Persevera y vencerás

Persevera y vencerás


1 Samuel 17


INTRODUCCIÓN


Existe un dicho muy popular que nos habla de la perseverancia, ¿cuál es?; sin embargo, hay otra frase que en estos últimos días se está poniendo de moda otra vez y que de alguna manera también nos habla de perseverar para alcanzar: ¡Sí se Puede!


Esto no es ajeno en la vida cristiana, ya que todo creyente que desea disfrutar de la vida abundante necesita manifestar en acciones más que en palabras una actitud de perseverancia que le lleve a vivir en constante victoria espiritual. Por tanto, aunque hoy vivimos tiempos difíciles y llenos de engaños, debemos estar firmes y permanecer constantemente en dependencia de Dios, si se que queremos ser vencedores ante cualquier circunstancia de la vida.


1 Samuel 17 nos relata claramente la actitud de perseverancia que David manifestó cuando se percató del gran problema que Israel tenía como nación.


I. UNA CRISTIANO VICTORIOSO ES AQUEL QUE PERSEVERA EN HACER LA VOLUNTAD DE DIOS A PESAR DE LAS DIFICULTADES, vv. 28-44


Es muy común escuchar a personas que por no saber enfrentar las dificultades dicen: “Mejor tiro la toalla”. Quienes opinan así desconocen el verdadero sentido de esta frase. El verdadero sentido de esta frase se da en el mundo del boxeo y se aplica cuando el manager considera que el boxeador no puede continuar peleando debido a los golpes recibidos o por cualquier otra circunstancia que el manager determine. Pero si observamos no es el boxeador quien decide tirar la toalla SINO EL MANAGER.


Si hacemos una aplicación paralela de esto a la vida cristiana diremos que el manager es Dios y nosotros los boxeadores, por lo tanto no nos corresponde a nosotros a nosotros decidir tirar la toalla, sino a Dios. A nosotros, así como a los boxeadores nos corresponde seguir peleando con perseverancia y esperar los resultados de nuestros esfuerzos.


Los cristianos no debemos olvidar que es Dios quien nos da las capacidades con las cuales podemos enfrentar cualquier dificultad y salir victoriosos.


En el caso de David:
• Tuvo dificultades con los suyos, vv. 28-32
• Tuvo dificultades con los esquemas, vv. 33-39
• Tuvo dificultades con sus enemigos, vv. 40-44


Sin embargo, la perseverancia de este joven le llevó a ser victorioso ante cualquier circunstancia. No cabe duda que era la voluntad de Dios que David estuviera en el campo de batalla para dar una lección de valor y perseverancia, y David valientemente por perseverar en hacer la voluntad de Dios.


Hoy no debe ser diferente, todo cristiano (joven, adulto o anciano) que opta valientemente por perseverar en hacer la voluntad de Dios, tarde o temprano experimentará la victoria en su vida.


II. UN CRISTIANO VICTORIOSO ES EL QUE PERSEVERA EN DEPENDER DE DIOS EN EL DESEMPEÑO DE SUS RESPONSABILIDADES, vv. 45-50


El problema en la vida de muchos creyentes que no perseveran en el camino de Dios radica en su conveniencia de idealizar a los personajes bíblicos y pensar que les resulta prácticamente imposible tener o superar la fe de ellos.


La idea de la conveniencia radica en que no se han esforzado en desarrollar en sus vidas un carácter de madurez y de responsabilidad y llega el momento en el que proyectan la culpa de su falta de fe y de perseverancia hacia la vida de otras personas de la congregación. Esto no debe ser así.


David sabía cuál era su situación, él era un jovencito, no había sido entrenado para guerra sino para pastorear ovejitas, y su experiencia en la milicia era nula, sin embargo no le echó la culpa a su papá, ni a sus hermanos, ni a los israelitas, ni al rey Saúl. Él lo único que hizo fue perseverar y depender de Dios en el cumplimiento de la tarea que Dios mismo había puesto en su corazón.


Hoy vivimos tiempos es los que el enfriamiento espiritual de muchos cristianos es el manjar favorito de Satanás. Hoy muchos creyentes le dan la prioridad a compromisos de segunda en vez de asumir compromisos de primera, es decir, con Dios.


Hoy muchos jóvenes y adultos, líderes no están fallando en su perseverancia de cumplir con sus responsabilidades por una sencilla razón: No están dependiendo de Dios en el cumplimiento de sus tareas espirituales más básicas como la lectura de la Biblia y la oración. Y si en esto no están perseverando, no podemos esperar que perseveren en sus cargos que tienen en la iglesia. Sin duda esto se debe a una carencia profunda de dependencia en Dios.


CONCLUSIÓN


Hoy Dios nos está llamando a la perseverancia en nuestra vida espiritual. Y es nuestro deber responder a esta iniciativa de Dios. Hay muchas personas que me dicen: “Hermano, ore por favor por mi vida espiritual” y yo pienso que puedo hacerlo, es más lo hago sin que me lo pidan; pero puedo gastarme mis rodillas en orar por sus vidas espirituales, pero si ellos no determinan ser perseverantes en el camino de Dios, aunque me operen poniéndome nuevas rodillas, nada va a suceder.


Debemos entender que en este camino siempre habrán obstáculos, dificultades, presiones y demás, pero necesitamos perseverar a pesar de todo eso. Además, si queremos en verdad ser victoriosos en la vida cristiana, es necesario que dejemos de depender en lo que sabemos intelectualmente, o en lo que sabemos hacer por nuestra cuenta y que aprendamos a depender completamente de Dios y de su poder.


Que Dios nos ayude a ser cristianos que perseveran y vencen en todo tiempo.