Santificarás mi nombre

Santificarás mi nombre


Éxodo 20:7


Introducción

1. Al comenzar esta serie, dijimos que algunos dicen que los “Diez Mandamientos” fueron dados a los judíos, como nación y que no los podemos considerar como aplicables para nuestros días porque Dios trata al hombre de nuestros días dentro de un período de gracia y no de juicio. Pero tales personas se olvidan de que los Diez Mandamientos nos enseñan principios espirituales en los que debemos de andar.

2. Si el primer mandamiento se ocupó del objeto de nuestro culto, y el segundo la manera de nuestro culto, entonces el tercer mandamiento se ocupa de nuestro culto verbal a Dios. El evangelio no es un mensaje que nos trae la salvación con licencia para pecar. El evangelio nos trae un mensaje de libertad dentro de la ley de Dios.

3. Cuando un piloto de avión sale con su aparato, él tiene toda la libertad de volar dentro de las indicaciones que las torres de control le informan. Podemos decir que, un piloto toma su aeroplano para dirigirse en plano horizontal, pero tiene la libertad de desplazarse unos metros a la derecha o unos metros a la izquierda, o hacia arriba o hacia abajo, sin molestar a otro aeroplano que esté volando en la misma dirección o en contra.

4. Se dice que el avión tiene un callejón, por donde el piloto lo dirige para cubrir la distancia entre el punto A y el punto B. El avión es libre para desplazarse ¿verdad? pero debe de hacerlo dentro de los límites de navegación que las torres de control le indican. De la misma manera, podemos decir que el evangelio nos ha hecho libres, dentro de la ley de Dios. O. T. Miremos hoy lo que la Palabra de Dios quiere decirnos para santificar el nombre del Señor.

I. El significado del mandamiento

1. Qué es lo que Dios quiere que aprendamos en este tercer mandamiento: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano”.

2. Este tercer mandamiento debe ser tomado conjuntamente con la oración del Padre Nuestro Mateo 6:9 “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre” Este exhortación agrega una dimensión positiva a la forma negativa que asume este mandamiento en el AT.

3. El nombre de Dios representa la naturaleza de Dios. El consecuencia, deshonrar el nombre de Dios es deshonrar a Dios, y santificar su nombre es honrarlo. Como los diversos nombres de Dios representan sus muchos atributos, todos digamos de alabanza, estamos santificando su nombre cuando honramos algún aspecto de su carácter.

4. Para determinar el significado de este mandamiento primero debemos entender el significado de dos cosas: Primero, el concepto del “nombre del Señor,” y en segundo lugar, el significado del término “vano.”

5. ¿Qué entonces está involucrado en el ‘nombre’ de Dios? Su nombre incluye: (Salmo 20:1) su naturaleza, su persona; su enseñanza y sus doctrinas; Juan 17:6, 26, y sus instrucciones éticas y sus principios morales (Miq. 4:5).

6. Los ‘propósitos vanos’ o ‘vacíos’ por los cuales el nombre de Dios puede ser puesto son: (1) usar su nombre para confirmar algo que es falso, (2) al usar su nombre en pláticas sin sentido, (3) usar su nombre al expresar sorpresa, y (4) usar su nombre sin ningún sentido, sin propósito. No podemos ni debemos de olvidar lo que dice la Escritura en Proverbios 18:20 “Torre inexpugnable es el nombre del SEÑOR; a ella corren los justos y se ponen a salvo.”

7. En el judaísmo mencionar el nombre para cualquier uso era considerado como un acto de descuidado o irreverente al nombre del Señor (YHWH.) Era tal su respeto por el nombre, que el sumo sacerdote solo lo pronunciaba una sola vez al año, al dar la bendición en el gran día de expiación. Y los copistas al estar copiando el manuscrito al llegar al nombre del Señor, cambiaban la herramienta para escribir, pues habían escrito el nombre santo del Señor.

8. Fijémonos que la palabra Jehová, figura en este mandamiento y Dios quiere que aprendamos una lección importante. No podemos usar el nombre de Dios para cosas baratas diríamos en lengua común. Este mandamiento nos enseña que el nombre de Dios es importante “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano…”

9. ¿Por qué es importante? Simplemente porque en la Biblia los nombres dados a Dios representan el carácter de su persona. En el Salmo 23 por ejemplo, notamos que la palabra Jehová es usada, dice así el Salmo 23: “Jehová es mi pastor…” Jehová Rohi, es la palabra hebrea y significa nuestro guía, Jehová nuestro guía. No tomarás el nombre de Jehová nuestro Dios en vano, porque El es nuestro guía.

10. La razón por la cual Dios quiere que pensemos en Su reputación, que pensemos en no tomar Su nombre en vano, es porque Él es nuestro guía. En el libro del profeta Ezequiel 48:35 leemos la palabra Jehová-Sama, la misma nos habla de Su presencia, y quiere decir Jehová está ahí. No tomarás el nombre de Jehová en vano porque Él es omnipresente, El está presente en todas las circunstancias de nuestra vida.

11. También podemos ver que en Génesis 22:14 Dios quiere que observemos el carácter de la obra del Señor y el porqué no debo de tomarlo en vano. Leamos : “Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto”. Jehová proveerá- Jehová Jire ¿Por qué? Porque Él es el que provee para nuestras vidas.

12. En el libro de Jueces 24:6 encontramos el nombre de Jehová asociado a un adjetivo que forma parte de ese nombre. “Y edificó allí Gedeón altar a Jehová y lo llamó Jehová-Salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas”. Esto significa Jehová es paz.

13. Lo que hemos podido ver a través de estos pasajes, es el carácter de Dios, reflejado por medio de sus diferentes nombres, y lo que Dios quiere que practiquemos, es que usemos o aprovechemos los diferentes aspectos de Su persona.

14. Pero si fracasamos en desmerecer lo que Dios significa para nosotros, si fracasamos en el respeto a ese Dios que se presenta majestuoso en Éxodo 20, estamos fracasando en la importancia del tercer mandamiento. Si leemos “No tomarás el nombre de Jehová en vano”, podríamos traducir esta expresión de cuatro maneras diferentes:



  • No tomarás el nombre de nuestro Guía en vano.



  • No tomarás el nombre de nuestro Dios omnipresente en vano.



  • No tomarás el nombre de aquel que provee para nuestras necesidades en vano.



  • No tomarás en vano, el nombre de Aquel que es nuestra paz.


15. Todos los nombres de Dios revelan algo sobre él y nosotros deberíamos honrarlo tomando en consideración todos sus nombres. Hemos considerado los nombres Jehová Rohi, Jehová Sama, Jehová Salom, pero también están nombres como Elohim, El Elyon, Dios de los Ejércitos. Padre, Hijo, Espíritu Santo, Alfa y Omega, Anciano de Días, Consolador, Todopoderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz, Rey de reyes y Señor de señores, etc.

16. Preguntémonos: ¿en un caso de necesidad, a quién vamos en busca de paz? ¿En un caso de angustia a quién acudimos? ¿Si necesitamos el consuelo que solo Dios puede dar, a quién recurrimos? Este es el Dios de la Biblia que quiere que guardemos celosamente el significado de su verdadero carácter. El tercer mandamiento nos habla que por medio de Su carácter, Él quiere bendecirnos.

II. La violación del mandamiento

1. ¿Cómo una persona viola este mandamiento? Yo pienso que hay varias maneras de violarlo. Todo lo que nuestra mente conciba de Dios, todo lo que nuestra lengua pronuncie, debería manifestar su excelencia, igualar la altura de su nombre sagrado y servir para glorificar su grandeza

2. Les voy a dar tres maneras en las que una persona viola este mandamiento que nos habla de no tomar el nombre de Jehová en vano, el carácter de Jehová en vano.



  1. Profanando el nombre de Jehová.



  2. Teniendo frivolidad en lo que respecta al nombre de Jehová.



  3. Siendo cristianos de una doble vida, tal cosa sería una violación directa del tercer mandamiento.


3. Profanando el nombre de Jehová, ¿Qué quiere decir esto? profanar, es el uso del nombre de Dios, sin creer en Él. Hay muchas personas que tienen el nombre de Dios, o Jesús a flor de labios, pero tales personas no creen en Jesús. Tal hecho es profanar, porque es usar el nombre de Jesús sin creer en Él, y esto lo hacen muchas veces aquellos que son incrédulos, los que no creen en Dios, hacen uso del nombre de Dios, como si fuera una cosa común, sin importancia. Cuando tal persona hace eso está profanando el nombre de Dios y consecuentemente violando el tercer mandamiento.

4. Pero también encontramos la frivolidad, ¿Qué es esto? utilizar el nombre de Dios en bromas, en cuentos verdes o de otro color, o muchas veces queremos impresionar a la gente utilizando el nombre de Dios, por ejemplo diciendo: Hice tal cosa o tal otra y Dios me ayudó al hacerlo, cuando realmente no fue cierto. Y hay muchos creyentes que incurren en este error, más de una vez.

5. Y finalmente, la hipocresía, ¿Qué es hipocresía? Al mirar Lucas 6:46 “¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo?” Nos damos cuenta que hay una hipocresía mayor de la que podemos imaginar entre aquellos que se llaman cristianos.

6. No debemos con imprudencia y perversamente abusar de su Santa Palabra, ya sea por ambición, codicia, entretenimiento, sino que como portadores de la dignidad de su nombre, siempre deberíamos ser honrados y ser apreciados por los demás por nuestro estilo de vida.

7. Nuestras acciones importan tanto como nuestras palabras. Siempre voy a insistir en esto. Siempre que nuestra conducta no se coherente con nuestra profesión de fe cristiana, aunque sea una profesión muy ortodoxa, estamos deshonrando a Dios. Nuestras acciones deben santificar su nombre.

8. Permítanme darles una síntesis de lo que la hipocresía del cristiano realmente es: Es creer sin obedecer, eso es ser hipócrita; adorar y ser rebelde; orar y no practicar lo que oramos ¿Se dan cuenta? ¿Realmente nos damos cuenta?

9. El cristiano que vive así puede darse por inocente, pero Dios no le dará por inocente y un día dará cuenta conforme a lo que dice Hebreos 10:31 “¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo!”

10. La violación de este tercer mandamiento se puede producir por profanidad, usando el nombre de Dios sin creer en Él; por frivolidad, que es usar el nombre de Dios en bromas, o dar testimonio de que Dios hizo esto o aquello sin que Dios lo haya hecho; o siendo un hipócrita, que es creer sin obedecer, adorar y ser rebelde, orar y no practicar.

III. El cumplimiento del mandamiento

1. Vamos a hablar del cumplimiento del mismo. ¿Cómo podemos vivir cumpliendo este mandamiento que dice que no tomemos el nombre de Jehová en vano? El nombre de Dios está expresado claramente en la persona de Cristo.

2. En Colosenses 2:9-10 Pablo nos da la información de como podemos vivir cumpliendo este mandamiento “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. Podemos ver en esta declaración de Pablo, que todos los atributos, relacionados a la Deidad del Padre, son atributos personales de su Hijo Jesús también.

3. Por eso Hechos 4:12 nos dice “que no nos ha sido dado otro nombre debajo del cielo en el que podamos ser salvos”. En el Salmo 23 vimos a Jehová como nuestro pastor, y en Juan 10:10 Jesús dice: “Yo soy el buen pastor”.

4. Cuando leemos que Jehová es omnipresente, en Hebreos 13:5 podemos ver que esta es una realidad, pues es una de las características divinas en la persona de Jesús. leemos: “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”.

5. Notamos que Su presencia es completa, que Él está junto a nosotros permanentemente. Tenemos aquí el cumplimiento de tal mandamiento. Consecuentemente debemos evitar de tomar el nombre de Jehová en vano. La Escritura no solo nos está hablando de Dios el Padre, pero nos está hablando que ese Dios Padre como lo revela Colosenses 2:9, vive enteramente en la persona del Hijo.

6. Y como cada cristiano lleva sobre sí el nombre de Cristo, dice la Biblia que, cada uno de nosotros llevamos la marca de la divinidad, el sello de cristianos, porque hemos creído en Cristo Jesús como nuestro Salvador personal.

Conclusión

1. Piensen en esto: llevamos sobre nosotros el nombre de Dios, la marca de Dios. Permítame preguntarle ¿Podrá ser cierto de que usted y yo en forma descuidada quizás, en forma no intencionada, pero de cualquier manera en una forma u otra estemos violando este mandamiento?

2. ¿Podría ser cierto que lo estemos profanando, porque usamos el nombre de Dios y no creemos en Él, podría ser que usemos el nombre de Dios en bromas, o podría ser que creemos sin obedecer, que adoremos y seamos rebeldes, que oremos y no practicamos?

3. Hermanos, hermanas, cualquiera sea su situación, yo le pido que se arrepienta en esta hora, que vuelva a Dios, y que diga: “Señor, perdón por tomar tu nombre en vano, de ahora en adelante como cristiano he de honrar el carácter de la persona de la cual he sido investido”.