Amor frío

Amor frío


Introducción: 

Un carro como de cuatro ruedas una galera, ésta es empujada un poco cuesta arriba, pero parece ser que no es empujada con el ímpetu o la fuerza que se debería; Aun algunos se cansan, desalientan y parece que empujan pero no hacen fuerza, otros hasta dejan de empujar.


Estamos pasando por muy malos tiempos, difíciles; en los cuales hay desanimo, desaliento, desilusión, etc.

¿Por qué muchas de las personas en las iglesias se encuentran en esta situación? Entre otras cosas por esto mismo que comentamos anteriormente; en la Biblia la palabra de Dios nos dice en:

Mateo 24:12 – y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 


Por haberse multiplicado la maldad — Las malas acciones. Por causa de nuestro propio egoísmo, se multiplican las malas acciones, en el Mundo y entre nosotros los cristianos.


Las personas nos desengañamos, desilusionamos al no ser correspondidas, y el amor se enfría.


Cuando uno es joven que sano es en comportamiento, en acciones, en sentimientos, de ayuda, compañerismo etc. No quiere hacer el mal sino el bien, confía, ama, comparte; pero a medida que crece, se relaciona con la sociedad cada vez mas, ve y siente defraude, las malas acciones por doquier, desengaños familiares, de amigos, personas que las consideraba como tales y a la hora de la verdad no lo son, no es correspondido; entonces esto produce en él un sentimiento de que ha hecho el tonto, diciéndose así mismo: Estoy harto de hacer siempre el primo, no ves que cada cual va a lo suyo; pues yo también.

Y todo esto se multiplica y aumenta por nuestro egoísmo propio; trayendo graves consecuencias para la persona. Se resiente, poniéndose en guardia, pone mas cautela se hace mas distante y fría. Todo esto nos lleva a ser muy nuestros, a cerrar el corazón y hacernos distantes de los demás; todo esto rompe la unidad en la iglesia, y no es forma porque el amor se enfría, en los unos para con los otros; “El amor no hace mal al prójimo”, y si se enfría aumentan las malas acciones.

Cuando una persona entra al culto, a la iglesia, al principio esto es así también, somos niños espirituales, y después nos pasa algo parecido a lo anteriormente dicho: vienen los desengaños, los defraudes quizás que hemos estado enfermos y nadie se ha preocupado por nosotros, o un problema, etc. Y nos enfriamos. Tenemos que volver a las viejas sendas, necesitamos avivar el amor de Dios en nosotros; estar unidos, y preocuparnos los unos de los otros, pues hay gente muy desanimada, desalentada, que se encuentran abandonados, y tan solo necesitan un poco de atención y comprensión. 

1ª Corintios 12.25-27- para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. 27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.


Hay personas que no ven a Dios porque están pasando por momentos muy difíciles, no entienden, no comprenden; están enfermos, no tienen dinero, y no ven la gloria de Dios ¿dime que les queda a estas personas? Mirar a su alrededor y ver a sus hermanos en verdad, al lado suyo, con su apoyo y comprensión, animando, etc. Job se encontraba en esta situación ahí estaban sus amigos; había perdido la salud, el dinero, los hijos, y la mujer le dijo maldice a tu Dios y muérete; pero sus amigos estaban allí con él, no le comprendían, pero estaban. Que bueno es tener a alguien al lado de uno en los momentos difíciles, para animarnos, porque como dice la palabra “¿Cómo se soportara la enfermedad sin animo?” Hay enfermedades físicas y espirituales. Yo a veces le digo a mi mujer, cuando me noto como algo enfermo, y a lo mejor temo ¿será esto algo malo? Me dice: ¿que sé yo, que quieres que te diga? Yo le digo: Dime que no es nada. Necesitamos animarnos, alentarnos y preocuparnos los unos por los otros.

Las personas necesitamos atención. Muchas personas se gastan un montón de dinero solamente para que las escuchen, para descargarse; llaman por teléfono, o consultan personalmente a astrólogos, futurólogas, teléfonos de la esperanza, y miles de cosas más, las cuales son diabólicas y el enemigo a través de ahí las engancha.

El pastor tiene que visitar a las almas, algunas veces tendrá la solución, otras no; pero tiene que escuchar para que se descarguen, y con esto ya le será de mucha ayuda para esta, o estas personas. No solamente debe visitar el pastor, también entre los hermanos, para fomentar la comunión, alentarnos, consolarnos, y demás, y así preocuparnos los unos por los otros; si hay alguien enfermo (espiritual o físicamente) se le comunica al pastor.

Romanos 12:10 – Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

Romanos 13:7 – Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.

Debemos de honrarnos y considerarnos los unos a los otros, y darnos a cada cual el respeto, y el sitio de honor que corresponda. Con esto estaremos haciendo mucho bien a personas que se encuentran frías, marginadas, defraudadas, y por todo esto se han apartado de empujar el carro de Dios. Hay veces que damos mas honra a personas neófitas, que aquellas que están siempre, solamente que han pasado por un bache, no las hemos comprendido ni dado su lugar, su nueva oportunidad, su honra, y entonces las hemos hecho muchos males, incluso echarlas por nuestras acciones, y han quedado relegadas a un segundo plano, encontrándose tales personas marginadas, y esto da lugar a mas desaliento, y destrucción de tales personas.

Hebreos 10:24 – Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. Hablamos mucho de amor, me parece que a muchos se nos ha enfriado un poco el amor, con lo cual no hacemos bien a los demás, y especialmente a los más nuevos en la fe.

Filipenses 2:3 – Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 

Filipenses 2:5 – Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.


Para todo esto necesitamos el Amor de Dios. Que Dios nos dé de su amor, lo avive en nosotros, para que así podamos aguantar los defraudes, las puñaladas de los demás, y al tiempo poder restaurar y amar a los demás.

Juan.13:35 – En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.