Consecuencia de una rebelión persistente
BASE BÍBLICA:
Hebreos 10:26-31 “Porque si continuamos pecando voluntariamente después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados. Sino una muy terrible esperanza de juicio y fuego airado que ha de consumir a los adversarios. El que viola la ley de Moisés por el testimonio de dos o tres testigos muere sin compasión. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que halla pisoteado al hijo de Dios y tuviere por inmunda la sangre del pacto, en la cual fue santificado, y halla ultrajado al espíritu de gracia? Porque conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo pagaré. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.”
INTRODUCCIÓN
El autor de Hebreos siente temor al pecado, porque sus lectores (Judíos-Cristianos), vivían en una época en que la iglesia era constantemente el blanco de los ataques. El grupo al cual se dirige la epístola, estaba en peligro de la apostasía y los urge con una advertencia fuerte contra esta situación . Parecía que los hermanos estaban decayendo y estaban cediendo de nuevo a los ritos de la ley mosaica y dejando a Cristo por la presunción de otro.
PROPOSICIÓN: Todo cristiano que ha tenido la experiencia de la salvación debe poner atención a la advertencia en contra de la apostasía. INTERROGANTE SERMONARIA ¿ POR QUE? PALABRA CLAVE: SACRIFICIO
1. REBELIÓN CONTRA DIOS Y SU PALABRA
Esto es negar a Cristo con hechos y palabras y abandonando el camino de la salvación.
A) Pecando intencionalmente. Indica una decisión de propia voluntad. El autor entiende por esa frase una rebelión persistente, una recaída total y definitiva (1ª Pedro 2:20-22) su postrer estado es peor.
B) Abandonando la verdad evangélica. Este conocimiento es en el sentido de haber discernido, reconocido toda la verdad evangélica y después de rechazar a Cristo y a su obra expiatoria, rechazando así la salvación.
CONSECUENCIA DE LA REBELIÓN.
a) Vano queda el sacrificio por los pecados. Esto indica el renunciamiento, separación y abandono al solo y único sacrificio, que puede quitar el pecado, en el que no hay sustituto. Dios no tiene otros medios de expresión en reserva para beneficios de aquellos que deseen rechazar a Cristo. Los sacrificios levíticos son obsoletos y no aceptables. No hay otros caminos para ir al cielo. Todas las religiones no cristianas son descartadas, lo mismo que todas las formas de ofrendar humanas de cultos rituales.
b) Una terrible esperanza de juicio. Esto quiere decir un juicio decisivo y anticipado (escatológico), como ya no tienen ningún medio de reconciliación con Dios, se encuentran solos en presencia de la ira divina (Isaías 26:11; Juan 5:16.) Tiene que ver como enfrentarse con Dios, lo Santo con lo inmundo. Lo perfecto contra lo imperfecto. Lo creado contra el Creador. No es solo el juicio que le espera al pecador que recibirá el veredicto, sino la ejecución del veredicto. El fuego airado que ha de destruir a todos aquellos que han escogido ser enemigos de Dios. Este es un eco de Isaías 26:11, y esta relacionado con la santidad de Dios. Devorar (CONSUMIR) a los adversarios está escrito en un sentido metafórico.
EL CONTRASTE ANTE LA LEY MOSAICA Y EL NUEVO PACTO.
a) Razones del Juicio mosaico (Vers. 28.).- Violar- Trasmite la idea de anular la ley de Moisés resultado de ello una completa ruptura con el antiguo pacto. En el A.T. el que viola la ley volviéndose a los ídolos moriría sin compasión. Si alguien quebrantaba, no significa que se le mataba, el ofensor era ejecutad o cuando 2 ó 3 testigos verificaban que el había despreciado intencionalmente a Dios y rechazaba la ley de Moisés. Tres testigos indica simbólicamente la plenitud. De testimonio “muera” da la idea de frecuencia, es decir es una oración que se repite de vez en cuando con diferentes individuos (Deuteronomio 17:6.).
b) Las razones de la ira divina. La primera palabra “cuanto”, señala el grado de diferencia ante la muerte física y el castigo eterno. Se traduce la regla hermenéutica de contraste de menor a mayor. Es una apelación al propio sentimiento de justicia contra los apostatas.
c). Pisotear al Hijo de Dios. Atropellar.- En sentido metafórico derrota. Una negligencia llena de escarnio entregándose al pecado en rechazo abierto. Pisotear es lo que hacemos cuando queremos sacarnos de encima algún insecto molesto (figuradamente) pisotear es rechazar el ofrecimiento del amor. El pecado no es tanto revelarse contra la ley sino además herir el amor.
d) Tener por inmunda la sangre del pacto. Se refiere a la obra del hijo de Dios. El pecador considera la sangre de Cristo como la de cualquier ser humano o animal y que la muerte de Jesús no tiene significado ni valor.
Este conoce la fe cristiana, el había sido santificado por la sangre del pacto, hubo un tiempo en que el profesó la fe en Cristo. Participó de todo. Ahora rompe con su pacto. En este pacto Dios y el hombre no se encuentran en igualdad de condiciones, significa que Dios, a opinión propia y en su libre gracia, ofreció al hombre esta relación, que el hombre no puede alterar, cambiar, ni anular, sino solo acepta o rechaza, este pacto este pacto es la iniciativa y la gracia de Dios. Aquí el pecado consiste en no comprender lo sacrosanto del sacrificio de la Cruz.
e) Ultrajar al Espíritu de Gracia. Aquí trata contumazmente en insultar, es: Una palabra poderosa para expresar el insulto total del Espíritu Santo tras haber recibido su beneficios. Este pecado es el que se le llama Blasfemia contra el Espíritu Santo (Mateo 12:32; y Juan como el PECADO DE MUERTE (1ª Juan 5:16). El Espíritu Santo es la fuente de gracia él es que apropia la salvación.
DIOS ES EL JUEZ.
a) EL JUICIO ES INEVITABLE. Esta expresión es tomada del A. T. En el cántico de Moisés (Deuteronomio 32:35-36). Un cántico muy conocido por los lectores ya que cantaban en sus cultos de adoración Salmos 135:14. La intención es la de enfatizar que el juicio es inevitable.
b) EL JUICIO ES TERRIBLE. Los que han despreciado la persona y la obra de Cristo han aborrecido con arrogancia al Espíritu Santo, enfrentando la ira infinita del Dios Santo, el Juez de los cielos y de la tierra (Rom. 1:18-32.)
CONCLUSIÓN
El hombre puede resistir cualquier ataque contra su cuerpo, pero lo que lo postra enteramente es el quebranto de corazón. Una vez que Cristo vino, lo terrible del pecado no consiste ya en quebrantar la ley, sino en pisotear o burlar el amor de Cristo. Ignorar completamente las súplicas, las invitaciones y los imperativos del Espíritu para seguir el propio camino, es insultarlo o herir el corazón de Dios. El pecado no es la desobediencia a una ley impersonal, sino la alteración y naufragio de una relación personal. Amados, permitamos que el Espíritu Santo nos ayude a mantener firme nuestra profesión de Fe, Esperanza y que no estimulemos al amor, (Heb. 10:25), a la búsqueda cada día y manteniendo con el una relación íntima. “Amados, por la gran solicitud, que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los Santos (Judas 3.)