Los pensamientos de Dios para mi vida
Toda nuestra vida la basamos en nuestros razonamientos, y es que hasta existe un dicho popular que dice “Tu eres lo que piensas” . Nos dejamos llevar por la pretenciosa idea de que los seres humanos somos los únicos seres que tenemos la capacidad de razonar. Y que somos afortunados por ello ya que podemos gobernar nuestro pensamiento.
Sin embargo no nos percatamos de que en realidad es lo inverso lo que ocurre. Es decir que no vivimos gobernando nuestros pensamientos, sino que vivimos gobernados por ellos. Si por decir algo alguien nos ofrece un trabajo Nuevo, nuestro razonamiento comienza atrabajar y por medio de este analizamos todas las ventajas y desventajas de dicha situación y si según nuestros pensamientos no nos conviene, decidimos no tomarlo. Y hacemos el mismo procedimiento con las palabras de Dios por que permitimos que sean nuestros pensamientos quienes rijan nuestra vida. Y la verdad es que los pensamientos de Dios golpean y desafían, y casi siempre van en contra de nuestra Razón.
En más de una ocasión he sido testigo cuando Dios a través de sus profetas ha hablado palabras grandes a diversas personas, algunas las conozco a otras no, y después de algún tiempo veo a estas personas en la misma condición de antes o tal vez peor que la de antes. Mi pregunta es ¿ Qué pasó ? Yo sé que Dios no es un mentiroso y que si nada sucede es por que hay algo extraño en aquellos a quienes fue dada profecía.
Y les diré que sucede. La mayor parte de las profecías de Dios van en contra de toda lógica, es decir de todo razonamiento, o cualquiera de nuestros pensamientos. Por decir estamos orando por nuestras finanzas, por que nuestro dinero no nos es suficiente, pero a Dios se le ocurre que tenemos que dar nuestra ofrenda, nuestro diezmo y por si fuera poco alguien hace un llamado para tomar una ofrenda especial para algo (una misión, un hermano en necesidad, el pastor, alguna actividad, etc.). obviamente pensamos que Dios no nos oyó pero no es así, el esta pensando ya en una salida a nuestra situación y por eso pone en nuestro corazón que hagamos esto. Entonces esto quiere decir que entre nuestros pensamientos y los pensamientos de Dios hay alguna diferencia ¿No?, veamos entonces la palabra para ver que encontramos:
Isaías 55:8-9 Por que mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Este pasaje nos deja ver claramente que nuestros pensamientos no son los de Dios, que los pensamientos de Dios son más grandes, más sabios y llenos de verdad. Y sí estas son las características de los pensamientos de Dios, ¿Cómo son entonces nuestros pensamientos?, Vallamos a nuestra fuente de información verdadera: La Biblia.
Salmos 94:11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que son Vanidad.
Proverbios 15:26 Abominación son a Jehová los pensamientos del malo; más las expresiones del limpio son limpias.
Proverbios 23:7 por que cual es el pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe te dirá, pero su corazón no esta contigo. (Hipocresía) Proverbios 24:9 El pensamiento del necio es pecado, y abominación a los hombres el escarnecedor.
Jeremías 4:14 Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad?
Mateo 9:4 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos dijo, ¿Por que pensáis mal en vuestros corazones?
Mateo 15:29 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
En todos estos ejemplos podemos ver la naturaleza de nuestros pensamientos, son vanidad, abominación, hipocresía, maldad, falsedad, egoísmo y otras más que estoy seguro que conocemos bien la mayoría de nosotros. Podemos darnos cuenta y de hecho debemos darnos de cuenta que nuestros pensamientos corresponden a la descripción de nuestra naturaleza que el apóstol Pablo describe en el libro de Romanos 1:29-31 Pero además debemos observar que el Señor conoce la naturaleza de cada uno de nuestros pensamientos y que al igual que lo hizo con nuestra naturaleza la cual redimió por el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario; en el proceso, Dios ,si nosotros lo permitimos, implantará en nosotros sus pensamientos. Y es que solo el puede conocer mejor que nosotros que es lo que nos conviene.
Colosenses 2:9-15 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. y Colosenses 3:1-4 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Aquí se nos demuestra la Hermosa victoria de Cristo en la cruz, en la cual fue pagado el precio y anulado todo argumento que pudiese levantarse en contra de nosotros, dándonos así la libertad para elegir la opción que más nos convenga no por mérito propio si no por que en su misericordia nos dio una segunda oportunidad. Aun que para esto tenemos que conocer nuestra segunda opción ¿ Cuál es?, Aquí la tenemos:
Jehová Dios de los ejércitos tiene para nosotros los pensamientos que deben regir y gobernar nuestras mentes y nuestras vidas, por supuesto, si así lo deseamos. Jeremías 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Y esto es sólo para dejarnos saber que el no quiere condenarnos y para mostrarnos la naturaleza de los pensamientos que el quiere que adoptemos en nuestro corazón; aquí tenemos otro ejemplo:
Levítico 26:1-14 nos muestran la clase de cosas que están en el Corazón de Dios para cada uno de sus hijos.
No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios. Guardad mis días de reposo, y tened en reverencia mi santuario. Yo Jehová. Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto.
Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra. Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro país. Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a espada delante de vosotros. Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros. Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros. Comeréis lo añejo de mucho tiempo, y pondréis fuera lo añejo para guardar lo nuevo. Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará; y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido.
Descansemos! Que nuestro Dios a pesar de que parezca que sus planes son de loco, de alguien sin sentido de lógica, o sin visión, tiene para nosotros una vida muy distinta a la que nuestros pensamientos nos han traído. Y le voy a dar tres claves para que usted adopte esta forma de vida regida por los pensamientos de Dios y no los nuestros:
Reconocerlo como Dios y buscar su rostro.
Por que ¿qué sentido tiene reconocerle si no lo busco, si no leo la Biblia, si no doblo mis rodillas y me humillo delante de el, si no lo alabo con mi vida, mí trabajo mi matrimonio, mi familia, mis bienes?
2. Guardar sus mandamientos.
Por que ¿qué sentido tiene buscarlo y reconocerlo si no lo obedezco y con mi desobediencia lo deshonro?, ahora bien ¿cómo puedo obedecerlo? si no sé que es lo que ordena. Para saber que Dios nos manda es preciso y muy necesario sumergirnos en la palabra. Una idea para comenzar a leer de las ordenanzas de nuestro Dios, lea las epístolas del apóstol Pablo en el Nuevo testamento, Romanos, Gálatas, colosenses, filipenses, efesios, Timoteo y las demás. Aun que la ley se encuentra en Levítico y Deuteronomio.
3. Anunciar sus proezas, maravillas y llevar a otros las buenas nuevas de Salvación.
No solo de labios, sino que nuestra vida entera se vuelva un reflejo del inmensurable amor de nuestro Señor y Dios, de su misericordia que es nueva cada mañana, y que nos pase como a pedro que decían de él “ hasta camina como él” (refiriéndose a Jesús).
Cuando seamos capaces de hacer estas cosas él, Jehová , se encargará de transformar nuestras vidas: Deuteronomio 8:7-10 Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre. Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Así que hermanos hagamos nuestra selección, una vida gobernada por los pensamientos de Dios ó una vida en la que nuestros pensamientos nos mantienen esclavizados.