Muchas gracias pastor, que gozo estar con ustedes y poder alabar al Señor como una familia, la unidad del espíritu. Los miro a ustedes y aunque no los conozco personalmente mas que unos poquitos, es como que nos conociéramos de siempre a través del espíritu de Cristo, en él somos uno.
Nuestro Dios, yo se que estas aquí Señor, tu espíritu esta acá, Oh Señor, enséñanos, enséñanos, enséñanos como venir a ti humillados, pidiendo perdón, pero Señor nos levantas con tu gracia, nos curas, nos sana, nos llena de tu espíritu, somos tuyos Señor, gracias Señor, en el nombre de Jesús, amen.
El tema que juntos vamos a ver se titula en cuanto esto empieza a funcionar, estaba teniendo problemas para hacerlo empezar pero confío que puedan hacerlo un toquecito ahí arriba, ahí va, gracias.
Y a veces consta mucho tiempo quieta la computadora como que se duerme y después cuesta empezar otra vez. Aprendiendo a perdonar, yo se que todos hemos perdonado, ¿no es cierto?, siendo cristianos la Biblia lo enseña, pero no siempre es fácil, y yo creo que uno de los problemas que tenemos como hogares es que no hemos realmente, en muchos casos, aprendido a perdonar. O sí, sabemos lo que significa la palabra perdonar, pero esa experiencia de perdón es algo mas bien intelectual que está en nuestra mente, y muchas veces no ha curado el corazón.
Y vamos a mirar por un momento esas situaciones que se dan en nuestros hogares. En la vida de este mundo no es una vida fácil hay muchas luchas, muchas controversias, muchas situaciones difíciles, y este mundo no es fácil.
Este mundo es un mundo con muchos conflictos muchas situaciones difíciles, hay muchas injusticias. Piensa un poquito cuantos niños sufren hoy, en este mismo momento los gritos de los padres, no solamente los gritos , los abusos físicos. Cuantos niños están pasando por momentos que no saben ni como contarlos porque están confusos en su mente, porque los que hacen estos abusos son adultos, y yo no dudo que algunos de esos niños fueron ustedes cuando eran pequeños. Y uno no sufre pero no sabe qué hacer.
Y si en realidad miramos al mundo aun dentro del mundo cristiano, las familias, los hogares cristianos, hay mucha gente que esta llena de problemas de lucha, de dificultad, de frustraciones, resentimientos y pero no queremos vivir con eso dentro así que queremos limpiarnos pero muchas veces no sabemos que hacer, porque el dolor es grande, porque esta allí y no sabemos cómo cambiar eso. Y el problema básico es que no sabemos o no podemos perdonar. Queremos, pero es como que aunque decimos te perdono, el dolor vuelve y la frustración esta ahí adentro o tal vez no queremos ni recordarlo y lo empujamos fuera de nuestra conciencia y aunque está fuera de la conciencia está afectándonos. Y es tremendo como Satanás ha tratado de destruir en el ser humano la habilidad para realmente permitir que el espíritu santo fluya a través de nosotros.
Aunque conocemos al Señor Jesús, El nos perdona, nos ha salvado, es como que hay una cantidad de trabas y el espíritu santo quiere fluir pero que es como que hay cositas ahí adentro que no pueden, no pueden pasar ese espíritu y ayudarnos a amar a todos y vivir en ese amor y en esa paz , y en ese gozo y en esa vida plena que Cristo quiere que tengamos.
Y la realidad es que el perdón es parte central del evangelio, si tu miras la palabra de Dios vas a ver que en el corazón de lo que Jesús enseña está el perdón, está en el mismo corazón del padre nuestro. El Señor nos enseñó a orar, “perdónanos nuestras faltas, nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Pero si yo no perdono a mis deudores… Jesús lo dijo no lo digo yo, Jesús lo dijo en el siguiente versículo un poquito mas adelante él explica y dice “porque si no perdonamos a nuestros deudores tampoco nos va a perdonar Dios nuestros pecados a nosotros”.
O sea que en el evangelio esta conectado el perdón como parte de ese proceso de sanidad que Cristo quiere darnos a todos y es hermoso recibir el perdón de Dios pero como nos cuesta perdonar a los que nos hacen mal, ¿o para ti es fácil?.
Cuando alguien te cruza en la freeway y te trata feo ahí y te hace unos gestos ahí y tu ¿lo perdonas en seguida? ¿Qué viene a tu mente? Como uno en seguida se pone como que ahh, y eso es evidencia de que nuestro corazón no vive en el perdón. Y tu vas a ver que a través de este tema el objetivo que Dios tiene es que nosotros todos aprendamos a vivir en el perdón, todo el tiempo, el objetivo que Dios tiene para nosotros, que podamos tener esa paz que no importa cual sea el problema, nuestro corazón esté cantando.
¿Tu crees que eso no es posible? Si tu lees la historia vas a ver que hay muchos de los mártires murieron cantando cuando eran quemados. Vé la historia de John Hoss, pusieron una estaca, encendieron el fuego y las llamas finalmente acallaron sus cantos.
Pon tu dedo sobre una vela y trata de cantar. Esa presencia trae a un milagro y si puedo ser el milagro cuando John Hoss estaba siendo quemado, no lo podría ser con nosotros cuando los niños gritan o el vecino se pone feo con nosotros o el esposo nos trata mal. ¿No podemos tener esa misma paz, ese mismo amor que Dios quiere que tengamos?
No solamente en el evangelio el perdón es importante. Si miramos a la ciencia lo que vemos es que la investigación científica de hoy confirma que el perdón es esencial y no lo digo yo, ustedes lo pueden encontrar ustedes mismos si van a la Internet y ponen la palabra “forgiveness” en google, van a encontrar que hay mas de dos millones de respuestas. ¿Por qué?, porque hay muchos centros que están estudiando este concepto.
La misma Universidad Stanford ha estado estudiando este concepto por mucho tiempo y ha mostrado que el perdón es esencial para que una persona pueda tener éxito, felicidad, gozo en la vida. La Universidad de Stanford muestra que…. ellos tienen un estudio muy particular, la universidad de Stanford tiene una clase que se llama “entrenamiento en el perdón” ( training in forgivennes), y en esa clase ellos enseñan, desde un punto de vista científico y espiritual no bíblico, cómo perdonar .
Han traído alumnos que tenían traumas muy grandes, y les enseñan la clase les dan exámenes antes de la clase, después de la clase, un año después, dos años después, y evalúan las consecuencias en varios aspectos de su vida de la aprender a perdonar y lo comparan con personas que no han tomado la clase, que reciben los mismo exámenes. Y se han dado cuenta que el perdón es esencial. Mira lo que ellos dicen, ellos dicen que el saber perdonar es mas importante para la salud y el éxito en la vida que la nutrición y el ejercicio.
¿Qué te parece? Si los científicos dicen que esto es importantísimo piensa nosotros los cristianos que creemos profundamente en el perdón no tendríamos que aprender, exactamente ¿cómo es que Dios quiere que perdonemos?
Porque una cosa es decir “ oh yeah Dios quiere que perdone así que te perdono”, pero después no me olvido. Y eso esta ahí adentro y yo no es que estoy enseñando que tiene que olvidarte el problema, la mente siempre lo va a recordar, pero la sanidad del espíritu tiene que curar todos los efectos negativos de las experiencias pasadas.
Y eso es lo que Dios quiere enseñarnos como vivir así. Hay otra cita que vamos a ver ahora que dice así, es de un psiquiatra que dice “ la investigación acerca del perdón hecha por Robert N. Wright y sus colegas de la Universidad de Wisconsin, es tan importante para el tratamiento de enfermedades mentales y emocionales como lo fue el descubrimiento de la penicilina para el tratamiento de las enfermedades infecciosas”.
Ahora si tu sabes un poquito de medicina sabes que el descubrimiento de la penicilina el siglo pasado, fue uno de los descubrimiento mas grandes del siglo. Yo personalmente estoy con ustedes hoy gracias a la penicilina, tenia 3 años cuando me enferme de una infección muy fea y fue la penicilina lo que me salvó a mi. Y se que a millones de otras personas.
Ahora este escritor compara las investigaciones que se han hecho acerca del perdón por este científico, con ese descubrimiento. O sea que la ciencia esta dándole un valor incalculable al saber perdonar. Y nosotros cristianos creemos en el perdón, pero nunca nos hemos puesto a ver exactamente como tenemos que aprender a perdonar para que tenga efectividad espiritual en nuestra vida, nos de victoria para que nos podamos seguir moviendo de victoria, en victoria, en victoria, en ese proceso de santidad del cual el pastor estaba hablando la semana pasada.
Cristo quiere curarnos, El esta allí para curarnos pero ¿cómo? A veces no sabemos exactamente que hacer, hay problemas ¿Por qué?, porque perdonar no es fácil. Hay personas que dicen que es imposible en algunos casos. Yo personalmente creo que el perdón es imposible sin el espíritu santo. Podemos decir que te perdono pero el corazón sigue con el dolor, sigue con la amargura, sigue con las cosas, los recuerdos feos dentro. Y el señor quiere enseñarnos…
Ahora, no es fácil por muchas razones, y podemos ver que hay muchas personas que tienen dificultades definidamente de perdonar por los traumas que vivieron en la niñez. Y cuando hablamos de traumas, tenemos que darnos cuenta que los traumas nos han afectado, yo diría que a todos, tal vez algunos niños pequeños que crecen en hogares sanos no han tenido traumas todavía, pero yo diría que la gran mayoría de los que estamos aquí, sino el total, hemos pasado por traumas.
¿Tu sabes lo que son traumas? Estoy seguro que si. Hay muchas clases de traumas, podríamos clasificarlos en tres grupos:
Los traumas básicamente, de acuerdo al diccionario son un choque emocional que causa un daño sustancial y permanente en el desarrollo psicológico del individuo. Eso quiere decir es algo que te golpea bien fuerte y te deja sin la capacidad de seguir obrando en forma normal en el futuro. Eso es un trauma.
Hay otra cita que dice que es una marcada desviación de los que se considera normal en la vida. Eso es un trauma, te desvías de lo que es normal. Y dentro de eso hay muchos aspectos, tenemos los traumas que se dividen generalmente en tres grupos: el abuso físico, abuso sexual y abuso emocional y muchas veces estos tres están combinados.
Si yo te preguntara a ti que me de ejemplos de trauma yo estoy seguro que todos ustedes podrían decirme algún ejemplo de trauma. Hay cosas muy feas, muy tristes.
Recuerdo una de las personas a nuestra oficina para ser atendido, una mujer muy capaz, muy educada, trabajando para el gobierno, pero en un aspecto de su vida ella había sufrido tantos traumas cuando era pequeña, vivía con un papá alcohólico que la abusaba físicamente y emocionalmente. Un ejemplo chiquito de lo que escribió ella de sus experiencias: Papá, cuando ella tenia 8 años, viene al cuarto gritándole. Ella estaba durmiendo. La despierta y le dice ‘te dije que limpies la cocina, no aprendes a limpiar la cocina’, y la lleva a empujones y a golpes hasta la cocina. Cuando llegan a la cocina le dice: ‘mira lo que esta en el suelo’, y en el suelo había quedado unas arvejas, green peas, en el suelo con un poquito de salsa picante que el padre le gustaba. ‘Te dije que tienes que barrer la cocina cada vez que tienes que limpiarla’. Le da vuelta el tacho donde había el resto de la comida que habían tirado, lo da vuelta en el piso de la cocina y después le dice: ‘ahora que tiene que levantar cada una de esas arvejas con tu boca y ponerlas en el tacho’, y le empujaba la cabecita contra las arvejas y la hacia ponerlas las arvejas en él”.
Para el mundo esa mujer era normal, pero eso allá adentro le había causado traumas que ahora hacían que ella no supiese controlar ciertos hábitos en su vida y aunque ella confiaba en Dios, Dios la había salvado y perdonado, su vida seguía siendo afectada por esos traumas que vivió de niña.
Y Cristo quiere curar esas cosas. Y yo diría que casi todos tenemos algunos traumas que nos cuesta discernir. Nos cuesta ver los traumas que tuvimos porque a nadie le gusta estar en contacto con los traumas del pasado, porque los traumas que hemos tenido fueron dolorosos y para que pensar en lo que es doloroso. Entonces lo queremos desconectar de nuestra vida y de nuestra mente y confiamos en el Señor y esto es parte del proceso de santidad del Señor. El quiere curarnos. El murió no solamente para salvarnos sino para curarnos y El está en un proceso de santidad, de sanidad, que no va a terminar hoy ni mañana tu vas a tener que seguir procesando estas cosas y tienes que estar abierto a lo que Señor quiere mostraste porque cuando tu estas abierto el puede traerte a tu conciencia cosas que El quiere que tu trates en tu vida para sanidad.
Y que lindo es cuando el Señor puede hacer eso. El efecto a largo plazo de estos traumas es un efecto que no siempre podemos discernir porque como se yo que lo que estoy viviendo hoy acá esta afectado por el trauma que ni me acuerdo siquiera del pasado. Y especialmente el efecto en las relaciones interpersonales es muy difícil de discernir. Y casi, yo diría que todas las personas hemos sido afectados por los traumas del pasado en nuestras relaciones personales, especialmente en nuestra capacidad de desarrollar intimidad emotiva.
O sea que por lo traumas que tuvimos en el pasado nos cuesta ahora conectarnos emotivamente de corazón a corazón. Y para que una relación tenga éxito, sea con tu esposo, con tu esposa, sea con tus hijos, sea con hermanos en la iglesia o aun con Dios, tenemos que poder conectarlos a nivel del corazón.
¿Qué es lo que hace que muchos matrimonios no marchen? La incapacidad de relacionarse a nivel del corazón, de uno o de ambos en el matrimonio. ¿Que hace que muchos hijos no sepan aprender disciplina? Es porque el corazoncito de ellos y el papá no se conectan, la mamá no se conectan. Se conecta solamente a nivel de la conducta, de lo exterior, papá dice ‘hágase esto’ y ellos hacen. Pero no hay conexión emocional, no hay de corazón. Y sin esa conexión emotiva es muy difícil crecer en la gracia.
Entonces el Señor quiere curar eso pero nos cuesta y especialmente en el caso de los niños. Cuando hay niños, adolescentes que sufren traumas es muy difícil para ellos enfrentar esa tormenta de emociones, de sentimientos dolorosos y ellos tratan de escaparle al dolor, por lo tanto la mayoría de los niños como no saben que hacer desarrollan automáticamente mecanismos de defensa para protegerse del dolor. Es como: “a mi no me gusta”, “no quiero esto”.
Entonces en subconscientemente, de acuerdo a nuestras distintas personalidades vamos desarrollando formas para o protegernos del dolor. Y esos mecanismos de defensa nos ayudan cuando somos niños a sobrevivir el dolor. Pero cuando somos grandes esos mecanismos de defensa nos impiden tener una relación sana y madura con otras personas. Y aunque venimos a la iglesia y creemos en Dios eso sigue siendo y una traba en nuestro crecimiento espiritual.
Y Cristo quiere curarnos de esa…, tenemos que identificar esa, esas situaciones que están ahí adentro y que no podemos a veces ni captar. Y que hermoso cuando el Señor lo hace. Y Él quiere curar todos esos problemas.
Y esos mecanismos de defensa son muchos, yo estoy todavía creciendo en esta área, yo tengo que seguir discerniendo los mecanismos de defensa que yo desarrollé de niño para protegerme del dolor. Y hay tantos mecanismos, cuando hablamos de mecanismos de defensa yo tengo una lista pequeña aquí, hay muchos mas, mira esta lista, la lista que tenemos aquí dice que los mecanismos de defensa son:
La negación, por ejemplo
La supresión
Proyección
Racionalización
Desconexión afectiva
Compensación
Supresión
Regresión
Sublimación
Agresión pasiva
Estos son conceptos psicológicos, cada una de estas palabras tiene un significado específico, y a veces ni sabemos lo que significan pero estamos teniendo estos mecanismos de defensa en nuestra forma de ser. Yo personalmente tengo varios de estos. Los que fueron mas difícil para mi, que yo no los discernía, por mucho tiempo yo vivía en mi mundo sufriendo el impacto de estos mecanismos de defensa sin identificarlo siquiera.
¿Por qué? Porque yo nací con una personalidad, un temperamento, dinámico, positivo. Yo nací en este mundo con el propósito de triunfar y tener gozo y ser feliz. Eso es lo que me movía desde pequeño, yo me acuerdo. Y cuando yo tuve problemas y traumas en mi niñez yo desarrollé básicamente el numero uno en esta lista –negación- y desconexión afectiva. Otros también, pero esos son los numero uno en mi lista de mecanismos de defensa. Cuando había problemas, yo me desconectaba o los ignoraba negaba. No, yo tengo una vida normal, yo tengo una vida feliz. Y para mi no existía el dolor, ¿Por qué? porque lo desconectaba de mi mente, de mi conciencia, y mi dolor mayormente era emocional.
Yo nunca vi a mi mamá y mi papá tratarse con amor y ternura. Ellos se casaron sin quererse porque mi abuela le dijo a mi mamá que se case con mi papá. Y ella se casó obediente. Pero con decirte que una vez yo tenia unos 7, 8 años y yo vi a unos familiares que yo no conocía que vinieron de otro lugar lejos, y yo estaba caminando a la puesta del sol y los vi, a un hombre y una mujer, pariente nuestros, 40 años tal vez, por ahí, y los vi abrazaditos, besándose, mirándose los ojos, acariciándose. Yo dije ¿qué es eso?, ¿qué están haciendo estos dos?
Yo no entendía lo que era una relación sana de amor y de ternura, no la había visto nunca y tienen que entender que cuando yo crecí no había ni televisión, ni Internet, ni películas o sea yo tenia total ignorancia de lo que es una relación entre un hombre y una mujer que sean sanas, bueno hoy día tampoco veo mucho de las sanas.
Pero mi papá finalmente abandono a mi mamá y a nosotros, cuando yo tenia unos 9,10 años de edad, se fue con otra mujer. Mi mamá entró en una depresión tan grande. Quería cometer suicidio, y claro yo no entendía todos estos problemas. Y yo me desconectaba. Extrañaba terriblemente a mi papá porque aunque mi papá no se conectaba mucho con nosotros, yo quería tener un papá. Yo quería tener un papá. Pero mi papá se fue. Me acuerdo una vez vino a visitarnos, una sola vez que me acuerdo nos vino a visitar, y yo tenia unos 12 años mas o menos. Y estuvo un día con nosotros, a la noche cuando estaban en al cama, estábamos los 4 hijos ahí jugando con el porque estábamos felices porque papá había venido a visitarnos, el nos dijo: “mañana me voy otra vez”, y me dio como un… , yo me acuerdo una puñalada en el corazón. Y yo le dije a mi hermano ‘lo dijo honestamente’ le digo, ‘vamos a buscar una soga y atarlo a papá en la cama para que no se vaya’.
Esos anhelos que uno tiene de niño, esos dolores que uno no quiere ni vivir, que horribles que son. Mi mamá entró con problemas de histeria. Me acuerdo que ella tenia ataques de histeria, se tiraba al suelo, pataleaba, gritaba, lloraba y cuando yo veía eso era como una tormenta emocional en mi mente y en mi corazón. Yo me iba, me iba, me escapaba, me iba a jugar, me iba a jugar al basket-ball, me iba a jugar con mis primos. Y si ustedes me preguntan si mi niñez fue feliz, yeahhh,fue muy feliz, porque yo ni quería ver esas cosas, yo me concentraba en lo que era lindo. Yo me concentraba en pescar. Yo crecí en el norte argentino, donde hay esteros, donde hay lagunas, donde hay víboras y cocodrilos, y para mi eso era lo mas normal jugar con mi primos quien cazaba mas víboras en un día. Yo goce de mi niñez, pero había muchos dolor allí adentro que yo no quería ni tocar.
Pasaron los años, y yo tenia 14 años, 15 años tal vez no 14, y mi mamá, no nos podía comprar ropa, éramos sumamente pobres entonces me dijo un día: “porque no vas y le pides a tu papá que te compra ropa” y yo tenia 14 años así que dije: “Ok”, mi primer viaje lejos de casa. Con ese entusiasmo, voy a ver a papá, voy a abrazarlo, me va a comprar ropa. No nos escribíamos, no había teléfonos, así que yo no sabia ni donde estaba. Me dieron una dirección, viajé todo un día en tren, en bus, cruce un río con una lancha, otro bus del otro lado, a la nochecita llego donde supuestamente está mi papá y cuando pregunto busco la dirección, no vivía mas ahí, se había mudado.
Tengo esa opresión , ¿que hago ahora?, estoy solo. Pregunté, pregunté, finalmente alguien me dijo: “Oh tu papá si, el ahora es director de una escuela de campo, grande allá” y me dijo donde, pero yo esa noche no podía ir. Había que tomar que tomar otro bus. El primer bus para ese lugar salía a las 4 de la mañana. Me levanté temprano, tomé ese bus y llegué al lugar donde ahora tenía que bajarme. Me habían dado las instrucciones. Me bajé, tenia que caminar 5 kilómetros por un camino de tierra. Esa noche había llovido, había barro, estaba enlodado ese camino, y me ensucie los zapatos, enseguida me los saqué, me los até los cordones, me los tiré al hombro, me arremangué los pantalones bien hasta acá arriba, y comencé a caminar. Era oscuro todavía, temprano en la mañana , y me acuerdo que… les voy a hacer una confesión ahora, yo a las víbora no les tenía miedo, pero a los perros si. Y yo no se por qué pero me parecía como que todos los perros de Argentina estaban en esa calle esa noche y me costaba ir a la…. Gracias a Dios ningún perro me mordió, pero me costó pasar por ese camino, guauu.
Y me acuerdo que en al mañana ya el sol estaba saliendo, caminé, me embarré, me ensucié todo y, pero era tan lindo el sol estaba saliendo, mi corazón estaba cantando, yo miraba los árboles lavados por la lluvia, las hojas verdes, los naranjeros preciosos, las gotitas de agua colgando de las hojas. Iba a ver a mi papá, veo la escuela , veo la bandera flameando allá en el frente. Mi corazón se acelera, y corro y lo veo a mi papá salir al frente de la escuela, y que alegría tenia yo. Todavía me acuerdo como me sentía entusiasmado, y cuando llego cerca le grito, papá y muevo la mano y él me mira, los niños estaban entrando a la escuela, él esta en la puerta, y cuando me mira no me reconoce. Claro, yo venía así embarrado hasta acá, los pantalones arremangados y cuando llego cerca le digo “papáaa!!” y vengo corriendo para abrazarlo y cuando él me reconoce me dice: “¿Que estas haciendo acá? Y yo me freno confundido. Y no se ni lo que balbuceé, tal vez le dije: “ Vine para que me compres ropa” y yo me acuerdo que se enojó, y me empezó a gritar cosas feas. Yo no se lo que me gritaba, porque mi mente bloqueó todo, pero me sentí tan confundido, y en mi confusión yo me saqué los zapatos del hombro y me fui a un lugar donde había agua, él me seguía gritando y comencé a lavar mi zapatos… Y yo me acuerdo solamente que la cabeza de él estaba cerquita de la mía y que yo miraba y me parecía que los dientes me iban a comer.
Y yo me sentí como una hormiguita en el mundo, sentí un vacío tan grande, una soledad tan intensa y como que de adentro de mi alma explotaba un odio y sentí un deseo de trompearle la cara a mi padre, y al mismo tiempo quería abrazarlo. Y mi papá me mandó de vuelta a casa sin darme desayuno ese día. Y cuando llegue a casa yo no le conté a mamá, no le dije lo que pasó exactamente, le dije solamente que papá ya no tenia dinero para comprarme y me mandó de vuelta.
Pasaron los años, me casé, en el año 79 vinimos a Estados Unidos. En mis estudios saqué un segundo master, saqué un doctorado en psicología y en el año 1987 organizamos un encuentro matrimonial con mi esposa en la ciudad de Boston – Texas. Habían un grupo grande de matrimonios, nosotros éramos parte de los que participaban, y los que estaban presentando el tema hacían un trabajo extraordinario. Nos mandaron a nuestro cuarto, el sábado a la noche con un cuaderno, mi esposa y yo, cada uno con su cuaderno y nos pidieron que llegáramos a nuestro cuarto y que escribiéramos en el cuaderno historias de la niñez. Y yo me fui al cuarto contento, mi esposa vamos a escribir algunas historias. Yo estaba listo para contarle como cazábamos, pescábamos, jugábamos con mis primos, porque si ustedes me preguntan yo tuve una niñez fantástica. Tengo tantos recuerdos hermosos de mi niñez.
Y ahí estaba yo sentado para escribir esas historias, empecé a escribir y yo no se que lo pasó pero de pronto me entró al recuerdo la experiencia con mi papá, y comencé a llorar, pero un llanto, un llanto tan agónico, tan intenso, tan profundo que yo no tenía ni sonido en mi llanto. Era como que mi corazón estaba explotando y había una catarata adentro que tenía que salir. Mi esposa me abrazaba y yo me di cuenta que tenia un trauma muy grande con mi papá, con mi mamá.
Y Dios quería que ese trauma fuese curado, y para que ese trauma sea curado yo sabía ahora lo que tenía que hacer. Es un proceso doloroso, pero al final del dolor está la sanidad, gracias al Señor el curó mi dolor, El curó mi trauma.
Lo visité a mi papá, pasé casi 3 días con él, y por la gracia del Señor, él me dio su espíritu para perdonarlo y amarlo a mi padre con todo mi corazón, para bendecirlo.
Claro, yo no entendía en ese entonces que esos traumas que yo había tenido, se estaban manifestando en mi vida a través de síntomas, toda clase de síntomas negativos. ¿Qué son síntomas? Cuando hablamos de síntomas hay una cita que a mi gusta mucho, la doctora que escribió así y dijo ella: “las características sintomáticas de adultos que han sido abusados cuando niños incluye desordenes post traumáticos y disociativos combinados con depresión, síndromes de ansiedad y adicciones y estos síntomas incluyen….” y ahora viene una lista.
Y yo te recomiendo ahora que tu, en tu mente le pidas a Dios una mente abierta para discernir si algunos de estos síntomas nos aplican a tu vida, porque los síntomas te van a decir si es que en realidad puede haber algunos traumas allí adentro que tu ni disciernas, pero que están afectando tu forma de ser hoy día. Porque si descubres el síntoma, muchos queremos corregir los síntomas pero tu puedes tratar de corregir los síntomas y si el trauma sigue allá sin ser curado y sanado los síntomas van a salir de otra forma en otro lugar.
Y lo que Dios quiere es curar todo nuestro pasado y para eso tenemos que discernir los traumas del pasado pero tenemos que empezar con los síntomas y los síntomas te van a llevar hasta el trauma por la gracia del espíritu santo. Y mira que hermoso como esta lista nos ayuda a ver qué puede haber allí dentro y la lista incluye:
Depresión persistente, hay personas que le cuesta sentir el gozo del Señor. Acá lo creemos, acá lo cantamos, acá lo decimos pero vamos a la casa y cuando