Los nombres de Dios revelados en el Salmo 23
Salmo 23:1-6
Introducción
Esta noche quiero que veamos más de cerca un salmo muy conocido. Abran sus Biblias al Salmo 23.
Por casi 30 siglos el Salmo 23 has sido uno de los pasajes más amados de la Biblia. Spurgeon lo llamó la “perla de los salmos”. Miles han memorizado estas sencillas palabras escritas por un sencillo pastor. Este salmo se usa en bodas, bautismos y funerales. En él se encuentra confort, esperanza, paz y protección. El salmo está compuesto por solamente 104 palabras, sin embargo, estas 104 palabras penetran lo más profundo de nuestro ser y es la fundación sólida que nos sostiene durante los momentos más difíciles de nuestra vida.
Para una persona urbana del siglo 21, la figura de un pastor y un rebaño puede no ser algo con significado o que cause inspiración, sin embargo, creo que no hay otra generación que más haya necesitado de un Buen Pastor. El mundo en que vivimos hoy, los problemas que individual y colectivamente enfrentamos es alarmante. La humanidad busca y necesita un refugio, busca algo que satisfaga sus almas, algo que llene el gran vacío que hay.
La posición del salmo es digna de notar. Sigue al Salmo 22, que peculiarmente es el salmo de la cruz. Allí no hay pastos verdes, ni aguas de reposo. Nuestra atención se enfoca en las palabras “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” Entonces está enseguida éste salmo preciado con sus palabras “Jehová es mi pastor…” Tenemos que experimentar y saber el valor de la sangre que fue derramada. Debemos ver la espada que salió en contra del Buen Pastor antes que podamos entender la dulzura del Salmo 23.
¿Qué fue lo que impulsó a David a escribir este “canto”?
Si miramos detalladamente, encontramos que el salmo encierra algo más profundo que palabras de bálsamo emocional. Este salmo encierra una gran verdad teológica que, sin duda, David había experimentado y por consiguiente, supo expresarlo en forma poética. Aquí se encuentra la naturaleza de Dios expresa por ocho de sus nombres.
El primero:
1. Jehová Ra’ah o Ro’hi (Jehová es mi pastor) ¿Por qué le compara David con un pastor? David tenía buen conocimiento de lo que encierra el ser pastor.
a. El pastor conoce a sus ovejas: “Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mias me conocen” (Juan 10:14).
b. El pastor se relaciona con sus ovejas. “…Las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre,… y las ovejas le siguen, porque conocen su voz” (Juan 10:3,4).
c. El pastor ama sus ovejas. “…tuvo compasión de de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 9:36).
d. El pastor las alimenta y cuida de ellas para que tengan buena calidad de vida. “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
e. El pastor se sacrifica por ellas. “el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11). “pongo mi vida por las ovejas” (Juan 10:15).
Enseguida de Adonai Ro’hi tenemos:
2. Jehová Yireh (Jehová proveerá)
… nada me faltará…
El Pastor alimenta y sacia la sed de sus ovejas. “Yo soy el Pan de Vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que a en mí cree, no tendrá sed jamás.” (Juan 6:35).
Porque Jehová es el Pastor, sabemos que Él satisface nuestro ser completamente. No necesitamos más que al Pastor. Aquella persona que tiene a Cristo como el Buen Pastor no necesita buscar nada en otro lado. El llena, satisface. Aún el más pobre financieramente puede descansar y saber que Dios provee todo lo necesario, tanto material como espiritualmente. El salmista lo dice tan elocuentemente en el Salmo 37:25 “joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.” Cuente todas las veces que el Pastor ha satisfecho sus necesidades.
Y si satisface, podemos tener paz…
3. Jehová Shalom (Jehová es paz)
“en lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.”
Es tan interesante que las ovejas no pueden reposar a menos de que suceda lo siguiente. Necesitan estar:
a. libres de temor, o sea, fieras.
b. libres de contiendas entre ellas mismas.
c. libres de cosas que les molesten, como moscas u otros parásitos.
d. libres de hambre, deben haber ya comido y estar llenas.
Todo esto se traduce a “paz”. Las ovejas necesitan descansar para digerir lo que han comido. Pero para poder “descansar” necesitan tener paz. El pastor provee tal paz. Nosotros tenemos paz en medio de todo porque Cristo es nuestro pastor de pastores. Viene el león rugiente, o un desacuerdo con un hermano, o cosas que nos molestan, inclusive la necesidad de comida espiritual. Cristo dijo que Él es nuestro pan, pero también nos asegura que Él nos da paz, no como el mundo la da. Su paz es tal que podemos dejarle todas nuestras cargas: Porque Él es nuestra paz… Efesios 2:14, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz… 1ª Corintios 14:33
El tener paz nos lleva a la salud, tanto física como espiritual. Vemos pues a… 4. Jehová Rafa (yo soy Jehová tu sanador) “Confortará mi alma…” (En la Biblia de las Américas dice, restaura mi alma). Un alma decaída es la que necesita ser restaurada.
La palabra “decaída” es usada por los pastores y significa que la oveja se ha volteado y está sobre sus espaldas y no puede restaurarse por sí misma.
1. Esto le sucede con frecuencia a las ovejas engordadas, de lana larga o preñada y precisamente cuando están “descansando”. Allí está la ovejita muy en paz. Busca un hueco en la tierra, una cunita por decir, se recuesta y estira sus patitas para relajarse pero no se da cuenta que se ha estirado demás y pierde el equilibrio y se cae de espaldas. Ha perdido el centro de gravedad y se queda desvalida e indefensa.
2. Si el pastor no interviene, puede suceder es desastroso. La oveja se llena de pánico y su estómago comienza a crear gases por la tensión y nervios. La circulación de la sangre hacia sus patitas se detiene, y puede morir la oveja en unas cuantas horas, sobre todo si está caliente.
El pastor mira que una oveja está “decaída”, en peligro de muerte, corre y comienza a mecerla para que pueda pararse. Entonces le comienza a sobar las piernas para que la sangre comience a fluir otra vez y dar vida. “Le sana sus rodillas paralizadas”. Al principio está muy temblorosa, pero luego se le pasa y regresa al pasto, feliz de y contenta. Este es el cuadro de “restaurar el alma”. El alma que está al borde de la muerte necesita ser restaurada, necesita sanidad completa.
Por esto podemos decir como el salmista, “Bendice alma mía a Jehová y no olvides nin-guno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades y sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida”.
Cuando el Pastor restaura, la oveja es hecha “justa”. Vemos a… 5. Jehová Tsidkenu (Jehová justicia nuestra) “…Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”
La palabra justicia puede que asuste a la gente o que no signifique nada para ellos. La palabra originalmente significaba “la senda correcta”. Hay una senda correcta. Las ovejas no tienen buen sentido de dirección. Se pierden fácilmente. Necesitan la dirección del pastor. La Palabra del Señor claramente nos dice “que como ovejas nos hemos descarriado, cada cual por su camino”. También las ovejas necesitan dirección pues si se dejan solas, siguen comiendo y pasando por las mismas sendas y devastan el terreno, lo dejan casi muerto. Necesitan moverse de lugar en lugar. Es “por amor de su nombre”, el nombre de Dios que equivale a tener por cierto lo que Él dice. Es que Él nos dirige por sendas de justicia, por la senda correcta. Y nos apacienta en lugares deleitosos.
Este nombre revela la faceta del carácter de Dios que opera la redención por medio de la cual la humanidad queda plenamente restaurada en su relación con Dios. Jesucristo, nuestro Jehová-tsidkenu, tomó nuestro lugar (Romanos 5:17-19). El nombre ‘Jehová nuestra justicia’ revela el cómo somos aceptados por Dios, “El que no conoció pecado fue hecho pecado por nosotros”, y la medida que sería tomada para nuestra aceptación “para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2ª Corintios 5:21). Las promesas del Salmo 23 son veraces por Dios lo promete. Él pone su nombre como sello sobre ellas para decir “así será” y es auténtica la obra que se hizo.
Y porque el Pastor nos lleva, podemos decir que estamos bajo… 6. Jehovah Nissi (Jehová mi bandera o victoria) “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores.”
La palabra Nissi significa bandera, cobertura, protección, estandarte o victoria. La palabra estandarte también puede traducirse como “mástil, emblema o pendón”. Entre los judíos esta palabra también denota ‘milagro’. Era costumbre que como insignia o estandarte se levantaba una señal que representaba la causa de Dios, su batalla, y era señal de liberación.
Phillip Keller en su libro, The Shepherd Looks at the 23rd Psalm, explica que al llegar el invierno, hay que mover a las ovejas de la montaña a los valles; y es un tiempo sumamente peligroso. Una oveja puede dar un mal paso, y puede caer al precipicio, puede ser atacada por una fiera escondida en una hendidura oscura, o puede ser arrasada por inundaciones repentinas. Y porque las montañas tapan al sol es que se le denomina “el valle de sombra o muerte”. Pero Jehová-Nissi saca victoriosamente a su rebaño del valle de sombre o muerte”.
El Pastor usa su vara de una manera experta para sacar su rebaño del valle de al sombre y muerte y llevarla a los pastos deleitosos. Para nosotros es difícil entender como la vara y el cayado puede infundir aliento. Al estudiar me di cuento que David usaba su vara y cayado de esta manera: las ovejas pasaban por debajo de su cayado para ser contadas. (Levítico 27:32). Usaba su vara (vara por un lado y cayado por el otro) para espantar a los perros o animales que podrían asustar a las ovejas. Es de aliento a saber que “Jehová enviará desde Sion la vara de su poder; Domina en medio de tus enemigos” (Salmo 110:2).
Pero la vara se usaba de otra manera también. En ella se grababa toda victoria que Dios les daba al líder del clan y a su familia. La vara servía como un testimonio escrito del poder y cuidado de Dios. Tenemos el ejemplo de la vara de Aarón que estaba en el arca de testimonio, estaba allí porque precisamente estaba grabado en ella TODO lo que Dios hizo por el pueblo durante los 40 años en el desierto. Es por esto que dice David “tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. Porque podía ver en retrospectiva todas las veces que Dios había estado con él y lo había librado. A nosotros nos infunde aliento el testimonio, escrito en nuestros corazones, en nuestras mentes. Otra cosa interesante, el “legislador” o vara se pasaba del padre al hijo mayor como testimonio de Dios por todas las generaciones. Su testimonio nos da aliento cuan-do estamos en el valle de sombra y muerte porque sabemos que Él nos sacará victoriosos por Él es el Gran Vencedor. Es por eso que Pablo nos dice Palabra, “Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, o muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” Porque aún la muerte misma, para nosotros, las ovejas de su prado, es victoria. ¡El vivir es Cristo y morir es ganancia!
En el ver. 5 sigue “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores”.
El cuadro sigue con victoria. El enfoque aquí está en el Pastor que prepara el terreno donde apacentará las ovejas. Quita cualquier cosa que pueda lastimar a las ovejas, rocas ásperas, plantas venenosas, y predadores. Luego las trae a comer. Las fieras están entre los peñascos mirando con hambre al rebaño que está en banquete. Es así que el Pastor nos alimenta a sus ovejas, en presencia del enemigo. El hecho de que “adereza mesa” significa que no hay prisa ninguna. Significa que el Pastor quiere permanecer con su rebaño y con calma. Así nos nutre, nos apacienta, nos da un banquete, hay celebración. Para mostrarle a tus enemigos que Dios es tu proveedor. Para celebrar que Él es tu Sustentador. Para que tus enemigos vean que Dios es tu cobertura. Para que puedas tener paz que sobrepasa todo entendimiento. Pues tus enemigos, tanto humanos como espirituales, te pueden ver pero no te pueden tocar. Es testimonio a los demás, porque así como tú tienes alimento, otros también pueden tener si se amparan bajo el cuidado del Pastor, el victorioso.
Es tan maravilloso saber que el banquete trae otra costumbre bella… 7. Jehovah M’Kaddesh (Jehová el santificador) El Pastor hace una mezcla de aceite de oliva, azufre, y especias para proteger a las ovejas de los insectos y para promover la salud de la piel y evitar infecciones de la piel y la unge. El aceite era algo muy significativo para los del medio oriente. El tener abundancia de aceite era señal de riqueza. Cuando se hacían grandes fiestas se usaban aceites aromáticos para ungir a los invitados de honor. (Isaías 61:1-3) El santificar significa apartar, hay que recordar que también se ungían a los reyes y los sacerdotes.
El Pastor te ha ungido con el Espíritu Santo para llevar las buenas nuevas. En la Biblia jud-ía este versículo dice “me unges de una copa que rebosa”, o sea, que la copa de la unción no se terminará, que rebosa siempre.
Porque la copa de la unción es perenal, podemos decir… 8. Jehovah Shama (Jehová está presente) “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.”
Jehová-Shama es la palabra hebrea que significa el omnipresente, el Uno que todo lo llena. Esta es la promesa de un Dios santo que habita en medio de su pueblo. Es la promesa de su presencia. La presencia misma de Dios está en los creyentes, que son el templo del Espíritu Santo (Efesios 2:20-22). La palabra que se usa para ‘templo’ en el verso 21 no se refiere al templo en general, sino al santuario. En el santuario se levantaba el altar del incienso, y en el lugar santísimo estaba el propiciatorio, cubierto por la presencia divina o shekinah. Ahora, nosotros somos templo de barro, llenos de la gloriosa presencia de Dios. Y eso no es todo, Jesús ha prometido, “No te desampararé ni te dejaré” (Hebreos 13:5).
En este salmo, David afirma, “Jehová, Tú has estado conmigo toda mi vida. Estuviste allí cuando cuidaba el rebaño de mi padre y luché con el león y el oso. Estuviste presente cuando me enfrenté al gigante filisteo. Estuviste allí cuando Saúl trató de quitar mi vida. Estuviste allí cuando traje el arca a Jerusalén. Estuviste conmigo en cada batalla que peleé. Estuviste allí cuando cometí adulterio y necesité tu perdón. Durante toda mi vida, tú has estado allí.
En el Salmo 139 David habla con tanta precisión de la presencia de Dios. Y hace la pregunta ¿a dónde huiré de tu presencia? Dios está presente en todo lugar y David lo sabía muy bien. Dios mira lo más profundo de nuestro corazón. A Él no le podemos engañar.
Pero también David sabía que Dios estaría presente en la eternidad. Sus últimas palabras de este Canto del Pastor, dicen que moraría en la Casa de Jehová por largos días. El no estaba hablando de la morada terrenal. David bien sabía de la morada celestial.
En Juan 14:3 “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que done yo estoy, vosotros también estéis.” David creía en las promesas de Dios. No fue con arrogancia o presunción que David escribió estas palabras. Más bien las escribió con fe y firmeza.
Conclusión.
David tenía una relación especial con el Yo Soy—Jehová Ra’ah (Jehová es mi pastor), Jehová Yireh (Jehová proveerá), Jehová Shalom (Jehová es paz), Jehová Rafa (yo soy Jehová tu sanador), Jehová Tsidkenu (Jehová justicia nuestra), Jehovah Nissi (Jehová mi bandera o victoria), Jehovah M’Kaddesh (Jehová el santificador) y Jehovah Shama (Jehová está presente). David pudo aplicarse los nombres de Dios y los expresó tan elocuentemente en el Salmo 23.
LLAMADO: Si como una oveja descarriada no puedes encontrar las sendas de justicia, espera allí que el Pastor venga para cogerte en sus brazos. El te redimirá y pondrá tus pies en las sendas de justicia. El te nutrirá, estará contigo en los tiempos de dificultad, te dará abundancia y te mostrará su misericordia y su amor eterno y algún día podrás morar en la casa de Jehová todos los días. ¿Está listo? Acepta la invitación del Señor.
Si Dios es tu Pastor, ven y agradece todo lo que Él ha hecho. La mesa está servida en presencia de nuestros enemigos. Aquí en el altar no nos puede tocar el diablo.