero si te levantas una vez mas de las que te caes y aprendes de tu error cada vez que te equivocas EL ÉXITO TE ESTARÁ ESPERANDO


Inténtalo de nuevo, trata de leer la fascinante historia contenida en Lucas 5:1-11, en donde los discípulos de Cristo se encuentran totalmente desalentados, y descubrirás como aún después de haber fracasado, si Cristo está presente y las cosas se hacen como él manda, entonces hay soluciones, esperanza y abundancia. Dios nos diseñó para vivir victoriosos en medio de las adversidades. Recuerda también que la séptima es la vencida, y que aún cuando pareciera absurdo seguir el plan de Dios, en realidad eso es lo más recomendable. En 2 reyes 5 se narra la historia de un general sirio llamado Naamán el cual era muy próspero, pero poco a poco la lepra lo estaba invadiendo, por lo tanto su desesperación no era para menos; al leer la historia y ver como se sometió al plan de Dios en un acto de fe incondicional, descubrimos no solamente que fue sanado instantáneamente, sino también como él encontró el camino para sobreponerse a todo tipo de adversidades. El asunto es depender absolutamente de Dios, ordenar nuestras prioridades, cambiar radicalmente nuestras actitudes y obedecer a Dios por sobre todas las cosas. Desistamos de adorar la comodidad y de buscar únicamente nuestra seguridad y conveniencia, pues a la larga nos veremos frustrados y vacíos. Probablemente la concepción de éxito para algunos es tener muchas cosas, sentirse amado y admirado, y sobre todo el egoísta instinto de sentirse bien a toda costa; sin embargo éxito desde la perspectiva divina y eterna es mucho más que eso. “Ven si tu estás cansado” -dice un viejo himno- Ven a Jesucristo si te encuentras con sentimientos de fracaso e impotencia, trata de nuevo, pero ahora dependiendo del poder y la soberanía de Dios. La verdadera dicha y el verdadero éxito solamente se encuentra en Dios.