Como amar a la mamá de tus hijos
1 Pedro 3:7
Es imposible ser un padre exitoso sin antes ser un esposo exitoso. El plan de Dios para el hogar es que los papás sean padres de tiempo completo, disponibles para sus hijos las 24 hrs., los 7 días de la semana, los 365 días del año. Y sabemos que los niños sufren cuando un matrimonio termina en divorcio. Es por eso que bien se ha dicho que la cosa más grande que un padre puede hacer por sus hijos es amar a su mamá. Si hay algún grupo de personas que debería tener matrimonios exitosos somos los cristianos: tenemos: Biblia, E.S., y sin embargo, muchos están fallando. El mío también ha sufrido los embates del enemigo, pero por la gracia del Señor nos hemos mantenido firmes. De otra manera, me imagino el terrible efecto que hubiera tenido en mis tres hijas. Howard Hendricks dijo: si tu cristianismo no sirve en casa, entonces no sirve. Así que si queremos ser buenos padres, debemos concentrarnos en ser buenos esposos. Veamos lo que apóstol Pedro (un hombre casado) escribió al respecto: Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. Vamos a notar 4 ingredientes que los esposos debemos aportar en nuestra relación con nuestras esposas.
I. UN SÓLIDO COMPROMISO … Vosotros, maridos …
A. Un esposo es un hombre casado. Todo hombre casado está comprometido a ser un hombre de una sola mujer. Es un hombre que ya está fuera de circulación. Recordemos que hemos jurado ser el uno para el otro …hasta que la muerte nos separe. Nuestra esposa no debe ser la primera mujer en nuestra vida: debe ser la única mujer en nuestra vida. Mark Twain hablaba de la poligamia con un mormón en Utah. Este hombre le preguntó que si había un versículo en al Biblia en contra de la poligamia. Twain respondió: Sí. “Ninguno pude servir a dos señores. ” · Recordemos siempre que hemos tomado a una mujer para amarla cada día: sin excusas, sin excepciones. Debemos decirle que siempre y para siempre ella será muy especial en nuestra vida.
B. La relación con nuestra esposa toma prioridad sobre cualquier otra relación. · Cualquier otra cosa que irrumpa esa relación está en el lugar equivocado: familia, amigos, el ministerio, cualquiera. · Esto es más evidente en la obra del Señor: cualquier otro trabajo puede ser realizado a pesar de fallar en el matrimonio: doctor, abogado, economista, Presidente del país; pero es imposible servir a Dios en el ministerio cuando se ha fallado en el hogar.
II. COMPAÑERISMO …vivid con ellas…
A. Muchos matrimonios sufren hoy simplemente por no pasar tiempo juntos. · Las carreras, otras mujeres e intereses externos han destruido hogares. · Si queremos mostrarles a nuestros hijos que amamos a sus mamá, es necesario pasar tiempo con ella.
B. La escena típica. Papá llega, come, hace sus cosas, lee el periódico, ve la TV, sale con sus amigos, etc. Esto envía un mensaje: hay cosas más importantes que mi esposa y mi familia. Todos “tenemos muy poco tiempo”, sin embargo, un parte significativa de ese tiempo debemos pasarlo con nuestra esposa. · Cuánto tiempo pasamos CON ella; no sólo CERCA de ellas, o EN LA MISMA ÁREA. Pedro dice CON ellas, para compartir intereses comunes, hacer cosas ordinarias. Las relaciones sólidas se construyen pasando tiempo juntos.
III. COMPRENSIÓN …sabiamente… (Pedro usa un palabra que significa “entendimiento”)
A. El matrimonio requiere sensibilidad. · Encontré esta descripción chusca de la mujer, en relación a sus propiedades físicas y químicas: Por las mismas razones desconocidas, de igual manera hierve y se congela espontáneamente; se derrite si se le da un trato especial, pero se vuelve amarga si se le da un trato inapropiado.
B· Debemos estar sensibles a sus sentimientos. Una de las responsabilidades más difíciles de los esposos es discernir los sentimientos de nuestras esposas y responder atentamente. No hay peor cosa que ignorarlas o hacerlas de menos. Las quejas más comunes de las mujeres: “no me escucha, no me mira, no me entiende” · Creo que junto a la gigantesca responsabilidad de educar a los hijos, está nuestro ministerio femenil: el de ministrar a nuestra esposa: mostrando interés por las cosas que a ella le interesan: su familia, sus angustias, temores, gustos, etc. A veces hay que darles una dosis doble de ternura, o de alivio de los quehaceres con los niños, o de tiempo si se ha sentido sola, etc.
IV. CONSIDERACIÓN … dando honor…
A. Debemos respetarla como mujer · Pablo no explica lo que quiere decir, pero una verdad es muy clara aquí: las mujeres son diferentes de los hombres. Y como hombres no nos debemos aprovechar de estas diferencias, sino debemos honrarlas.
B· Es nuestra responsabilidad amar a nuestras mujeres resaltando sus cualidades como mujer. Vivimos en una sociedad que pretende igualar en todos los aspectos al hombre y a la mujer, hasta el punto de no haber ninguna distinción de ningún tipo, llegando a suprimir los papeles que Dios les ha dado en la familia.
C· Nunca debemos dejar de mimarlas, de galantearlas, de enamorarlas, de lanzarles piropos, de hacerles piojito; debemos mostrarles que estamos para protegerlas; debemos también alabarlas por lo que hacen: la comida, la ropa, cuidado de los niños…
D· Debemos aceptar- con vergüenza- que nuestras esposas no están acostumbradas a que las tratemos como mujeres, a quienes les gusta que las cortejen, que las busquen, que las enamoren…
E. Un hombre se bañó, se perfumó, compró flores para su mujer y llegó a su casa para darle una sorpresa a su mujer. Cuando abrió la puerta la mujer dijo: Es el colmo: Hoy he tenido un mal día: el niño estuvo en el hospital, le dieron dos puntos en la rodilla, la suegra llamó para visitarlos por una semana, se descompuso la lavadora y lo que me faltaba, ¡ tú llegando a casa borracho!
F. Debemos respetarla como una mujer cristiana … coherederas de la gracia… · Es nuestro deber ministrarla, apoyarla y sostenerla espiritualmente. Compartimos las mismas bendiciones y la misma importancia eterna. Sus oraciones pueden ser tan efectivas como las nuestras, ellas pueden ser tan efectivas ejerciendo sus dones espirituales como nosotros. · Es nuestro deber enseñarles la Palabra y orar por y con ellas.
CONCLUSIÓN
… para que vuestras oraciones no tengan estorbo. Pedro concluye con una advertencia digna de ser notada por todo esposo creyente: Es tan importante para Dios que los esposos mantengamos una saludable relación espiritual y conyugal con nuestra esposa que está dispuesto a interrumpir su relación con nosotros si fracasamos en vivir en una relación amorosa, cuidadosa y sabia con ellas.