¡A ver de qué cuero salen más correas!

¡A ver de qué cuero salen más correas!


Hermanos en Cristo, ustedes deben sentirse muy felices cuando pasen por toda clase de dificultades. Así, cuando su confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades.Santiago 1:2-3 (BLS).


 “… también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza…Romanos 5:3-4 (RV 60´).


INTRODUCCIÓN


Cuando entendemos que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros (que cuando lo descubrimos a menudo somos “cabezas duras”), Dios usa en nosotros el proceso de la maduración, y con este proceso, las tribulaciones. Así pasó con muchos personajes de la Biblia: Moisés, Daniel, Job, David, Pedro, Pablo y muchos otros. José pertenece a ese grupo. Cuando se enfrenta la adversidad, la gente se vuelve amargada o mejora. Aunque tuvo muchas oportunidades de lo primero, José prefirió lo segundo. En medio de la lucha, él se volvió a Dios y consideró a las personas que lo perjudicaron como instrumentos de la soberanía de Dios. Pero, ¿por qué fueron los problemas una parte tan importante en la vida de José? Hoy podemos aprender (de Génesis 45) que cuando las personas reaccionan positivamente ante las tribulaciones, resultan muchas cosas interesantes. Porque a través de las tribulaciones…


I. Se Glorifica a Dios, vv. 1-5


En su estancia en Egipto, José no se deprimió, no se rebeló ni maldijo a Dios por sus tribulaciones. Y ahora, en la mismísima presencia de sus hermanos, quienes lo habían vendido, José da el crédito a Dios de sus victorias. Él reconoce ante sus hermanos que las tribulaciones por las que había pasado no eran lo más importante, sino dar la gloria a Dios. Vale la pena aclarar que hoy existen muchos hijos de Dios que sucumben antes las adversidades, sin embargo, espera que reconozcamos que toda nuestra vida está bajo su control y que ningún cabello de nuestra cabeza se cae si no es su voluntad. Si aprendemos de José, a partir de hoy dejaremos de quejarnos por las dificultades que pasamos y antes de caer en la hecatombe del lamento, nos levantaremos con fuerza, glorificando a Dios y reconociendo que Él las permite a fin de madurar nuestro carácter.


II. Se Reciben Oportunidades, vv. 5, 7, 8b, 9, 13


¿Qué podría ser peor, que ser vendido y llevado a la fuerza como esclavo a otro país? Aunque esa experiencia fue mala para José, esta fue la clave para todas las oportunidades de éxito que tuvo en Egipto. Sin la tribulación de la esclavitud, José nunca hubiera experimentado el triunfo del liderazgo en una nación tan poderosa.


José reconoce en sus palabras las oportunidades sensacionales que tuvo en Egipto: salvar vidas (v.5), salvarles la vida de manera extraordinaria (v. 7), asesor y administrador de la casa del faraón, y gobernador de todo Egipto (vv. 8, 9) y prestigio (v.13). La visión de José en cuanto a las tribulaciones era extraordinaria. Si nosotros pudiéramos hacer una comparación de nuestra vida con la de José, ¿de qué cuero saldrían más correas?. A menudo pensamos que no merecemos que nos sucedan cosas malas. Sin embargo, todas las prueba por la que estemos pasando, por muy difíciles que sean, siempre serán oportunidades de Dios para que seamos cada vez mejor. Así que enfrentar las dificultades con la visión de José nos haría muchos bien, ya que veríamos en ellas múltiples oportunidades de Dios para ser y estar mejor.


III. Se Desarrolla la Integridad, vv. 4, 5a


La integridad se da en una persona cuando lo que dice coincide con lo que hace y en José se ve integridad. Él tuvo la oportunidad ahora de vengarse de sus hermanos, sin embargo no lo hizo. En otra ocasión tuvo la oportunidad de tener placer con la esposa de Potifar, sin embargo, se negó, aún cuando significó ir a prisión. Podemos decir que el Señor es nuestro escudo y el que levanta nuestra cabeza o que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece, pero cuando nos dejamos llevar por las emociones y la fuerza de las circunstancias que nos arrastran a malas actitudes, pensamientos o palabras, somos de lo más incongruente que pueda haber sobre la tierra. Y es que sólo en las pruebas la gente descubre la naturaleza y profundidad de su integridad. Por eso es que las personas podemos decir lo que sea de qué tan íntegros somos, pero cuando estamos bajo presión, es cuando descubrimos el nivel de integridad en nuestra vida.


CONCLUSIÓN


El crecimiento espiritual de José a través de las dificultades era evidente. Se necesitó más de una década, pero José aprendió a valorar a la gente difícil, a vivir en situaciones desventajosas y a considerarlas como instrumentos divinos para su desarrollo (ver v. 8a). Con esto, fue fiel a Dios y adquirió la sabiduría y experiencia necesaria para lo que estaba por delante. Para terminar este mensaje, las preguntas son obligadas: ¿Tienes el hábito de aprender de las tribulaciones en tu vida? ¿Glorificas a Dios en la manera en la que haces frente a la adversidad? ¿Aprovechas las oportunidades que te brindan las pruebas para ser mejor persona y desarrollar tu integridad como hijo de Dios?


Si en José se necesitó más de una década para que concluyera que las tribulaciones eran instrumentos divinos para el desarrollo de su carácter ¿qué tiempo crees que se necesita en ti? ¿Prefieres ser un “cabeza dura” o someterte al proceso de maduración y de pruebas con el que Dios quiere desarrollar tu carácter? ¿De qué cuero salen más correas? ¿Del tuyo o del de José?