Vales más que el oro

Vales más que el oro


Has tu voluntad en mi vida
dame forma, moldéame
quita, agrega, derrama, modifica, moldea, moldéame y santifícame

Yo soy tu creación, soy tu obra
me has amado desde antes de nacer,
yo quiero poder ser digna de ti
para alabarte, para adorarte
me creaste y yo siempre te seguiré

Señor Tu eres ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
dame de tu santidad, dame de tu amor
lléname y cámbiame

¡Oh! Señor, Tu eres el Alfarero Divino que con tus manos me formaste, frotándome, moldeándome, puliéndome, perfeccionándome

¡Oh! Señor, Tu eres el arquitecto de mi vida, el constructor de vidas, has puesto en mí, Espíritu de vencedor, soy tu hija y me has dado tu Nombre y me has dado de tu Santo Espíritu. Soy imagen y semejanza tuya, soy tu simiente, soy tu heredera

¡Oh! Señor, Tu eres el forjador, el sanador, el fortalecedor, el ayudador.
Tu eres mi Señor, eres mi Dios.


MUJER VIRTUOSA, QUIEN LA HALLARA. PORQUE SU ESTIMA SOBREPASA LARGAMENTE A LA DE LAS PIEDRAS PRECIOSAS. Proverbios 31:10

TEMAS: VALE MAS QUE EL ORO

El valor que una mujer tiene es incalculable porque no depende de cosas materiales, sino de Dios.

REFLEXIÓN-MOLDEA (leer como parte de introducción)

Cuando hablamos de valor, casi siempre pensamos en dinero. Pero existen otros valores que son más importantes que el dinero. El saber que fuiste creada a imagen y semejanza de Dios y que Dios te creó con un propósito específico y por eso te dio una identidad y personalidad propia, te da motivo para valorizar tu vida.

¿Qué son valores?

Son principios y convicciones.
Los valores que tiene una persona van a determinar su comportamiento, pues puede conocer la diferencia entre lo bueno y lo malo y tomar dediciones basado en su conocimiento.

¿Mujer, sabe usted lo valiosa que eres en las manos de Dios?

¿Te has puesto a pensar porqué Dios te creó de la Costilla del varón?

¿Porqué Dios te hizo como eres?

¿Con qué propósito Dios te hizo?

¿Quién puso cada parte del cuerpo en su lugar?

Quien te formo de tal manera que puedes cargar a una criatura en tu vientre por 9 meses y luego dar a luz a una hermosa criatura?

Algunas dirán, NO ME HE PUESTO A PENSAR ESO

Otras dirán: FÍJATE, LO HE PENSADO PERO, BIEN POCO.

En el Salmo 139:13-16 David dijo:

PORQUE TU FORMASTE MIS ENTRAÑAS TU ME HICISTE EN EL VIENTRE DE MI MADRE Y EN TU LIBRO ESTABAN ESCRITAS TODAS AQUELLAS COSAS QUE FUERON LUEGO FORMADAS, SIN FALTAR UNA DE ELLAS.

Ahora yo te digo mujer de Dios que es tiempo de que pienses y confieses lo que dijo el Salmista en el Salmo 138:8: Jehová cumplirá su propósito en mí. El Apóstol Pablo nos dice en Romanos 12:2 que Dios tiene para nosotras una voluntad Buena, agradable y perfecta.

Sí amada hermana, Dios tiene un propósito contigo, conmigo y con cada mujer Samaritana. Tenemos que discernir esa voluntad Buena, agradable y perfecta que Dios tiene para nosotras. Este es el tiempo, este es el año para que Dios cumpla ese propósito con nosotras, en nuestras Iglesias, en nuestra Misión Samaria y en donde quiera que el Señor nos lleve a trabajar en su obra.

La Palabra de Dios nos habla de muchas mujeres que Dios usó poderosamente para cumplir con su propósito santo.

Algunas son muy conocidas otras solamente se les menciona su nombre.

Marcos 15:40-41 También habían, algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé, quienes, cuando El (Jesús) estaba en Galilea, le servían y le seguían y otras muchas que habían subido con El a Jerusalén.

Hechos 16:14 Habla acerca de una mujer llamada Lydia que escuchando un mensaje de Pablo, Dios le abrió su corazón para que estuviese atenta.

Hechos 17:34 Mas algunos creyeron, juntadote con él, entre los cuales estaba Dionisio el a-re-o-pa-gi-ta, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.

Hechos 18:26 Nos habla de Prisila y su esposo Aquila quienes enseñaron correctamente el Evangelio al Predicador Apolos.

Aunque no se mencionan mucho estas mujeres ni se conocen sus obras a favor de Cristo esto nos enseña que ante los ojos de Dios ellas eran importantes.

Quizás, Dama, no se mencione mucho su nombre en lugares y momentos importantes.

O quizás ante su nombre no halla un título como exhortadora, capellán, misionera, pastora, ministro etc., pero ante los ojos de Dios ya usted tiene un título, el de ser una mujer de valor, una mujer de Dios, una hija de Dios, y lo mas importante es que Dios te conoce por tu nombre.

Cuando nosotras nos valorizamos, nos sentimos con una autoestima alta y esto es bien importante.

Cuando tenemos una autoestima alta podemos realizar cualquier labor que Dios nos encomiende y cumplir con fidelidad y excelencia con el ministerio al cual El nos he llamado.

Y aunque digan lo opuesto de usted, lo que cuenta es lo que Dios piense de usted y lo que usted piensa de usted misma.

Proverbios 31:10 lo confirma:

Mujer Virtuosa, Quien la hallara? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

Somos comparadas con las piedras preciosas; ORO, RUBÍ, PERLA Y DIAMANTE.

PERO ¿SABES QUE? Nuestro valor es más que el valor de estas piedras hermosas ante los ojos de Dios.

Cuando andamos y obedecemos a Dios y su palabra no tenemos que depender de las cosas materiales, sino de Dios.

La Biblia nos habla acerca de varias mujeres que supieron valorarse.

Que cuando le llegó el momento, supieron darse el valor como mujer.

La palabra me dice que reinaba un rey en Susa capital del reino.

Este rey hizo un banquete para todos sus príncipes y cortesanos. Y ante él estaban los más poderosos de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias.

El deseaba mostrar las riquezas de su reino y su poder.

Después de 180 días de fiesta, hizo otro banquete por 7 días en el patio del palacio a todo el pueblo. (Este era el rey Asuero.)

Al mismo tiempo la reina Vasti hizo banquete para las mujeres.

Al 7mo día el Rey, mandó a sus 7 eunucos a traerle a su reina Vasti con su corona regia, para mostrar a los pueblos y príncipes su belleza. Quería que todos los ojos de aquellos hombres embriagados codiciaran a su mujer presentándola como si fuera un objeto sin sentimientos y emociones.

Pero la reina Vasti rehusó la invitación y desobedeció el mandato del Rey.

La reina Vasti sabia que su esposo estaba borracho y que su propósito era exhibirla como si fuera un trofeo.

Ella supo valorarse como mujer. Aunque significaba perder su corona pero no perdió su valor como Mujer.

La reina Vasti estaba segura de su valor.

Prefirió perder comodidades, fama, riquezas, status social y político.

Pero no perdió el respeto por sí misma; no perdió su dignidad; no sucumbió ante pasiones bajas; mantuvo su pudor en alto y su honra como mujer.

La reina Vasti no era Judía pero como mujer tenia principios y valores, cualidades de una mujer virtuosa.

Hoy en día vemos en la televisión, revistas, periódicos y en letreros como las mujeres son explotadas enseñando su cuerpo para vender algún producto como un automóvil, cigarrillo, licor etc.

Mujeres que no se valorizan y que por dinero pierden su dignidad.

Nosotras las mujeres de Dios tenemos que continuar alumbrando en medio de las tinieblas.

Nosotras podemos decir lo que dijo Pablo en 2 Corintios 4:7 “Pero tenemos este tesoro en vaso de barro para que la excelencia sea de Dios y no de nosotras.”

La gracia de Dios, el Espíritu Santo que mora en nosotras es lo que nos da valor ante los ojos de Dios.

Podemos ver en el A.T. y en el N.T. como Dios usó diferente mujeres con poder en momento especiales, en situaciones de conflictos, en circunstancias de crisis,

Mujeres como María hermana de Moisés y Aarón que después de de la victoria contra el faraón y sus jinetes condujo al pueblo a la adoración cantando un cántico de victoria alabando y glorificando a Jehová con panderos.

Podríamos mencionar a Débora la profetiza. Esta mujer estaba llena del Espíritu de Dios y ejercía el puesto de jueza e iba al frente del pueblo de Israel en la batalla y Dios le daba la victoria.

Podemos aprender de Ana mujer que nos enseña a orar con el corazón y no solo con la boca. Ana mujer de compromiso, pago su voto a Dios, consagro a su hijo Samuel en los caminos del Señor y por eso Samuel llego a ser un gran profeta de Dios.

Podemos hablar de Dorcas o Tabita mujer humilde, costurera de profesión y como lo que sabia era coser, lo hacia con gozo y con amor y usaba su talento para ayudar a los menos afortunados. Por eso Dios la resucito para que siguiera haciendo buenas obras para la Iglesia.

Y finalmente, encontramos a Loida y a Eunice abuela y madre del joven Timoteo que supieron enseñarle principios y valores y le implantaron en su Corazón una fe en Dios genuina, mediante sus vidas ejemplares. Llegando a ser Timoteo un excelente Ministro y Pastor de la Iglesia de Cristo.

Amada Dama y mujer Samaritana yo no sé cual sea tu talento, de qué dotes y capacidades Dios te ha llenado, pero tu debes saberlo y más que eso tienes que usar esos talentos y capacidades para la obra de Dios.

En este año 2007 es el tiempo de poner mano a la obra, es el tiempo de la conquista, es el tiempo de la cosecha, es el tiempo de ensanchar las estacas, es el tiempo de perseverar con firmeza en la doctrina de la palabra de Dios y con nuestra doctrina samaritana es tiempo de decir como Pablo: Por que no me avergüenzo del evangelio por que es poder de Dios, Aleluya.

Mujer de Dios cuídate, cuidémonos, mantengamos nuestra santidad ante Dios aunque el mundo nos critique y se burle de nosotras. Es mejor obedecer y agradar a Dios que a los hombres. Porque el mundo y sus deseos pasan, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

En este tiempo en que vivimos no podemos contaminarnos con los placeres y deleites del mundo.

Y es por eso que le decimos:

No a los ornamentos excesivos. No a la vestimenta mundanas y provocativas. No a la pintura, uñas y pelucas postizas. No a los recortes sin justificación médica y a toda cosa que contaminan el cuerpo y el alma.

Como mujer y sierva de Dios tenemos que valorizar lo que Dios ha hecho en nosotras.

Somos templo y morada del Espíritu de Dios y para que Dios siga morando dentro de nosotras tenemos que valorizarnos nosotras misma y amar a Dios sobre todas las cosas.

Nunca te olvides que no importa cuanto tengas o dejes de tener, que sean muchos o pocos tus talentos, que seas conocida o no.

Para Dios tu y yo somos de gran valor.

Dios te Bendiga.