Aum�ntanos la unci�n
Introducci�n.
Llamas de fuego son llamados los ministros de Dios. Su apariencia es como carbones encendidos, se mueven por todas partes. Han sido puestos estrat�gicamente en la ciudad.
Ezequiel 10: 1 �Mir�, y he aqu� en la expansi�n que hab�a sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parec�a como semejanza de un trono que se mostr� sobre ellos. 2Y habl� al var�n vestido de lino, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y esp�rcelos sobre la ciudad. Y entr� a vista m�a�
El sacerdote Ezequiel, estando en el Esp�ritu, tuvo una visi�n formidable de unos seres vivientes que viv�an dentro del fuego de Dios. Ellos eran unos querubines, quienes est�n siempre en la Presencia de Dios.
Ellos son un tipo de lo que los ungidos de Dios debemos de ser en todo momento. Dec�a all� que su apariencia era como de carbones encendidos por el fuego de Dios. Se mov�an con rapidez, hacia donde el Esp�ritu les daba que se movieran. Ellos mismos ten�an un esp�ritu mucho m�s grande que su mismo tama�o f�sico que pod�a ver Ezequiel. Eran valientes, fuertes, esforzados.
Ahora el sacerdote tiene otra visi�n. Puede ver que en la expansi�n que hab�a sobre sus cabezas hab�a un trono como de piedra de zafiro, y de all�, el que estaba sentado sobre �l, dio la orden al var�n vestido de lino que tomara con sus manos los carbones encendidos que hab�a all� en la Presencia de Dios y los esparciera sobre la ciudad. As� lo hizo aquel var�n vestido de lino.
Quisiera que tu pudieras comprender esto, todo aquel hombre o mujer de Dios que se ha encendido, que viven en las llamas eternas de Su poder, humilde de coraz�n que ha rendido su vida para ser movido conforme a la Voluntad de quien lo compr�, aquella persona que ora y de continuo busca el rostro de Dios y Su Poder, que cada d�a avanza en su semejanza con Aquel que lo form�; es tomado de la misma Presencia de Dios y puesto en alg�n lugar estrat�gico de la ciudad, del pa�s.
Participar del cuerpo de Cristo, llevar el avivamiento a todas las partes del pa�s requiere a much�sima gente avivada, muchos carbones encendidos. No se trata de que todos sean pastores o que dejen sus trabajos o negocios para predicar las buenas noticias. Si todos fueran pastores entonces no habr�a avivamiento. Desde que hemos sido comprados por la sangre del cordero pasamos a formar parte de una naci�n en que todos somos reyes y sacerdotes; pero es importante que sepamos que Dios nos toma para ponernos en alg�n sitio escogido de la ciudad o el pa�s. Tenemos que llevar su fuego, sus buenas noticias a todas partes.
Los campos deportivos, las oficinas, los transportes, los negocios, los changarros, el campo y la ciudad, las zonas pobres y las ricas; en todas partes se Requieres carbones encendidos, ungidos de Dios que saquen de la c�rcel y el hades a quienes est�n sufriendo all�.
DESARROLLO
Salmos 92:10-15
�Pero t� aumentar�s mis fuerzas como las del b�falo; Ser� ungido con aceite fresco. 11Y mirar�n mis ojos sobre mis enemigos; Oir�n mis o�dos de los que se levantaron contra m�, de los malignos.
12El justo florecer� como la palmera; Crecer� como cedro en el L�bano. 13Plantados en la casa de Jehov�, En los atrios de nuestro Dios florecer�n. 14Aun en la vejez fructificar�n; Estar�n vigorosos y verdes, 15Para anunciar que Jehov� mi fortaleza es recto, Y que en �l no hay injusticia�
1. Aumentando de Nivel. �Tu aumentar�s� es la promesa de Dios. Aumentar, incrementar, subir de nivel. Tu Dios aumentar�s nuestras fuerzas. Ser�n como fuerzas de b�falo, podremos enfrentar lo que venga, por tu nos llevas a nuevos niveles.
Es nuevo nivel tiene que ver con la unci�n. Aceite fresco. Al igual que el vino, el mejor de ellos es el nuevo, no el a�ejo. Gracias a Dios por la unci�n que tu has recibido, pero quiero decirte que aumentar de nivel, que incrementar el poder tiene que ver con ser ungido una vez y otra vez. Que aceite fresco, una fresca unci�n venga y nos levante.
Cuando t� eres un ungido de Dios te miran los enemigos de Dios y salen huyendo, lo oyen quienes han querido tu mal y entonces no se atreven a enfrentarte. Te haces temible delante de todos ellos. Los demonios podr�n gritar de horror porque tus fuerzas se han aumentado, porque la unci�n se ha incrementado.
La unci�n te hace florecer como palmera, te hace crecer y crecer hasta grandes alturas.
Pero hay un punto importante, la unci�n viene cuando t� est�s en la Presencia de Dios, cuando te has metido en el lugar de Su habitaci�n. Si te has plantado en la casa de Dios entonces ver�s tu vida florecer y dar abundante fruto. Quiero decirles a los viejos, que el avivamiento tambi�n es para ustedes. No se trata de las fuerzas, el vigor y el entusiasmo de los muchachos, que inclusive pueden perder ante el cansancio, sino del poder de la unci�n del Esp�ritu de Dios que te prende y renueva tus fuerzas, que podr�s correr y no cansarte, volar y no agotarte.
Dios dice que bajo la unci�n de Su Esp�ritu, hasta los viejos son grandemente �tiles, estar�n vigorosos y verdes. Tengo mucho gusto en declarar delante de todos ustedes que �el avivamiento ha llegado para todos!
2. La unci�n de Dios.
a). Bautizado por el Esp�ritu. Jes�s fue bautizado por Juan en el r�o Jord�n y justo all� el Esp�ritu de Dios vino sobre �l en forma corporal, como una paloma, de tal forma que todos lo que estuvieron all� lo vieran y lo comprendieran. La paloma fue una manifestaci�n f�sica del Esp�ritu de Dios para dejarnos ver su Presencia, de la misma forma en que se ha manifestado con nosotros con un viento fuerte a�n dentro del sal�n, o con un calor impresionante que sienten quemarse que rebasa todo lo natural, o cuando tu sientes debilitarse tus rodillas y caes al suelo, o cuando te mareas y no sabes que est� pasando, o cuando sientes hirviendo tu cabeza, o ardiendo tus labios, o cuando polvo de oro cae como lluvia entre nosotros, o cuando piedras preciosas aparecen entre la gente, o cuando los instrumentos musicales quedan empapados de aceite, o cuando tus manos se llenan tambi�n de aceite. �Cu�ntas diferentes manifestaciones del Esp�ritu de Dios hemos podido experimentar en nuestros tiempos? Esto simplemente es para que t� sepas algo: El Esp�ritu de Dios est�n derramando su unci�n entre la congregaci�n, de la misma manera en la que una paloma descendi� para pararse en Jes�s.
A partir de ese momento, Jes�s empez� a moverse dirigido por el Esp�ritu de Dios. Fue llevado al desierto, tentado por el diablo, y vencedor de todo tipo de tentaci�n sali� en el Poder del Esp�ritu.
b). La unci�n para hacer algo, no para ser alguien. Y entonces Jes�s regres� a la ciudad que lo vio crecer, a Nazaret, para entonces tomar la Palabra de Dios y declarar delante de todos ellos:
Lucas 4:16-21 – �Vino a Nazaret, donde se hab�a criado; y en el d�a de reposo* entr� en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levant� a leer. 17Y se le dio el libro del profeta Isa�as; y habiendo abierto el libro, hall� el lugar donde estaba escrito: 18El Esp�ritu del Se�or est� sobre m�, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de coraz�n; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19A predicar el a�o agradable del Se�or. 20Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sent�; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en �l. 21Y comenz� a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros�
El Esp�ritu de Dios est� sobre m� porque me ha ungido. Se ha derramado sobre m�, me ha impregnado.
Con estas palabras Jes�s dejaba muy claro que la Unci�n del Esp�ritu viene sobre una persona para que haga algo, no para ser alguien. Muchos cristianos anhelan la unci�n porque quieren ser alguien, esto es un enfoque muy err�neo. La unci�n es para hacer algo. Recibes habilitaci�n, poder, fortaleza, �nimo de lo Alto, para sacar a los pobres, a los quebrantados de coraz�n, a los cautivos, a los ciegos y a los oprimidos; del hades. Quiz� llegues a ser muy reconocido en la tierra, quiz� no; pero mientras que la unci�n de Dios est� sobre ti y te muevas en ella te aseguro que ser�s muy reconocido y temido en el hades, y muy reconocido y bendecido en el reino de los cielos.
c) La unci�n habilita. La unci�n habilit� a Jes�s con esp�ritu de inteligencia y sabidur�a, con esp�ritu de consejo y poder, con esp�ritu de conocimiento y temor a Dios. Jes�s pod�a tener una inteligencia superior a la gente com�n, una sabidur�a notable; la gente dec�a: �de d�nde saca �ste tanta sabidur�a si su padre era un carpintero? Adem�s el Consejo de Dios estaba con �l y le conduc�a, mientras que el Poder de Dios estaba en �l para hacer sanidades y milagros. La unci�n lo habilitaba con un conocimiento profundo de Dios y Su Voluntad, adem�s le imped�a apartarse del camino recto pues lo hab�a habilitado tambi�n con Temor de Dios.
El cap�tulo 11 de Isa�as nos dice que esta habilitaci�n le har�a juzgar las cosas no por la vista de sus ojos sino con toda rectitud. La unci�n del Esp�ritu de Dios te da discernimiento superior, no tomar�s decisiones solamente por lo que vean tus ojos sino por lo que el Esp�ritu de Dios te haga saber.
d) La unci�n pudre los yugos. Isa�as 10: 27 �Acontecer� en aquel tiempo que su carga ser� quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrir� a causa de la unci�n�
Todo ese aceite fresco sobre tu vida har� que se pudra el yugo que te ha estado deteniendo, que te conduce hacia cierto sitio aunque no quieras. La unci�n del Esp�ritu pudre los yugos.
Un d�a Sans�n fue atado con cuerdas nuevas, pero cuando la unci�n del Esp�ritu de Dios vino sobre �l, las cuerdas cayeron podridas a sus pies.
e) La unci�n transforma. 1 Samuel 10: 6 �Entonces el Esp�ritu de Jehov� vendr� sobre ti con poder, y profetizar�s con ellos, y ser�s mudado en otro hombre. 7Y cuando te hayan sucedido estas se�ales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios est� contigo�
El profeta Samuel le dijo a Sa�l las palabras anteriores. Sa�l estaba siendo ungido por el Esp�ritu de Dios para ser rey sobre Israel. El profeta le dijo que la unci�n lo transformar�a en otra persona muy diferente. Haz lo que quieras, todo te saldr� bien porque Dios est� contigo. Si la unci�n de Dios est� sobre ti ser�s transformado en una persona altamente exitosa.
Gede�n de igual forma fue transformado de un miedoso que viv�a en las cuevas, ocultando su comida de los enemigos; en Jerobaal, el valiente y esforzado var�n de Dios que trajo libertad a toda su naci�n, que los sac� de las cuevas para vivir en libertad y dignidad.
f) La unci�n te ense�a todas las cosas. 1 Juan 2: 27 �Pero la unci�n que vosotros recibisteis de �l permanece en vosotros, y no ten�is necesidad de que nadie os ense�e; as� como la unci�n misma os ense�a todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, seg�n ella os ha ense�ado, permaneced en �l�
El aceite del Esp�ritu impregnado en nosotros, en nuestra mente, en nuestra alma, adem�s de nuestro cuerpo; es capaz de darnos un poder sobrenatural de revelaci�n de la Palabra de Dios. Es por la falta de unci�n que mucha gente requiere de escuchar a alguien que le explique las escrituras. Yo con el mayor gusto ense�o y predico la Palabra de Dios, en estos a�os Dios me ha dado su unci�n para revelarme su Palabra y yo se las doy a ustedes. Me encanta, es mi pasi�n hacerlo, soy feliz ense�ando y predicando. Pero ser�a un ego�sta y tonto si no les diera el secreto de la revelaci�n para que en lugar de un maestro y un predicador hubieran cientos que salieran de este lugar.
Creo que si todos estuvieran movidos por la unci�n no habr�an tantas falsas ense�anzas de la Palabra de Dios, la gente no estar�a confundida entre una doctrina y otra. Tambi�n he visto que la mayor�a de predicadores hablan m�s de sus experiencias, valores morales y �ticos que de la verdadera Palabra de Dios expuesta en la Biblia.
f) La unci�n convierte lo seco en f�rtil. Isa�as 32:15 �hasta que sobre nosotros sea derramado el Esp�ritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo f�rtil, y el campo f�rtil sea estimado por bosque�
A medida que t� seas ungido con el Esp�ritu de Dios empezar�s a ver que todo lo que antes fue seco empieza a convertirse en f�rtil. Las mujeres est�riles que han venido a este lugar bajo la unci�n del Esp�ritu Santo han cambiado su sequedad por fertilidad. Hoy podemos ver a muchos preciosos bebes de madres que antes eran est�riles.
Pero la unci�n tambi�n te puede hacer a ti hombre una persona productiva en todas las �reas. Mucho he o�do que es muy natural que un hombre mayor de cuarenta a�os empiece a sufrir de disfunci�n er�ctil. Pero bajo la unci�n del Esp�ritu todo lo seco se convierte en campo f�rtil, y se era f�rtil entonces es estimado en bosque.
Tus negocios secos, tus relaciones secas, tu carrera profesional est�ril; todo empieza a cambiar. Se mantiene seco hasta que�., el Esp�ritu de Dios es derramado de lo alto.
3. SUBIENDO A OTRO NIVEL DE UNCI�N
a) Deseando m�s. Yo creo que todos queremos m�s y m�s de la unci�n del Esp�ritu de Dios. Tus fuerzas ser�n aumentadas hasta que llegues a ser como un b�falo. Una unci�n fresca est� siempre lista para ungirte m�s y m�s.
Ser ungido es bueno, pero permanecer en la unci�n, recibir una y otra vez aceite fresco esto es una unci�n en ascenso.
Hechos 4:29 �Y ahora, Se�or, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y se�ales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jes�s. 31Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembl�; y todos fueron llenos del Esp�ritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios�
Hab�an recibido la unci�n el d�a de Pentecost�s. Pedro lo demostr� poni�ndose en pie y predicando para que se convirtieran 3,000 personas. Despu�s de ello, Pedro y Juan, junto a la puerta del templo encontraron a un hombre paral�tico. Le sanaron y este hombre arm� un verdadero relajo dentro del templo, saltando y gritando en gratitud hacia Dios por su sanidad.
Entonces cinco mil personas escucharon la predicaci�n de Pedro.
Esto irrit� a los sacerdotes pues estaban ense�ando a su gente. Les encerraron y les prohibieron continuar predicando en el nombre de Jes�s. Les amenazaron para que dejaran de predicar, pero la respuesta de los disc�pulos fue �sta: Dios, necesitamos m�s unci�n.
Concedemos predicar con denuedo, mientras extiendes tu mano para hacer milagros y prodigios en el nombre de tu hijo Jes�s. Ellos sab�an lo que las escrituras dec�an. Que cuando Dios extendi� su mano sobre Israel, muchos milagros y cosas asombrosas sucedieron para que el pueblo pudiera salir de la esclavitud hacia la libertad gloriosa que Dios ten�a destinada para ellos. As� que ahora ellos identificaban que ellos eran la mano de Dios extendida sobre la naci�n.
Extiende tu mano para que hayan sanidades, prodigios y milagros. �Qui�n los har�a? Los ungidos de Dios. Una vez que ellos oraron, fueron llenos otra vez, del Esp�ritu de Dios. Una fresca unci�n descendi� sobre ellos y los habilit� en otro nivel de unci�n.
No se conformaron con lo que ten�an, ellos quer�an m�s y lo pidieron. Dios respondi� a su oraci�n ungi�ndoles otra vez.
Entonces vinieron las conversiones de miles, enfermos eran sanados tan solo con la sombra de Pedro o los pa�os de Pablo. Esos niveles de unci�n no fueron solamente para los primeros disc�pulos, sino que est�n disponibles para todos nosotros. Recordemos que el vino nuevo est� reservado para lo �ltimo de los tiempos, que es el mejor de los vinos. As� que la unci�n que vendr� en estos tiempos ser� tan grande que haremos cosas mayores que aquellos grandes ungidos de Dios. Pero es necesario querer m�s. �Quieres m�s?
b) Unci�n es frotar con aceite. Cuando derramamos aceite sobre una cubierta de madera como una mesa o una puerta quiz� y entonces la frotamos con una franela estamos, en realidad, ungi�ndola. Cada vez que frotamos nuevamente la cubierta con la franela, una nueva unci�n le estamos dando. �Qu� tanto estar� ungida una cubierta? Que tanto pueda haber sido frotada con aceite.
En la Palabra de Dios podremos encontrar a personas muy inteligentes que deseaban la unci�n y la buscaron. Hombres como Eliseo que decidieron permanecer todo el tiempo con El�as, aprovecharlo hasta que le fuera quitado. �Vive Dios y vive tu alma que no te dejar�, le contest� varias veces a El�as, cada vez que �ste le dec�a: �qu�date aqu�. Eliseo ya hab�a sido designado el sucesor de El�as y muchos se hubieran conformado con ello, su unci�n ya estaba asegurada. Pero Eliseo dijo: Quiero m�s. Deseo una doble porci�n. As� que Eliseo dijo: Yo me seguir� frotando con la unci�n de El�as el mayor tiempo posible.
Caminar con hombres ungidos te unge con su misma unci�n. Lo mismo hizo Josu� quien siempre caminaba junto a Mois�s, no lo dejaba para nada. Mois�s design� a 70 para darles de su unci�n y entre ellos no estuvo Josu�. Pero quien finalmente se qued� con su unci�n y con su dignidad fue Josu�. El no necesit� que lo designara Mois�s, el se frot� de su unci�n una y otra vez.
Cada vez que t� escuchas sus predicaciones, cuando platicas con �l, cuando lees alguno de sus libros, su unci�n, su sabidur�a, su inteligencia, su habilitaci�n empieza a impregnarse en ti. Te estas frotando de su unci�n.
c) Permanecer en lugares donde hay unci�n. Es muy tonto buscar algo en donde no hay. Imag�nense por un momento que buscando un pastel acudieras a una tlapaler�a y llegando all� le dijeras al muchacho que atiende: �Por favor dame un pastel de chocolate para veinte personas�. �Qu� te dir�a el despachador?
As� es todo aquel cristiano que desea la unci�n para que lo seco se convierta en fruct�fero, para ser mudado en otro hombre, para recibir habilitaci�n de sabidur�a o inteligencia; pero no est� en donde hay de la unci�n. No creo que pudiera decirle a su jefe: �Mira yo estoy aqu� mucho tiempo, as� que dame la unci�n del Esp�ritu�.
�En donde hay unci�n? Como te lo he dicho, en donde la Presencia de Dios est�. All� fluye la unci�n, desciende junto con Su Presencia.
Una persona que anhele m�s y m�s de la unci�n del Esp�ritu no andar� solamente buscando quien ore por �l, sino que estar� en los lugares ungidos. Yo se, que cada vez que tu est�s aqu�, y la Presencia de Dios se mueve entre nosotros, tu est�s siendo ungido, aunque nadie haya orado por ti. Sencillamente la lluvia de su Esp�ritu est� cayendo sobre ti.
Hay lindas canciones de alabanza que puedes escuchar con ritmos muy buenos, sin embargo hay canciones ungidas que cuando las escuchas te cambian, te animan, te alteran, te prenden, te hacen meterte en una plena adoraci�n a Dios. Eso es lo que buscamos aqu� todo el tiempo que las canciones que cantamos, adem�s de ser buena m�sica, tambi�n sean ungidas. Queremos que la unci�n fluya.
d) Buscar la Presencia de Dios. Sin lugar a dudas, al leer la Biblia, puedo darme cuenta que las personas m�s ungidas de las historias b�blicas fueron aquellas que m�s permanecieron en la Presencia de Dios.
El�as dec�a: Vive Dios en cuya Presencia estoy
Josu�: No se apartaba del tabern�culo, all� estaba noche y d�a
David: Es mejor estar un d�a en tus atrios que mil fuera de ellos, tambi�n dec�a �si pienso en tus maravillas no las puedo contar, despierto y estoy contigo�. As� que despierto estaba en la presencia de Dios, pero dormido tambi�n.
Mois�s: Hablaba cara a cara con Dios, platicaba con �l en todo momento
Samuel: No se apartaba del tabern�culo, all� ministraba y entonces Dios lo llam� para su servicio-
Daniel. No obstante la orden del rey de que nadie adorara a otro dios sino a �l mismo, Daniel lo segu�a haciendo tres veces al d�a.
Obviamente estos fueron personajes que vivieron bajo la unci�n de Dios y su unci�n crec�a y crec�a cada d�a.
d) Rendici�n Total. Tan importante como buscar la unci�n para que �sta vaya en aumento continuo, es que protejamos la unci�n que hemos recibido. �Protege la Unci�n!
Dos hombres, nos cuenta la Palabra de Dios, que perdieron su unci�n. El primero de ellos Sans�n, quien ten�a una unci�n poderosa de Dios en su fuerza sobrenatural. Esa fuerza deb�a ser usada para dar libertad a su naci�n de los filisteos. Pero Sans�n hacia lo incorrecto una y otra vez y ve�a que la unci�n segu�a all�. Pecaba pero la unci�n permanec�a en �l, hasta que tanto lo hizo que el Esp�ritu de Dios le dej�, y Sans�n ni siquiera se enter�. El dijo: �Ahora saldr� de este problema otra vez�, pero no sab�a que el Esp�ritu ya se hab�a ido. No, no pudo salir de aquel problema, su unci�n se fue. No la cuid�.
De igual forma sucedi� con Sa�l, quien despu�s de no hacer caso a las instrucciones de Dios a�n fue a buscar a una adivina para hacer alg�n tipo de hechicer�a y traer el esp�ritu de Samuel quien ya hab�a muerto. El Esp�ritu de Dios le abandon�, la unci�n se le fue y pronto se dio cuenta que estaba peleando solo, tan solo con sus fuerzas.
Es importante la respuesta de Pedro y Juan ante el concilio que dijeron: Es mucho m�s importante obedecer a Dios que a los hombres. Muchos cristianos tienen, en su escala de prioridades, a su familia primeramente y despu�s a Dios, o a su trabajo primero y despu�s otras cosas, o tal vez el dinero primero y despu�s lo dem�s. Cada persona responde a sus prioridades.
Pero si quieres cuidar la unci�n del Esp�ritu en ti, debes saber que lo primero es Dios.
Sans�n finalmente se arrepinti� y le fue devuelta su unci�n. T� puedes leer Hebreos 11 y su nombre est� escrito all�, junto con todos los h�roes de la fe. Sus pecados no est�n all�, solamente sus haza�as mediante la unci�n. Pero me entristece much�simo no ver el nombre de Sa�l. El no se arrepinti� de sus acciones, muri� en sus errores y pecados, no solo perdi� la unci�n, perdi� su alma.
�Protege la unci�n que has recibido en este lugar, por la imposici�n de las manos, por la lectura de la Palabra, por frotarte con personas ungidas! Cualesquiera que sea la forma en que has sido ungido, el hecho es que all� est� la unci�n y debes protegerla.
e) Necesitamos gente ungida. Es imperativo que en cada �rea de la vida en la sociedad existan personas ungidas. No podemos dejarle al diablo el paso libre al controlar las posiciones de desarrollo social.
Necesitamos padres ungidos que eduquen a sus hijos en la Palabra de Dios, requerimos maestros ungidos en las escuelas, cient�ficos ungidos para el bien de la humanidad, empresarios ungidos, m�dicos ungidos, ingenieros ungidos, estudiantes ungidos que transformen sus escuelas, m�sicos ungidos, cantantes ungidos.
No me cabe duda que tenemos excelentes m�sicos ungidos aqu�. Muchos se preguntan c�mo pueden hacer lo que hacen y la respuesta se llama: �unci�n�. Algunos son apenas ni�os pero tocan una barbaridad. �C�mo es eso? Pues est�n metidos en la unci�n, se frotan con ungidos, se meten en la Presencia de Dios; no hay duda, estar�n cada vez m�s y m�s ungidos.
f). Ministraci�n.