El escogido de Dios

El escogido de Dios


Jueces 6:11-40


Introducción


Anteriormente hemos hablado acerca de que el pueblo de Israel se había desviado de la ruta del Señor; por esa razón son entregados a Madián para ser oprimidos por 7 años y durante este tiempo la nación israelita se da cuenta de su pecado y busca arreglar su situación delante de Dios a través del clamor de arrepentimiento y recibe respuesta acerca de cómo Dios puede trabajar a nuestro favor y nosotros ser indiferentes. Sin embargo el Señor siempre toma la iniciativa una vez que ve el corazón del hombre arrepentido para restaurar. En este caso Dios busca nuevamente la libertad de su pueblo y lo hará a través de personajes que reúnan ciertas características y lo hace en circunstancias especiales. Observemos en este pasaje a Gedeón, uno de los jueces más conocidos y la manera en la que el Señor le escogió para ser conducir a la libertad a los israelitas del yugo madianita.


I. Los escogidos de Dios son personas ocupadas (v. 11) “Entonces vino el ángel de Jehová…Gedeón… estaba sacudiendo trigo en el lagar…”


Israel se encontraba oprimido a causa de su desobediencia a Dios. Sin embargo nuevamente toma la iniciativa de liberar al pueblo rebelde y todo por amor a Su nombre (Isaías 48:9). Gedeón hijo de Joás se encontraba sacudiendo el trigo a causa de las invasiones madianitas; cuando el ángel de Jehová (quién indistintamente pasa a ser Jehová en toda la narración) se acerca a él para encargarle una misión. Sin embargo la primera expresión de Gedeón es de reclamo por la ausencia del Señor durante tanto tiempo y además en condiciones adversas. Pero lo que deseo remarcar aquí es que cuando Dios observó en medio del pueblo de Israel buscando a alguien que tuviera un corazón perfecto para con él y mostrar así Su poder (2ª Cr. 16: 9) En medio de su búsqueda halla a Gedeón quién a propias palabras del Señor lo define como: esforzado y valiente. Sin embargo no son solo estas dos cualidades las que hacen de Gedeón el individuo perfecto para que Dios liberé a su pueblo y manifiesta así su poder a todas las naciones. Gedeón al igual que los demás israelitas había sido echados fuera de sus casas y habían sido robados. La vida tenía que continuar y ocuparse de sacar adelante a la familia era algo impostergable y en eso se ocupaba Gedeón, sacudiendo un poco de trigo para comer. Al observar un panorama de la Biblia encontramos que los hombres y mujeres llamados por Dios para realizar sus planes, estaban ocupados en actividades importantes, es decir no se encontraban desocupados, o flojeando, sino ocupados viviendo sus vidas realizando labores cotidianas. Ninguno de ellos parecía tener el tiempo para hacer algo para Dios, pero el llamado del Señor fue más fuerte de aquello en lo que estaban ocupando sus vidas. Ninguna persona que diga conocer al señor puede pretextar no servir a Dios a causa de alguna actividad, pues los servidores de Dios no encuentran mayor significación a sus vidas que darla a los asuntos del su Señor.


II. Los escogidos de Dios son personas con energía (v. 14) “…ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel…”


El señor nos invita a actuar y no solo a ser pasivos en los eventos que él esta desarrollando. Gedeón fue invitado por Dios a conocerlo liberando al pueblo de Israel: Para eso Dios haría lo que al Él correspondería; pero también las cualidades de fuerza y energía de Gedeón eran importantes. Un siervo de Dios sin fuerza y energía es como un pianista sin manos, un corredor sin pies, un orador sin voz; pues la fuerza y la energía son herramientas que se necesitan para lavar acabo la misión de Dios. Napoleón dijo: que debía su éxito a la juventud, la salud y la habilidad de soportar el desgaste físico sin límites. Florence Nightingale se mantenía en pie durante 20 horas seguidas, distribuyendo habitaciones, provisiones, dirigiendo el trabajo o asistiendo a las operaciones. Juan Wesley, viajó el equivalente a diez vueltas alrededor del mundo pasando por el ecuador y predico hasta 15 veces a la semana durante 50 años. Leía libros mientras viajaba y cuando pasaba de los 80 años de edad se quejaba de no poder trabajar más que 15 horas al día. Las fuerzas de Gedeón eran determinantes, era el entusiasmo que él pusiera en la misión haría mucho para que el éxito fuera realidad. La fuerza y la energía es el esfuerzo vigoroso dl poder y la capacidad de actuar o ser activo. En las tareas del Señor no debe haber lugar a la inercia; la pasividad y solo observar el mover de Dios. ÉL no bendecirá la flojera de nadie. No hay que esperar a tener un puesto para servir a Dios. Para conseguir las metas del Señor debemos participar con nuestra fuerza y energía que es la parte de nos toca dar en esta misión importante.


III. Los escogidos de Dios son personas que dan pasos seguros (v. 17, 36,39) “…me des señal de que ha hablado conmigo…probaré ahora otra vez…”


Estos aspectos de la historia de Gedeón se han utilizado para hacerle ver como un hombre falto de fe (pero quién no lo es en momentos así) Pero si reflexionamos un poco más sobre los aspectos de las pruebas de Gedeón hacía Dios observaremos aspectos cosas interesantes. Gedeón estaba seguro de con quién hablaba, pues se refiere al mensajero que a la vez es Dios mismo como “Señor, mío” Gedeón sabía perfectamente que un mensajero de Dios de Israel mismo hablaba con él y que luego descubrió que el mismo Dios le llamaba. Entonces Gedeón no dudaba de que Dios le hablaba a él. Luego, Gedeón entendió la misión que le era encargada pues “ ¿con qué salvaré yo a Israel?”; luego entonces Gedeón no dudaba de que una misión celestial le era encomendada, pues entendía de que se trataba. Pero ¿cómo interpretaríamos las pruebas que Gedeón pide a Dios? Gedeón pide a Dios pruebas confirmatorias de que si era él la persona y de que Dios mismo lo llamaba a él; y no a otra persona. Muchas veces podemos soñar con protagonizar eventos relevantes e importantes en la vida. En el andar cristiano más veces puede ocurrir esto, y antes de emprender cualquier cosa debemos estar completamente seguros de que Dios quiere incluirnos en ese aspecto determinado. No a todos nos debe tocar ser el escogido principal de algo que Dios quería hacer, pero todos si podemos participar en mayor o menor medida y también es relevante.


IV. Los escogidos de Dios son personas confiables y valientes (v. 25-27) “…y derriba el altar de Baal que tiene tu padre… entonces Gedeón hizo como Jehová le dijo…”


Martín Luther King dijo: “La medida suprema de un ser humano no es dónde se encuentra en momentos de comodidad y conveniencia sino donde se encuentra en momentos d reto y polémica. Gedeón se encontraba en un momento importante de su vida. Ahora Dios prueba la fidelidad de Gedeón al enviarlo derribar el altar a Baal y la imagen de Asera (dioses paganos); el Señor prueba a ver si este hombres es capaz de hacer algo que social y religiosamente hablando diría mucho acerca de la fidelidad al Dios de Israel. Gedeón lo hace junto con 10 de sus hombres. Pero además es importante acotar que este altar es del padre de Gedeón, Joás, entonces además de la fidelidad se debe observar el valor de un hombre en momentos reto y polémica, pues las consecuencias podrían ser desastrosas familiarmente hablando. Sin embargo su familia se ve liberada del yugo pagado de Baal y observar que no es más que un invento de hombres. Pero el pueblo si se levanta contra Gedeón y lo que ha hecho y para eso se requiere valor para hacer las cosas que Dios nos pide y afrontar las consecuencias de estas. Familias nuestras deben ser liberadas de la idolatría en la que se han sumergido y se requiere valor para derribar los altares paganos que ocupan el lugar del culto al Dios verdadero: Jesucristo; demostrando así también fidelidad y confianza para hacer las cosas que Dios nos demande.


Desafío


Dios desea restaurar al pueblo, liberándolo de la opresión en la que voluntariamente cae por su desobediencia. Para eso el Señor llama hombres y mujeres que sin importar lo que estén haciendo se enrolen en su misión. Pero además deben poner mucho entusiasmo en ello, utilizando sus fuerzas para cumplir con la tarea. Además se debe estar seguro de que papel jugamos en la realización del plan de Dios y por último debemos ser fieles y valientes en que nuestro si sea si y el no sea no, siendo capaces de derribar cualquier altar que se levante contra el Señor.