Jehová es tu guardador
“Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.” Números 6:24-26.
Este es un texto maravilloso a través del cual podemos ser bendecidos. La vida no siempre nos presenta momentos de dicha, a veces también nos da momentos de dificultades, pero no hay nada más hermoso que el contar con la bendición de Jehová, porque es a través de su bendición que podemos vivir cada momento confiados y seguros. Dios ha tenido a bien bendecidnos y tener misericordia de nosotros porque Él nos ama con amor genuino y eterno.
La Biblia lo declara así en Jeremías 31:3 “Jehová se manifestó a mi hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. Hermano(a) nunca te olvides del amor y la protección que Dios tiene para ti. El salmista lo entendía muy bien por eso expresaba con vehemencia, “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida ¿de quién he de atemorizarme? Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado” Salmos 27:1,3. “No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” Salmos 121: 3, 5, 7, 8.
Recuerda que si eres obediente a Dios, no habrá maldición alguna en tu vida porque Dios ha prometido bendecir a sus hijos fieles. No des lugar a la duda ni a la desconfianza en tu corazón. No permitas que las situaciones difíciles que te presente la vida dañen tu fe en Dios. Nunca debes llegar a pensar que tu Salvador duerme cuando estás en apuros.
La Biblia declara en Salmos 11:4 “Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. ¡Qué bendición saber que los ojos de Dios nos observan!. No podemos escondernos nunca de Dios porque adondequiera que nos encontremos sus ojos nos estarán viendo y examinando.
DIOS LES BENDIGA.