Conociendo el corazón de Dios

Conociendo el corazón de Dios


2 de Timoteo 2:1-2


Versículo clave: 2 Pedro 3:9


Desarrollo del tema


2 Pedro 3:9 “El señor no retarda su promesa, según algunos tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procederán al arrepentimiento.”


“No es que Dios sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Lo que pasa es que Dios tiene paciencia con ustedes, porque él no quiere que nadie muera, sino que todos vuelvan a obedecerle” (versión Biblia para todos)


Sabemos que tenemos un Dios vivo y por lo tanto éste respira, puede ver, palpar, oler, hablar, caminar y la única manera para que haga esto es que tenga un corazón. En el corazón es donde guardamos nuestras emociones, sentimientos, etc.


En este día te invito a que conozcas el corazón de Dios, quizá lo conoces por fuera ( has visto que sana, libera, transforma, hace milagros, me ama, me llena) pero muy pocos son los que conocen el interior de Dios, esa parte que nos eriza la piel, que nos da temor, esa misma que es la esencia viva de Dios.


Desde el Génesis hasta el Apocalipsis vemos los intentos que Dios ha tenido por salvar hasta la última persona en este universo y de recuperar las llaves del Reino que las había perdido con la desobediencia del hombre en el huerto. Cuando Adán y Eva pecan, el hombre que le pertenecía ha Dios pasa a manos de Satanás y las llaves que en ese momento estaban el poder de Dios pasan a manos del enemigo, es allí donde Dios comienza una serie de intentos por tratar de recuperar a el hombre, a estos les llamamos dispensaciones (tiempos donde Dios provee salvación). Desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento encontramos unas 5 o 6 dispensaciones.


1. Inocencia


La inocencia es un estado en el cual no hay morbosidad, pensamientos inicuos, maldad, etc. La conciencia es cuando el hombre (mujer) adquiere el poder de distinguir entre lo bueno y lo malo. La Biblia dice en Génesis 2:25 “tanto el hombre como la mujer andaban desnudos, pero no sentían vergüenza de andar así,” es decir estaban en un estado de inocencia, pero lo que Dios quería evitar era que pasaran de la inocencia a la conciencia porque al momento de hacer este cambio el pecado entraría en el hombre como nos lo indica Génesis 2:16-17, cuando Adán y Eva se comen la fruta Dios ya no los podía salvar por la inocencia y es allí donde pierde las llaves del reino.


2. Conciencia


Después de la inocencia el hombre pasa a un estado de conciencia y es allí donde Dios esperaba que el hombre recapacitara y eligiera el camino correcto


Pero la Biblia dice que hacían lo que quisieran (libro de Jueces) y es allí donde entra la dispensación de la ley.


3. Ley


En esta dispensación Dios estableció leyes para que las cumplieran (613). Sin embargo al violar una de éstas eran culpables de las 613, por eso es que Dios establece el sacrificio de corderitos para la remisión de sus pecados. Sin embargo el hombre también fallo a ésta.


4. Gracia


Dios siempre ha estado dispuesto a salvar la humanidad y es por esto que los hombre ya no tienen que hacer nada, ahora Dios paga por el hombre y lo hace por medio de Jesucristo quien da su vida en la Cruz derramando su Santa Sangre que es el sacrificio perfecto.


Es la dispensación en la que vivimos actualmente pero pasará y se llegara el tiempo en que la Iglesia va a ser arrebatada y llevada al cielo y el Espíritu Santo va a ser quitado de la tierra.


5. Dolor


Después que nos hallamos ido ya no hay nadie quien hable de Jesús, el Espíritu Santo ha sido retirado de la tierra (Apocalipsis 10:12). La tierra estará en el tiempo de la gran tribulación: todo aquel que se marque perderá la salvación, el que prefiera perder la cabeza antes de marcarse, será salvo (sufrimiento-dolor)


6. Milenio


Satanás será encerrado 1000 años


7. Eternidad


Reinaremos con el siempre, ya no habrá dolor, tristeza, llanto, etc.


Es aquí donde encontramos en corazón de Dios


2 Pedro 3:9 (no queriendo que nadie perezca). Por eso es que se retarda y no quiere que nadie se pierda. Cada latir del corazón de Dios exclama “almas, almas, almas.”  El que tiene el corazón del Padre anda buscando almas.


Muchos tienen un concepto erróneo de la palabra “evangelizar,”  piensan que evangelizar es repartir volantes en las plazas, en los buses, proyectar un video, encaminar a una persona a recibir de Jesús y después dejarla tirada. Esto no es evangelizar esto es ser mal padre.


Muchos son pescadores de almas solo que practican la pesca deportiva. Tiran el anzuelo con la carnada, atrapan un pez grande se toman la foto y dejan tirado el pez, figura del cristiano que busca protagonismo presumiendo la cantidad de gente que han evangelizado. No recibiré un premio por llevar a alguien al Peniel sino por llevarla y disipularla.


Tú debes tener algo en tu corazón: salvación. Ahora ya entienden por que pedimos tantas almas para el Peniel. No somos nosotros si Dios quien nos las exige. El enemigo también exige almas y la boca del infierno se abre y no se sacia. Millones van al infierno y no a hacer mayor cosa una persona que este en las puertas del infierno enseñando el camino correcto cosa contraria si estuviéramos millones guiándolos en el camino angosto.


Imagínate el día del juicio el Padre diciéndole a un joven maldito “apártate de mi………….no te conozco” a este joven muchos no le hablaron porque pensaron que era caso perdido o nunca lo llevaron a un Bethel porque olía mal, se bestia mal y encima de eso era horrible o no le hablaron porque  “que vergüenza que me vean con el.”  El corazón de Dios dice “salvación” y sus latidos palpitan “almas” porque el quiere que nadie se pierda.


Veamos que dice Juan 3:16


Para Dios fue difícil mandar a Jesús (Zacarías 12:10). Dios lloró cuando envió a Jesús. ¿Quién recibía la gloria en el cielo?… Jesús, ¿A quién le cantaban los ángeles en el cielo?…. a Jesús, a quien le decían “santo, santo, santo.”  Dios comienza a buscar hombres en el cielo, Abraham el padre de la fe, David aquel joven que tenía grandes características, Isaac, Jacob, Daniel que estaba dispuesto a dar su vida por Dios, pero ninguno de estos era capaz de cumplir la misión a la que iban a ser enviados y aunque fueran capaces no eran dignos, de repente el Padre voltea a ver el trono y allí estaba Jesús el único con suficiente amor en su corazón, el único capaz y sobre todo el único digno de abrir los sellos y Jesucristo dice “yo voy.”


Jesucristo desciende en forma de hombre y se humilla. Los ángeles siguen alabándole diciendo santo, santo, santo. Llega el momento en que Miguel y su escuadrón estaban como guerreros esperando recibir una orden, tan solo una palabra bastaría para descender y rescatar al hijo, sin embargo esta orden nunca llegó.


El Padre llora al ver tanto pecado en su hijo y por primera vez lo abandona y es allí, en la cruz donde el hijo exclama “Padre porque me has abandonado.”  El padre llora la muerte de Jesucristo pero sabe que un sufrimiento aún mayor le espera en los próximos 3 días. El hijo desciende hasta el abismo, allí donde habita Satanás para arrebatarle las llaves del reino. En 3 días sufre una tortura nada comparable con la de la cruz, los ángeles en el cielo por primera vez dejan de alabar.


“Porque de tal manera amó Dios al mundo,” el corazón de Dios lleva misiones. Si Jesucristo hubiera dicho no tengo tiempo no estuviéramos aquí. Te cuento que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son personas muchísimo más ocupadas que nosotros y sin embargo siempre tienen tiempo para compartir con gente rebelde, impura, sin visión y sin misión en esta vida como muchas veces lo somos.


Mateo 15:24. Jesús fue enviado a las ovejas perdidas. No fuiste enviado para ser músico, el ministerio de la música es secundario. No fuiste enviado para diversos ministerios, bendecimos lo diversos ministerios, pero fuiste enviado por las almas perdidas. El corazón de Dios late “almas, almas, almas, almas”.


Muchos ministerios tienen visión pero no misión en esta vida. Visión es “lo que yo quiero hacer para edificar el cuerpo de Jesucristo, es decir para los que ya son salvos” pero Misión es “lo que boy a hacer para rescatar a los perdidos”.


El corazón de Dios hay amor, otro de los elementos del corazón de Dios es compasión. Jesús se sube a un monte y observa a Jerusalén sumergida en el pecado y al observar esto Jesús lloró (Lucas 19:41), esto se llama compasión. Hay muchos jóvenes que derraman sus lágrimas porque los dejó el novio (a), muchos padres lloran porque no tienen que comer el día siguiente, envés de estar derramando sus lágrimas pidiendo porque sus padres o sus hijos lleguen a los pies de Dios. ! Un paréntesis! Quiero decirles que nuestro nivel de riqueza es nuestro nivel de fe y obediencia, porque si yo le creo a Dios y le obedezco no tengo porque sufrir económicamente; si el me dio su único hijo sería ilógico que creyéndole y obedeciéndole no me diera riquezas.


Juan 17:12


Dios tiene pasión en su corazón por las almas. Una cosa es que alguien me guste a que la quiera o a que la ame. Pero Dios no quiere que tengas ninguno de estos tres niveles, el quiere que tengas pasión por las almas. Cuando hay pasión no hay excusas (falta de tiempo, enfermedad, esposa, hijos, estudio, clima, etc.) no hay obstáculos que superemos, no hay barreras que no derribemos, no hay nada difícil.


Por último, el corazón del Padre tiene una gran característica y es MISERICORDIA. La misericordia de Dios es tan ágil como una gacela, con solamente confesarlo en nuestro corazón recibimos misericordia. (Parábola del hijo pródigo Lucas 15:11), el hijo reclama su herencia, el Padre se la da, pero el hijo se aparta de la casa de su Padre y comienza a disfrutar de los placeres del mundo malgastando la herencia que le había sido dada, se queda sin un centavo hasta el punto de comer el alimento de los cerdos, pero decide pedir misericordia a su Padre, pero el Padre no sólo lo recibe sino que comienza a restaurar su vida hasta el punto de que hijo llega a ser el de antes. El Padre siempre esta con los brazos abiertos. ASÍ LATE SU CORAZÓN.


REFLEXIÓN


FIDELIDAD EN LA OBRA MISIONERA


“Por cuatro años”, dice el doctor W.R. Hotchkiss, “he vivido solo en el África. Treinta veces he sido atacado por la fiebre, tres veces atacado por leones y varias veces por rinocerontes; no pocas veces los nativos me han tendido emboscadas y por cuatro meses no he visto una pieza de pan, teniendo que limitarme a comer todas las cosas, desde hormigas hasta rinocerontes; pero permítanme que les diga que con todo gusto pasaría otra vez por todas estas experiencias, a cambio del gozo de llevar la palabra Salvador y hacerla brillar en la oscuridad que envuelve a alguna otra de las tribus del África Central”.