Real sacerdocio
Isaías 29; 1 Pedro 2:4-10
Isaías fue levantado por la condición deplorable que prevalecía en Jerusalén, reino del Sur. Al hablar a la Capital de Judá, se sobre entendía que estaba hablando al reino entero del Sur. La palabra declarada por el profeta Isaías tiene una ubicación tanto generalizada para el pueblo, como selectiva para con los lideres religiosos que estaban inmiscuidos también en la política de su pueblo. Desde la división que sufrió Israel, Judá se caracterizó por ser mas considerado a la voz de Dios, por otro lado el Reino de Israel se caracterizó por su alta idolatría y prevaricación de sus Reyes, atendiendo el pasaje en consideración Dios buscaba que Judá aprendiera de la catástrofe que experimentaría Israel por su mal proceder delante de Dios, si embargo Judá también se vio inmiscuido en una decadencia espiritual como dijimos anteriormente, generalizada entre lideres y el pueblo.
La escritura establece ciertas reglas que se cumplen. Se presenta primeramente una advertencia y posteriormente… un juicio. Antes del juicio se presenta una amonestación; y cuando analizamos el contexto encontramos precisamente que capitulo 28 presenta amonestación y condenación para el pueblo. Sin embargo después de la condenación, también encontramos que en Dios jamás dejan de existir evidencias de restauración, y Siempre que aparece la condenación le acompaña la salvación o la restauración. De tal manera que, en el contexto que precede al juicio, aparece la amonestación y en el contexto siguiente aparece la restauración.
Ese es nuestro Dios, su carácter SIEMPRE se distingue por su amor y su misericordia a su pueblo; hoy por hoy, tú y yo somos testimonio vivo de su Gracia- como Iglesia podemos afirmar que estos tiempos son tiempos peligrosos en los que el mundo esta inmerso en el pecado, la sociedad yace en el suelo a causa del pecado. ¡ pero a Dios gracias! ! ¡Que donde abunda el pecado sobreabunda su gracia!! Ahora; hemos de notar que en el capitulo 28 [versículo 14] se encuentra remarcada la amonestación. Y es cuando ésta amonestación se ignora que posteriormente encontramos como se desencadena el juicio (29) Quisiera dirigir principalmente mi atención a los Líderes religiosos, en ellos encontramos una decadencia y una ruina espiritual en grande magnitud. Faltos en Discernimiento, hipócritas y burladores OCUPANDO EL JUICIO (29) Sus sacerdotes estaban envueltos en el mismo circulo de pecado, toda intención de ofrecer sacrificios y ofrendas le era abominación a Dios. [Isaías 1.11 en adelante.]
La condición en la que se presentaban a Dios era inaceptable, Dios les enseñaría que ahora ellos serían puestos como sacrificio, el pueblo sería el altar donde se quema la ofrenda por medio del fuego, fuego divino, fuego de juicio. Los ayes que aparecen, son el sinónimo de que pronto se experimentará dolor, sufrimiento, angustia, un “JUICIO INEVITABLE” ¿PERO A DONDE ME DIRIJO CON TODO ESTO? Cuando nos adentrémonos al escenario del capitulo 29 resaltan las actividades propias del sacerdocio del antiguo pacto. Un altar, Una ofrenda, Fuego, Un sacerdocio Isaías 29. Declara- ¡Ay de Ariel, de Ariel, ciudad donde habito David! ARIEL. Es un Nombre poético de Jerusalén, El nombre de Ariel se relaciona con el altar de Dios, Ezequiel 43.15,16 nos describe que es la parte superior del altar, Ariel el brasero. [Ariel] Que significa el Monte de Dios en forma simbólica hace referencia a Jerusalén. Así desde esta perspectiva, podemos entender a Jerusalén como el lugar donde se quema sacrificios. Entonces Jerusalén sería como Ariel pues es Jehová quien la visitaría con fuego consumidor. ¡Ay de Ariel, de Ariel, ciudad donde habito David! (“Pondré a Ariel en apretura [opresión del enemigo] y será desconsolada y triste y será a mí como Ariel.)
Conocemos que el sacerdocio levítico del antiguo pacto fue anulado por el sacrificio único y perfecto de Cristo, donde el se estableció como nuestro Sumo Sacerdote. Ciertamente las condiciones en las que se levantó Isaías son únicas de aquella época, cultura, pueblo; pero seguro estamos que su palabra sigue siendo relévate a nuestra época, cultura y nación porque ella es viva, ella sigue siendo eficaz, fresca para nuestros corazones y es ésta misma palabra la que nos constituye a ti y a mí como su real sacerdocio, su pueblo escogido, su nación santa, su Jerusalén espiritual. Hoy que nos encontramos en la dispensación de la gracia, y que nos encontramos no envueltos de símbolos y figuras, sino en el tiempo de su manifestación, es menester atender urgentemente el llamado que Dios a través de su Espíritu da a su Iglesia. Hoy deseo que identifiquemos la condición en la que nos encontramos delante de Dios, aquel sacerdocio levítico quedó en el tiempo de la Ley, el pacto antiguo se anuló y en Cristo se ha establecido un pacto superior al antiguo, aquel tenía ciertamente sus deficiencias, aquel que no fue guardado con fidelidad y tampoco fue cumplido por los hombres, ha sido anulado y reemplazado por uno nuevo, en aquel no existía acceso directo a Dios, pero hoy Cristo portador y realizador de un nuevo pacto, nos abrió el camino, aquel velo antiguo se partió en dos para allegarnos ante él, como sacerdotes reales, con su propia sangre este nuevo pacto se ha cumplido, porque ha sido constituido ya no solo como Sumo Sacerdote, sino también como sacrificio, Jesucristo ha sido perfectamente calificado, Aprobado, perfecto y sin mancha. 1 Pedro 2.5 <<Porque tal Sumo Sacerdote Nos convenía, Santo, Inocente, sin mancha, apartado de los pecadores y hecho mas sublime que los cielos; porque no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre>> El verso 15 del capitulo 28 nos presenta como el pueblo desecha a Dios haciendo pacto con Egipto, en vez de confiar en su Dios depositaron su confianza en el hombre. Pero por otro lado el verso 16 del capitulo 28, nos presenta como Dios establece un pacto en el que ya no solo ellos serían su pueblo, el establecería salvación universal, de Sión saldría esa piedra escogida, esa piedra que ellos desecharon para nosotros sería aceptada. Aquella piedra escogida de la cual habla Isaías, el Apóstol Pedro la ubica en la persona de Jesucristo y nos dice: <<He aquí pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que Creyere en Él [Cristo] no será avergonzado.
Para ustedes pues los que creen [la iglesia], Cristo es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo >> La escritura nos declara como, el sacerdocio levítico presentaba sacrificio a Dios desde un monte alto, y el altar tenía que ser edificado con piedras y posteriormente sobre las mismas quemar la ofrenda. Sin embargo ahora desde la perspectiva de la Gracia, nosotros somos colocados ya no solo como sacerdocio espiritual, sino que también somos las piedras del altar y además la ofrenda a Dios. Cristo a sido constituido Sumo Sacerdote, Principal piedra del Angulo y ofrenda de Expiación. De allí que nosotros tengamos que ser edificados como piedras vivas sobre esa piedra angular, el fundamento es lo mas importante para edificar, el cimiento es Cristo y para que en altar de Dios el fuego este encendido nosotros tenemos que ser edificados sobre el fundamento que es Cristo. Solo cuando logremos edificarnos sobre el como piedra angular lograremos ser aceptos ante nuestro Padre (sacerdocio aceptable).
No podemos olvidar la declaración que Cristo hizo a Pedro, ustedes son la ! piedras y sobre mi, que soy la roca, la peña, el cimiento estable, la piedra angular, el fundamento, es que ustedes deben ser edificados. El apóstol Pablo al respecto nos menciona que solo Cristo es el fundamento de la Iglesia. Pero ¿dónde es que buscas ser edificado? Necesariamente para edificar un altar tienes que subir al monte. Al [Ariel] – el Monte de Dios ¿Recuerdas a Abraham? Abraham subió al monte en angustia, confundido, con dolor en el corazón pero en la voluntad de Dios. Era menester subir en consagración y subir limpio y sin mentira, al cuestionarle Isaac sobre el cordero solo se guardó en decirle: hijo “Dios proveerá” . Subir al monte no es nada sencillo, quizá al igual que Abraham subamos confundidos y con el corazón quebrado de dolor y angustia, ¡adelante! no desmayes en subir, existe un propósito detrás de la densa oscuridad, sube al monte, lucha por subir el monte, cuando llegues a la cima y no puedas mas solo ríndete ante él, será necesario que llegues sin fuerzas para que entonces no seas tu quien edifique el altar, será su Espíritu quien te tomará, él sabrá como edificar, el pondrá las piedras necesarias, porque en nuestra debilidad es que Él y solo Él se hace fuerte. Te aseguro que después de ello, bajaras investido de su poder, su unción, respaldo, gracia. Abraham bajó del monte con regocijo, fortalecido y sobre todo en la voluntad de Dios. Moisés bajó irradiando su gloria. ¿Quieres un ministerio de poder? ¿Buscas dones? Subirás ciertamente luchando, pero descenderás en victoria ¡! Éxodo 24:12
Es solo cuando nos encontramos en la peña del monte que encontramos revelaciones, es allí donde se manifiestan las visiones, es arriba donde escuchamos su palabra, las más altas revelaciones, las más gloriosas visiones se tienen sobre un monte. El Señor se transfiguró en un monte. Desde un monte ascendió a los cielos. El Espíritu llevó a Ezequiel y a Juan en Patmos sobre un monte alto para mostrarles la Santa Ciudad, Súbete al monte, lucha un momento, sube primero, cuando camines a solas y busques madera, empezaras a entrar al canal de bendición, a solas con el Señor, el te confrontara, tratará contigo personalmente, para descender con autoridad, para descender con unción, con respaldo, con revelación, sube primero para que desciendas en victoria. [Éxodo 32:15]
CONCLUSIÓN
Así que invalido sería considerarnos sacerdotes espirituales sin antes edificarnos en Cristo, Invalido es argumentar ser sacerdocio, sin antes ofrecernos como sacrificio vivo. Arriba, en el monte de la oración es que podremos presentarnos como ofrenda viva, agradable a Dios.