Doctrina de la elección divina
1. Gen.25:23 “y él le contestó: “Dos naciones hay en tu seno; dos pueblos se dividen desde tus entrañas. Uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor.”
La Ley antigua de la primogenitura estipulaba que en circunstancia ordinarias el menor de dos hijos estaría subordinado al mayor.
La elección de Dios por el hijo menor destaca el hecho de que el pueblo de Dios es el resultado de su soberana intervención en los asuntos humanos: Cp.Gen.11:30 “Pero Saray era estéril; no podía tener hijos”.
o La esterilidad de la esposa de Abraham resalta el hecho de que el pueblo de Dios no surge por medio de la generación natural de los pueblos posteriores a Babel.
Dios estaba dando comienzo a una nueva raza humana, de la cual Abraham fue el padre (17:5 “Ya no te llamarás Abram, sino que de ahora en adelante tu *nombre será Abraham, porque te he confirmado como padre de una multitud de naciones”). Así como Adán y Noé eran padre de la raza humana caída.
Parte de este versículo se menciona en Rom.9:10-12 como muestra del derecho soberano de Dios a “hacer lo que le parezca” (Sal.115:3), pero no de modo arbitrario (Ro.9:14) sino según Su voluntad perfecta.
2. Rom.8:29,34 “Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 34″¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros”
(v.29) El conocimiento mencionado por Pablo no es abstracto sino es implantado en amor y está unido a un propósito.
Dios no sólo nos conoció antes de que nosotros lo hubiéramos conocido a él sino que él también nos conoció en el sentido de escogernos por su gracia, antes de la fundación del mundo (Ef.1:4; 2Ti.1:9)
Dios conocía a los que por fe serían su pueblo, los predestinó. En este caso la predestinación se refiere a la conformidad moral a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
La razón de que Dios conociera a los creyentes, los predestinara y los conformara a la imagen de su Hijo fue para que el Hijo pudiera mantener la posición de más alto honor en la gran familia de Dios.
(v.34) Se expone tres razones por la cuales nadie puede condenar al elegido de Dios:
o Cristo murió por nosotros.
o Vive y está sentado a la diestra de Dios, o sea en el lugar de autoridad o poder
o Él intercede por nosotros.
3. Rom.9:6,11,13 (6) “Ahora bien, no digamos que la Palabra de Dios ha fracasado. Lo que sucede es que no todos los que descienden de Israel son Israel”. (11) “Sin embargo, antes de que los mellizos nacieran, o hicieran algo bueno o malo, y para confirmar el propósito de la elección divina, (13) “Y así está escrito: “Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú.
El propósito de la palabra de Dios es claramente reconocido, porque no ha fracasado.
Pablo no niega la elección de todo Israel (como nación), pero afirma que dentro de Israel hay una separación: el Israel que cree y el Israel que no cree. La descendencia física no garantiza un lugar en la familia de Dios.
Dios escogió a Jacob basado en una soberanía; no para el cumplimiento de ninguna condición establecida con anterioridad (Este es el propósito de la elección divina)
Los vv 6-16. Se refiere a la elección personal (particular) y no a la nacional (mundo): no está representando a la nación de Israel (Jacob) como superior a la nación de Edom (Esau).
¿Cómo puede permanecer la promesa de Dios cuando mucho de lo que son parte de Israel (en el sentido colectivo del AT) son incrédulos y por lo tanto quedan fuera de la promesa?
V16. La elección de Dios es de ninguna manera controlada por el hombre. Pablo aclara que la base del rechazo de Israel fue su incredulidad (vv.30-32)
4. Ef.1:4-6 “Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó* para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado”.
La santidad es el resultado, no el fundamento, de la elección de Dios. Se refiere tanto a la santidad impartida al creyente por causa de Cristo, como a la santificación personal del creyente Cp. 1Co.1:2
o La palabra “santo” indica la posición de los corintios como personas que pertenecen a Dios igual los cristianos.
o Es muy significativo que Pablo los anime en su vida espiritual al recordarles que “ya han sido santificado” (6:11).
o La santificación es una meta realizable porque Dios ya nos ha cambiado el corazón (Ro.6:1-14; Ga.5:24-25)
5. Col.3:12-25
En la elección Dios no da pie al orgullo personal, sino que es un motivo de alabanza a Él y un incentivo para llevar una vida que le agrade (revístanse).
El nuevo ropaje que se deben poner los miembros del pueblo escogido de Dios está constituido por las cualidades de carácter que distinguieron a Cristo, comenzando con el “afecto entrañable”
6. 2Tes.2:13 “Nosotros, en cambio, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque desde el principio Dios los escogió* para ser salvos, mediante la obra santificadora del Espíritu y la fe que tienen en la verdad”.
1Ti.2:4 “pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad”.
La Biblia Indica que Dios escoge a algunos (no a todos) para salvarse (p.ej.1P 1:2) “según la previsión* de Dios el Padre, mediante la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser redimidos* por su sangre: Que abunden en ustedes la gracia y la paz”.
o Las tres personas de la Trinidad están involucrada en la redención de los elegidos.
o La obra santificadora del Espíritu a que se refiere aquí es la que aparta a la persona del pecado y la acerca a la santidad.
o Pedro dice que es “para” (o “hacia”) el acto de obedecer y ser redimido por la sangre de Cristo, es decir, que la santificación del Espíritu conduce a la fe que obedece y salva y a la purificación del pecado.
o La elección de Dios obra para llevar a cabo esto ser redimidos por su sangre.
Dios escoge a aquellos que Él, en su omnisciencia, sabía que iban a creer al ser confrontados con el evangelio y habilitados para creer.
1Tim.4:10 “En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen”.
Dios es el Salvador de todos porque ofrece salvación y salva a todos los que se allegan a Él. La afirmación habla de la universalidad del evangelio sin dar por eso pie al universalismo.