Un verdadero arrepentimiento cesa el asolamiento
Joel 2:12-20
Objetivos.
Mostrar a la congregación que Dios en este texto, muestra una invitación al arrepentimiento, y esta debe ser no solo de algunos sino de todo el pueblo.
Que cada creyente y pecador entienda que solo cuando hay humildad y un genuino arrepentimiento en la persona, mueve a Dios a misericordia.
Introducción
Joel del hebreo Yoel, significa
– Jehová es Dios. Es un nombre frecuente que se menciona 15 veces en el A.T., era hijo de hombre llamado Petuel. (1:1) Es posible que procediera del reino del sur, de Judá, ya que su predicación se concentra sobre Judá y Jerusalén. Se desconoce el tiempo de su ministerio, pues su escrito no habla al respecto, pero según algunos comentaristas probablemente sea uno de los primeros profetas menores.El escrito de dicho profeta esta centrado en el tema “El día de Jehová”.
Aquí el profeta hace un urgente llamado al arrepentimiento genuino al pueblo y a los lideres para que venga la paz de Jehová, ya que debido a su mal comportamiento desde tiempos atrás, había provocado que viniera una grande y terrible crisis en todo el territorio de Israel, con la plaga de langostas y esto es lo que hace pensar al profeta en el inminente juicio de Dios. Era tal esta plaga de langostas que el mismo profeta describe lo terrible y desolador de los resultados. El profeta describe las características de ese momento, como día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como se extiende la luz del día, así vendría aquel momento un pueblo grande y fuerte, la tierra será como huerto de Edén delante de él, y al pasar como desierto asolado, ni habrá quien de él escape, como estruendo de carros saltará sobre las cumbres de los montes, como sonido de llama de fuego que consume hojarascas. (2:2,3,5.).
Debido al terrible asolamiento sobre la tierra, el culto en el templo había sido afectado, “porque quitada es de la casa de vuestro Dios, la ofrenda y libación” y ante tanta destrucción, Joel grita: A ti, oh Jehová, clamaré.
Esto hace que el profeta piense en el día del juicio de Dios. Por esto quiere que se emita un toque de alarma ante el pueblo entero, para un arrepentimiento.
I. Procurando el Perdón de Dios v. 12-14.
Al parecer todo Judá había estado viviendo en un engaño con el estilo de vida que llevaba, creyendo que estaban en paz con su Dios, pero en realidad, lo que estos habían acarreado con su comportamiento era, derrota, destrucción y desolación.
Hoy es necesario que entendamos que, el deseo de Dios, es que quien peca no muera, sino que venga a él en arrepentimiento. 2da. Pedro 3:9b (…que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento)
? Arrepentimiento real y no aparentar.
Debido al asolamiento del pueblo, Dios llama a un verdadero (sincero) arrepentimiento. Cuando este es verídico y fidedigno, se conoce por los frutos que produce; (cambio de estilo de vida, abandono del pecado, vivir mostrando humildad, dispuesto a cambiar y tratando de recuperar la confianza pérdida). Mateo 3:8 dice: “Haced pues, frutos dignos de arrepentimiento”
El arrepentimiento que Dios demanda de un pueblo u un hombre que ha pecado, debe ser sincero; que este (hombre) no pretenda estar arrepentido, sino que demuestre en su diario vivir una actitud que de credibilidad.
No es una persona arrepentida aquella que dice serlo y se aleja de la iglesia y no esta dispuesto a someterse a la autoridad que lo rige.
El profeta habla al pueblo diciendo que Dios, desea que este debe expresarse del interior no con una sola apariencia, pues dice “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios” debe ser una disposición interna, que no puede ser sustituida por cosa externas.
El profeta habla que Dios es un Dios de misericordia y amor, y que al ver un alma en un sincero arrepentimiento, perdona y da bendiciones. Aquí en el v.14, pareciera que el profeta duda de que Dios pueda perdonar y desistir del castigo que el pueblo merece, pero en realidad, el propósito es que busca conseguir que el pueblo se acerque a Dios sinceramente y de todo corazón.
Dios quiere que cada persona cristiana o no, si ha cometido errores en su vida, venga a El en un genuino arrepentimiento a tal grado que cuando Dios observe dicha actitud, pueda compadecerse de su vida y en lugar de merecer desolación y destrucción, alcance perdón, paz, bienestar y, la vida eterna.
II. Unidad y humildad para demandar perdón.
? Convocatoria para todos
Es fácil poder culpar a otros por los males que muchas veces pasan, cuando los mayores culpables podemos ser nosotros mismos. El texto sagrado dice que por delante debían ir los sacerdotes. La convocatoria no era solo para el pueblo, sino para todos;
Que triste es ver en las iglesias, que tan solo algunos cuantos caminan buscando a Dios y pidiendo perdón por los pecados de los demás, y debido a esto las iglesias no consiguen triunfar, por la falta de unidad; Nínive era una nación pecadora y merecía ser destruida, pero se arrepintió verdaderamente y todos, niños, adultos y animales, ayunaron, y Dios los perdonó.
Venir a Dios en humildad, conmueve su corazón y provoca que no seamos la vergüenza del las naciones. La gente sin temor, se goza criticando al hombre que dice tener un Dios, pues vive siempre en problema diciendo ¿Dónde está su Dios? Para que no suceda, es necesario que una congregación entera busque de verdad a Dios, en unidad, en humildad, en un mismo sentir, sintiendo una misma cosa, Fil. 3:15,16.
Solo cuando una iglesia se una para ayunar, llorar, orar y lamentar por el perdón de Dios, podrá salir de la miseria y desolación. ¡Arrepintámonos juntos!
III. Una Respuesta Misericordiosa de Dios.
Los acontecimientos por causa del pecado, pueden ser graves, pues Dios a sus hijos los ama, pero cuando hay desobediencia o pecados también los disciplina, Hebreo 12:6 dice: “por que el Señor al que ama disciplina,…” su propósito no es destruirlo ni hacerle daño, sino llevarlo a reconocer sus errores y volverse a su Dios.
En este ocasión el profeta dice que ante tal cambio de vida y actitud en cuanto a su relación con Dios. El responderá, y dirá a su pueblo: He aquí yo envío pan, mosto y aceite y seréis saciados. Dios ante la humillación promete dar felicidad, saciar al hambriento, cesar la desolación, quitar lo que por desobediencia se ha adquirido y prosperar la tierra y frutos de ella por la obediencia y arrepentimiento.
Esta promesa del Dios del cielo, dice que no solo habrá bendición para el arrepentido sinceramente, sino que también haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta v.20, es decir, Jehová no tan solo oye para levantar el castigo y proveer bendición, sino que también, para destruir al destructor para siempre.
Conclusión.
La mejor manera de poder obtener bendición y dejar de padecer fracasos, fastidios y desolación, es reconociendo que hemos pecado contra Dios, que le hemos ofendido y venir ante él con un verdadero arrepentimiento que produzca verdaderos frutos dignos de arrepentimiento.
Un arrepentimiento producido de dentro del corazón, con ayuno, con lloro, oración y lamento y en unidad.
Recuerda UN VERDADERO ARREPENTIMIENTO CESA LA DESOLACIÓN, quieres dejar de sentir soled, frustración, cargo de conciencia porque sabes que estas ofendiendo a Dios. Ven a él. Amen.