Cisternas rotas
Lectura bíblica: Jeremías 2:13
¿Que es una cisterna? Según el diccionario es un “Depósito donde se guarda el agua de lluvia”. El agua de lluvia implica muchas cosas como que viene del cielo, implica que al desprenderse de la nube, esta totalmente limpia y es más sana que cualquier agua en la tierra incluso que el agua mineral que desciende de los manantiales de las montañas. En la Biblia se habla de la lluvia como una bendición que Dios hace caer sobre justos e injustos, y siempre que se habla de lluvia, se esta refiriendo a bendición de Dios.
Presentación
Jeremías es el profeta de cuya vida e intimidad más se conoce. Nació en Anatot, y era hijo del sacerdote Hilcías (cp. 1 Reyes 2:26). Su llamado, a temprana edad, conformó en él una profunda vocación en la que el anuncio del juicio siempre prevaleció sobre el consuelo.
Con él, la conciencia profética alcanzó su nivel más alto, y se expresó como un constante estar “en la presencia de Dios”. En un temperamento profundamente emotivo como el suyo, y en las condiciones trágicas de su pueblo, la comunión con Dios es una lucha. Jeremías es tierno y sensible por naturaleza, pero su vocación profética lo obliga a una constante denuncia de la desobediencia, idolatría y rebeldía de su pueblo.
Israel ha pasado las buenas épocas donde habían tenido buenos reyes, ahora estaba en decadencia moral, política y espiritual. Joacim murió cuando Nabucodonosor estaba a las puertas de Jerusalén, listo para castigar su insurrección. Su hijo Joaquín solo reinó tres meses y tuvo que rendirse. Fue llevado cautivo a Babilonia con la mayoría de la aristocracia, el ejército y la artesanía. El templo fue arrasado y, según Jeremías lo había profetizado, llegó a su fin aquella dinastía.
El pueblo de Israel constantemente lo vemos alejarse de la voluntad de Dios, es difícil entender como en el éxodo de Egipto, después de ver grandes milagros como el agua que sale de la peña de Horeb, como la nube que los cubre de día y el fuego de noche, aun así se hayan hecho un becerro de oro para adorarlo, después de ver la misma presencia de Dios sobre el monte Sinaí.
Después del reinado de Saúl, que no fue tan malo, es decir su administración no fue mala, pero si su vida espiritual, el pueblo de Israel empezó a prosperar tremendamente; con David el pueblo creció en territorio y numero 10 veces mas de lo que era cuando David comenzó a reinar. De ahí en adelante los reyes trabajaron sobre lo que David había edificado, por eso se dice que David ha sido el mejor rey de Israel, el pueblo hebreo sabia que eran hijos de Dios, y que prosperaban porque Dios estaba con ellos, pero esto, en lugar de hacerlos humildes y reconocer que Jehová es Dios como dice el Salmo 100, se sintieron superiores a otros pueblos y convirtieron una verdadera comunión con Dios en una religión vacía con dos extremos; el primero lo conformaban hombres religiosos que hacían de los mandamientos de Dios, oportunidades para gloriarse ellos mismos, y el segundo extremo, hombres que espiritualizaban todo hasta el grado de darle mas importancia a sus ideas místicas que a la misericordia, al amor y al sentido común.
De ahí viene la frase: “Cisternas rotas”, analizando esta frase, ¿que será lo que nos quiere enseñar?. Cavar cisternas rotas, es hacer para uno mismo actividades que te aseguren mentalmente de cualquier situación problemática, por ejemplo una cisterna rota seria estudiar mucho porque sentimos que al estudiar estaremos más preparados para ser alguien a quien le puedan encomendar una tarea que le recompense bien en todos los aspectos. Tratar de conseguir un buen empleo para ganar bien y así sentirnos seguros de tener un ingreso alto con el cual podamos comprar una casa, un carro, alimentación y atención medica en caso de que la necesitemos. También involucrase en actividades religiosas pensando en que de esa forma vamos a agradar a Dios. En fin, cavamos tantas cisternas rotas que cuando conseguimos un buen empleo y tenemos gastos médicos mayores, nos damos cuenta que aunque tengamos acceso a los más altos centros médicos, no quiere decir que no nos vayamos a enfermar y con ello poder perder la vida. El estudio, el reconocimiento, el dinero y la espiritualidad se convierten en cisternas rotas, cuando las ponemos en primer lugar. Cuando confiamos mas en nuestras casas, carros o títulos que en el Señor Jesucristo.
Obviamente no es malo estudiar o trabajar, o ahorrar dinero para vivir mejor, de hecho la iglesia metodista desde sus inicios ha predicado la libertad espiritual a través de la sangre de Cristo, pero también la dignificación humana a través de la prosperidad moral y económica que es el resultado de vivir una vida ordena y disciplinada, bajo la dirección de Dios. El problema como lo plantea el Apóstol Pablo no es el dinero, sino el amor al dinero. (1 Timoteo 6:7-10) En una ocasión le preguntaron a Juan Wesley, que como debería ser la vida de los cristianos, y el contesto: “El cristiano debe vivir la vida espiritual, como si Cristo fuera a venir hoy y su social, como si nunca fuera a venir”. Es decir, ¿como reaccionaríamos si supiéramos que Cristo viene hoy por nosotros?
Pero aun y cuando cavemos esas cisternas rotas, siempre Dios manda un Jeremías que nos recuerda cual es el camino a la vida eterna, y cual es la voluntad de Dios santa y perfecta que el tiene para nosotros. El problema más grande que alguien puede tener no es cavar una cisterna y que este rota; porque al fin de cuentas todos en alguna ocasión hemos cavado estas cisternas y Dios nos ha enseñado que están vacías. Pero el verdadero problema es cuando la gente se aleja de Dios, fuente de agua viva.
Una persona sin Dios, es una persona muerta. Cuantos hermanos conocemos que se han alejado de Dios, o cuantos familiares tenemos que no conocen a Jesús; conocer a Jesús no es simplemente saber que existe o estudiar la Biblia, o haber hecho alguna vez una oración aparentemente para recibirlo, en el corazón; conocer y recibir a Jesús es vivir una vida cristiana con frutos dignos de arrepentimiento. Es tomar compromisos en una congregación y trabajar para el Señor; es reconocerlo y alejarse de toda especie del mal como la idolatría. Tristemente en estos días me he topado con mucha gente que dice ser cristiana pero no dejan de decir que son católicos romanos y aun conservan algunas de sus imágenes y hasta toman la eucaristía y se persigan, y creen que están bien delante de Dios, pero esto es abominación a Jehová.
Si en verdad hemos recibido la salvación de parte de Dios, alejémonos de todo mal y del pecado que nos asedia. Como dice Efesios 4:20-24. “Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por el enseñados, conforme a la verdad que esta en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de nuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
Culminación
Leamos Salmo 20:6-8 “Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; lo oirá desde sus santos cielos, con la potencia salvadora de su diestra. Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos levantamos y estamos en pie”.
¿Quien es tu sustentador y tu protector? ¿Quién es tu sombra a tu mano derecha? ¿Quién es tu refugio eterno? ¿Quién es tu amigo fiel? ¿Quién es tu redentor?
Si ese es Jesús entonces el te dice en Juan 14:6 “Jesús les dijo: Yo soy el camino y la verdad y la vida, y nadie viene al Padre sino es por mi”