El cordero enmudecido
1. JOSÉ; UN SIERVO CALLADO, MUY CALLADO. Gen. 37:42:
Nos impresiona el relato hecho sobre la vida de José; y mucho podemos aprender de este personaje.
EN ÉL HABÍA UNA NATURALEZA DIFERENTE.( Gen. 37:3) (Túnica de colores).
En él se puede ver actitudes que corresponden a su muy propia naturaleza, distinto, diferente a la de sus hermanos. Reflejaba una fuerza ardiente, de profundo amor; y a medida que crece en la vida, su corazón se vuelve mucho más sensible; pero sabía que tenía que enfrentar un inevitable, intenso y doloroso vacío, al EXPERIMENTAR LA AUSENCIA FAMILIAR.
SUFRIÓ VIOLENCIA Y MALTRATO EN SU PERSONA.
En él se deja ver una característica muy interesante: Sus hermanos le maltrataron por ENVIDIA y nunca la Biblia dice que les reclamara. La mujer de POTIFAR lo acusó de violación, lo encerraron en la cárcel y nunca la Biblia dice que vociferó en su contra. El copero en la cárcel, le prometió interceder por él ante el Faraón y la Biblia dice que aquella promesa se olvidó, pero la Biblia nunca dice que cuando José estuvo fuera y fué el Señor de todo Egipto, tomó represalias contra el que decía ser su amigo, el copero.
JOSÉ DIO A CONOCER SU MÁS SUBLIME DEVOCIÓN.
José, a pesar de todo, fue un hombre ejemplar que permaneció callado mostrando, DISCRECIÓN, dominado no por las pasiones y los sentimientos de la carne, sino por la constante presencia de Dios en su vida. El ENMUDECIÓ, ante situaciones adversas que a usted y a mí nos hubieran sacado de nuestras casillas. Como entender que el Señor dijo “…Porque si en el árbol verde HACEN ESTAS COSAS, ¿EN EL SECO QUE NO SE HARA?. Luc. 23:31. El Señor nos previene diciendo que por él tenemos que soportar desprecios, difamaciones, desengaños, cárceles, despojos, enfermedades y odios familiares. Toma su cruz y síguele hasta el final.
2. EL CRISTIANO, UN APRENDIZ DE MANSEDUMBRE . Mateo 11:29 “Aprended de mí; dice el Señor”.
Cristiano significa: el que asimila y practica la doctrina de Cristo. Cristiano es, no solo el que siente una profunda devoción por Cristo, sino que vive y produce la suavidad, la dulzura, la imagen y la semejanza de Dios en su vida. Es aquel que no solo busca a Dios en oración por obligación, o por necesidad; sino por que en él encuentra delicia, confianza e intimidad. Entonces es así como comenzamos a crecer y a profundizar en los misterios de Dios y en la vida divina. Esta riqueza espiritual vendrá a ser en los tiempos de escasez, el alimento que nos inspire, nos fortalezca y nos abra el deseo de adorar en su Santo templo. Es el alimento, que nos ayuda a callar, cuando los necios se levantan en la congregación de los justos. Es el alimento que nos hace callar ante el furor de los insensatos… Jesús dijo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”, Mat. 11:29. Es de Cristo de quien tenemos que aprender la mansedumbre, la templanza, la bondad, el amor para con nuestros semejantes.
3. JESUCRISTO, UN CORDERO ENMUDECIDO.
“Angustiado él y afligido, no abrió su boca; como Cordero fue llevado al matadero; y como Oveja delante de sus trasquiladores, ENMUDECIÓ Y NO ABRIÓ SU BOCA”, Is.53:7 “HE AQUÍ EL CORDERO, DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO”, Juan 1:29.
El que ante la traición de Judas guardó silencio. El que ante Pilato guardó silencio. El que ante los soldados guardó silencio. ¿Cuál sería el motivo de su silencio?
¿ACASO EL SILENCIO LE AYUDABA A NO PERTURBAR SU INTIMIDAD CON DIOS?
– Las diferentes vivencias; como lo era verse en lo alto clavado en la cruz; o el ver a sus discípulos corriendo de un lado a otro asustados, o el ver a su madre viuda sin protección, ni sustento o al ver la incredulidad de su pueblo; era todo esto lo que le estaba perturbando en su interior. Con esto él nos estaba enseñando que el ser humano debe aprender a DESLIGARSE de todo aquello que nos produce ataduras con el mundo.
Mediante el enmudecimiento, Él consiguió silenciar el mundo exterior,(Es decir lo que estaba aconteciendo a su alrededor) y el mundo corporal,(Lo que él estaba padeciendo), y el mundo mental,(Donde se entrelazan emociones, proyectos, recuerdos y ansiedades).
También es que en la paz y en el silencio, él estaba preparándose para soportar por nosotros el sufrimiento de la lanza en su costado, las burlas de su pueblo y los clavos en sus manos.
¿Será que las excesivas tensiones corporales le estarían consumiendo las fuerzas espirituales, que en ese momento se requerían para poder soportar y llevar adelante el plan de salvación; para que toda la humanidad alcanzara redención, mediante la expiación por la sangre del Cordero de Dios?.
Por esta razón, Él permaneció en el más completo silencio. Silencio donde en su mente había un solo pensamiento: Salvar a la humanidad, Salvar a los pecadores y ahora es el momento.
Y finalmente el Señor dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu… y Consumado es….
Amigo; Hoy Te invito, para que tú aceptes el sacrificio, que Cristo hizo por ti en la Cruz, ahora, no mañana. acéptalo en tu corazón.