Al amparo de la Roca

Al amparo de la Roca


Salmo 91:1-2 


INTRODUCCIÓN


Hace unas pocas semanas dieron una noticia que acaparo los medios de comunicación: habían encontrado al que fue presidente de Irak Sadam Hussein. Este hombre, al cual el pueblo de Irak le confió laguna vez el futuro de una de las naciones petroleras mas ricas del mundo, se había escondido por largos meses y no podían encontrarlo. 




  • Como hombres, queremos protegernos y cuidarnos, nosotros mismos. 



  • Muchos quizás pensaron en un escondite secreto, con todo su poder y dinero. 



  • Lo encontraron en una choza, en un cuartito pequeño sin ningún lujo. Terminaron encontrándole y ahora esta recibiendo el fruto de sus fechorías. 



  • ¿A dónde puede acudir un hombre para buscar protección? 



  • ¿A dónde puede ir un hombre para buscar esconderse? A Ninguna parte. Dios es el único que puede darnos protección. Amen. 


No se trata de contratar muchos hombres que nos cuiden. No se trata de traer un ejército resguardando nuestras vidas. Se trata de Santidad. El único lugar en donde se puede estar realmente seguro es en Dios. Les pregunte a los niños el miércoles en el discipulado. ¿Qué es lo que te ha causado más miedo? Y hermanos que inteligentes son los niños, sus respuestas nos dejaron maravillados. Pero les dijo una cosa: Cada respuesta, si yo les preguntaba, ¿sentirías miedo si tu papa te estuviera abrazando? No, porque en los brazos de papa se sienten seguros. Pero déjeme decirle una cosa: Les dije que los adultos también sentimos miedo por alguna circunstancia. Yo no se usted, pero estoy seguro que muchos de nosotros hemos pasado o quizás estamos pasando situaciones que nos llevan a sentir miedo en nuestras vidas. No les voy a preguntar a cada uno esta noche, pero permítame decirle esto: Cualquier cosa por la que usted haya pasado, o este pasando: Imagine la situación, ahí esta usted bajo circunstancias muy difíciles, pero tras de usted esta Jesús que le rodea con sus brazos. ¿Seguiría teniendo miedo? Amen. Porque vivimos bajo el amparo de la roca que es Cristo. Amen. 


Usted que lucha en la vida, usted que enfrenta tormentas, usted que se siente enfermo: ¡¡Aprenda de memoria este Salmo!! “El que habita al abrigo del Altísimo morara bajo la sombra del Omnipotente, Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.” Salmo 91:1-2. Esta noche tan hermosa, Dios quiere decirle a su corazón que el es la roca de su salvación. Esta noche Jesús quiere que usted sienta que el le esta abrazando fuertemente y que le sostiene firmemente. Oremos. 


I. EL QUE HABITA AL ABRIGO DE DIOS. Salmo 91:1-2. 


V.1-2. En este texto se encuentra basado el himno #220. El que habita al abrigo de Dios… en estos textos encontramos que estamos seguros bajo la protección de Dios. De aquí nace una gran verdad: Todos los que viven una vida de comunión con Dios, están continuamente a salvo bajo su protección. 


1. Vivir bajo la sombra protectora y de amor de Dios. 


Unas jóvenes que en la ciudad de Praga eran perseguidas por la policía, dieron vuelta en una calle oscura y se acurrucaron en las maletas llenas de Biblia que llevaban, horas pasaron y aunque la policía estuvo a solo 5 metros nunca las enconaron. Dios puso su sombra protectora para que ellos no las pudieron ver, cuando al fin quedaron solas y el peligro había pasado, se dieron cuenta de que estaban perdidas. Entonces paso un niño corriendo y el Espíritu Santo les impulso a seguirlo, llegaron a una casa donde la familia las invito a pasar y recibió las Biblia con gozo. Habían completado sui misión. Estaban llenas de terror, en Praga es delito de muerte distribuir las Biblia pero ellas confiaron en Dios hasta completar su misión. ¿Cómo respondes tu cuando tienes temor? Memoriza este salmo y usalo para vencer el temor. Amen. 


2. Vivir felices porque Ángeles guardan nuestra salud y nuestro camino.


No se usted pero los cristianos debemos experimentar un gozo porque tenemos a Cristo. Amen. El nos cuida, el nos dirige, el nos protege. Usted debe mostrar a la gente que su nueva vida en Cristo es causa de gozo. Cante usted en su casa, salga silbando a su trabajo, muestre la sonrisa en sus labios. ¡Que bendición ser cristiano! Vivir bajo la sombra de Dios y tener Ángeles que guardan nuestro camino. En el año 95, venia con mi familia de un viaje de trabajo desde los Estados Unidos, habíamos orado esa mañana para recibir el cuidado de Dios, y muy temprano partimos de Ensenada hacia La Paz, había pasado apenas como hora y media…. No se usted, pero yo puedo testificar del cuidado de Dios para mi vida y la de mi familia en innumerables ocasiones. Mis hijos con temperaturas muy altas, y Dios restableciendo su salud. Por eso le servimos, por eso vivimos gozosos en su Palabra. 


3. Vivir seguros para siempre, sin miedo a la muerte. V.2. 


Dios es nuestra esperanza, nuestra fortaleza, castillo es un sinónimo de fortaleza, de seguridad, estaban diseñados para que nadie pudiera traspasarlos. Usted debe compartir a otros las experiencias que Dios le ha dado y testificar sobre la seguridad de la vida eterna. Usted debe predicar de la palabra de Dios con sus amigos y compañeros de trabajo, la palabra de Dios nunca vuelve vacía, amen, se deja sembrada la semilla y un día vendrá la cosecha. Usted debe hablar a otros que no tiene miedo a la muerte porque en Cristo tenemos vida eterna. Cuando el cristiano muere solo ha subido mas arriba, solo ha dejado esta casa de barro para subir a la mansión celestial e inmortal donde el pecado no entrara mas, donde ya no habrá más lagrimas y no habrá mas llanto, ni enfermedad. Nos e canse de hablar de Cristo a los demás, todos necesitan del evangelio.


Necesitamos recuperar a la Paz para Cristo y esa es nuestra visión, amen,. Hablar de Cristo testificando lo que ha hecho en nuestras propias vidas y déjeme decirle una cosa: Si usted no tiene que testificar, no predique la palabra. Si usted no ha recibido bendiciones de Dios, no predique a Dios. Porque Dios es un Dios que nos ha abierto las ventanas de los cielos y ha derramado bendiciones abundantes sobre nosotros. Amen. Hable eso a los demás. Hable lo que Cristo ha hecho con usted. 


Un joven que se había criado ateo, estaba tratando de convertirse en un clavadista olímpico. La única influencia religiosa en su vida venía de un amigo cristiano que siempre le estaba predicando. El joven clavadista nunca realmente le prestaba atención a los sermones de su amigo, pero los escuchaba seguido. Una noche el clavadista entró a la alberca que estaba dentro del colegio donde asistía. Todas las luces estaban apagadas, pero el edificio tenía grandes ventanas en el techo y la luna estaba brillando, había suficiente luz para poder practicar. El joven se subió al trampolín más alta y al voltearse de espaldas hacia la alberca, en la orilla de la tabla, y extendiendo sus brazos hacia afuera, observó su sombra en la pared, la sombrea de su cuerpo, estaba en forma de cruz, en vez de echarse el clavado se arrodilló y finalmente le pidió a Dios que entrara en su vida. Mientras este joven estaba allí, una persona de mantenimiento entró y encendió las luces. El agua de la alberca había sido drenada para hacer algunas reparaciones. Mis hermanos amados, vivir al Abrigo de Dios debe ser siempre nuestro anhelo, nuestro deseo. Vivamos bajo la sombra del Omnipotente, digamos al Señor en esta noche: “Esperanza mía, y castillo mío, Mi Dios, mi único Dios, en quien confiaré.” Amen. 


II. AL AMPARO DE LA ROCA Salmo 91:1-2 


En uno de los viajes que el Señor me ha permitido hacer a Los Ángeles, me encontraba en el aeropuerto, el avión debía salir a las 7:45 de la mañana, pero una lluvia abrazaba la ciudad desde la madrugada y se veía todo muy oscuro; las nubes cerradas y las autoridades no daban la orden de partida por el mal tiempo. [A veces cuando los aviones se retrasan nos molestamos pero no nos damos cuenta que es por nuestra seguridad], bueno yo veía las nubes y la lluvia y lo menos que quería era que saliéramos en medio de la tempestad. Peor al cabo de una hora, y aunque la lluvia aparentemente no bajaba, nos indicaron que ya debíamos abordar y aunque con reservas, uno dice, pues ellos saben lo mejor para nosotros.


Sabe una cosa, Dios sabe que es lo mejor para sus hijos. Amen. Bueno, el avión carreteo y abrochados fuertemente de los cinturones, empezó a deslizarse para el despegue, todos nos encomendamos a Dios sin decir nada pero seguramente con cierto temor. Tuve tiempo de tomar mi reloj y contar un minuto y cincuenta segundos después de haber despegado, para observar un panorama completamente diferente. Un cielo perfectamente azul y un sol brillante, el avión majestuoso seguía tomando altura en un vuelo sereno y tranquilo. Dice el canto: aunque ruga la tormenta de mi vida en derredor, que cosa: al amparo de la roca, salvo estoy. Amen. A veces la vida es así, se puede presentar sombría, llenas de nubes y tormentas, pero en Cristo, atrás de esas tormentas siempre habrá un cielo azul y un sol brillante que nos ampare. Amen. Toda nube negra, todo conflicto, toda enfermedad, solo son temporales. Toda aflicción, toda situación difícil, todo dolor, puede ser muy fuerte, pero bajo el amparo de la roca, pronto se convertirán en la luz maravillosa de Dios y la belleza de la vida en Cristo, que esas si permanecen parea siempre. ¿Por qué situación difícil esta pasando su vida? ¿Por qué nubes negras o enfermedades atraviesa usted en esta noche? ¿Qué es lo que ve usted a su alrededor que le hace tener temor? Quizás usted necesita consuelo en esta noche, piádselo a Cristo. Las águilas hacen sus nidos en lo alto de la roca, ahí, sus crías no corren peligro de las aves de rapiña, ahí, no pueden ser molestadas por el hombre. 


Acérquese ala roca que es Cristo el Señor. “El que habita al abrigo del Altísimo morara bajo la sombra del Omnipotente, Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.” Salmo 91:1-2. El único lugar en donde se puede estar realmente seguro es en Dios. Imagine usted su situación, imagine que es difícil, pero imagine también que en esa situación y siempre: Jesús esta atrás de usted y le rodea con sus brazos protectores. Usted que lucha en la vida, usted que enfrenta tormentas, usted que se siente enfermo: ¡¡Aprenda de memoria este Salmo!! “El que habita al abrigo del Altísimo morara bajo la sombra del Omnipotente, Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.” Salmo 91:1-2. 


¿Tiene usted cargas difíciles en esta noche?, usted solo no puede llevarlas pero Jesús quiere llevarlas por usted. ¿Quiere dejarlas al Señor en esta noche? ¿Quiere decirle al Señor que usted esta bajo su amparo? Oremos.