No soltarse de Dios jamás
Génesis 32:22-32 – Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. 23Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía. 24Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. 25Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. 26Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. 27Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. 28Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. 29Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. 30Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. 31Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera. 32Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.
Introducción:
Que el señor de paz nos bendiga, que su santa presencia pueda estar con nosotros esta noche, y sé que está en medio de nosotros, dado que su palabra lo avala diciendo, que donde dos o tres congregados en mi nombre en medio de ellos yo estaré, quiero compartir con ustedes el mensaje que lleva por titulo “No soltarse de Dios jamás”, cuando conocimos al señor y pudimos darnos cuenta de nuestro grave error de no haberle conocido antes, muchas veces lloramos por el tiempo perdido y le dijimos que le serviríamos hasta la muerte, no importando lo que tenga que pasar, te serviré mi señor cueste lo que cueste, lo mismo le ocurrió al apóstol Pedro cuando le dijo que iría con él hasta la muerte y el señor le respondió que le negaría tres veces antes que cantara el gallo, porque el conoce nuestro pasado, presente y futuro, todo esta en sus manos como el hacer y el querer, otros que nacimos en cuna de oro, es decir, nacimos en el evangelio no pudimos darnos cuenta de lo que caminábamos sin antes de tener un encuentro personal con Cristo, cuando lo tuvimos hicimos la misma promesa antes Dios que le serviríamos hasta la muerte, lo mismo ocurrió con este varón llamado Jacob al tener el encuentro con él, que cuando estaba huyendo de su hermano Esaú y en Bet-el se coloca a dormir donde su cabecera fue una piedra y tuvo un sueño que veía una escalera que llegaba al cielo donde subían y bajaban Ángeles y arriba de aquella escalera estaba Jehová y escucho una voz que le decía Yo soy el Dios de tus padres Abraham , Isaac e hizo Jacob con él un compromiso que si le bendecía, él le daría el diezmo de todo lo que ganare, cuantos han tenido ese encuentro.
Sin embargo al pasar los años esta promesa pareciera que quedó en el pasado, y esto empezó a ocurrir cuando empezamos a mirar las flaquezas de nuestros hermanos, entre ellos las de los predicadores, y dijimos quienes son éstos que me vienen a enseñar la palabra de Dios, si yo conozco de donde son y los errores que han cometido, y nos olvidamos lo que dijo Cristo “miradme a mi todos los términos de la tierra y seréis salvos”, nos olvidamos que al que debemos de mirar siempre es a Cristo y no a su hermano predicador, por tanto hermano debemos de tener claro estos conceptos cristianos de mirar siempre a Cristo, así le ocurrió al apóstol Pedro cuando vio a Jesús venir en las aguas y le dijo si tu eres haz que yo vaya también y Jesús le respondió ven, donde Pedro el apóstol, camino sobre las aguas mientras miraba a Cristo caminaba y no se hundía pero miro a su alrededor y que paso, se hundió, luego exclamo sálvame Jesús, donde el maestro extendió su mano y le incorporó, diciéndole porque dudaste, Así que amados hermanos al que debemos de amar y mirar es a Cristo, Cristo, Cristo porque con el hicimos nuestro compromiso, luego con el debemos estar subyugado, con el debemos estar pegado y ojala con neopren, la gotita, cola fría, con silicona, con todo porque separado de él nada podemos hacer, dijo Cristo sin mi nada podéis hacer, nada, nada, por tanto hermanos no debemos de soltarnos de Dios jamás, jamás, jamás.
Mensaje
Aquí encontramos a este varón llamado Jacob, que significa engañador, cuyo nombre fue colocado cuando Rebeca la madre de Jacob estaba embarazada de su marido Isaac hijo de Abraham, ella era estéril y Dios le habré la matriz a Rebeca, la que trae en su vientre gemelos donde el primogénito el que nacía primero de acuerdo a la ley de Dios era el que llevaba la bendición, solo el mayor y no el menor, Esaú era el primogénito y Jacob el menor, al nacer tomo del calcañal a Esaú, quiso salir primero, quería suplantarlo, por eso el nombre de Jacob significa engañador, suplantador y debería servir a su hermano, Esaú era velludo y hombre de campo no así Jacob quien era de casa, en una oportunidad Esaú cansado por el trabajo del campo llego donde Jacob quien tenia un plato de lenteja y vendió su primogenitura por la comida, rechazó la bendición de Dios, rechazo ser el primero por un plato de comida, cuantos le ha pasado que por otra actividad a realizar han rechazado la bendición de Dios, ya sea un nombramiento, una ocupación en la obra de Dios, ya sea de visitador, luego hermano cuando el té nombre no rechaces donde el té coloque acepta su bendición y no hagas como Esaú.
Estando de edad avanzada su padre Isaac y un poco ciego llama a Esaú ara que le preparara un guiso del campo porque le iba a bendecir, escucho su madre Rebeca quien amaba mas a Jacob, diciéndole que ella prepararía el plato que le gusta su padre y el se haría pasar por su hermano, quien tuvo que colocarse la ropa de su hermano para oler a olor de campo y vello de lana de oveja para parecer velludo, así lo hicieron y engañaron a Isaac quien bendijo a Jacob y no a Esaú, cuando llego su hermano y se entero de lo ocurrido lo único que quería era matar a su hermano por robarle la primogenitura, prometiendo vengarse cuando su padre falleciera, luego su madre al escuchar el plan de su hijo Esau envió a Jacob a casa de su hermano labac, tubo que huir de la presencia de Esaú sirviendo en casa de su tío como pastor de ovejas por veinte años y luego al querer volver a donde su padre, tenia que encontrase con su hermano y a modo de calmar su ira, envió presentes, trato de comprar su enojo y en esta huida se encontró solo y frente a un ángel, cuando uno esta solo con el señor ocurren cosas maravillosas, en la soledad de nuestra vida se producen las cosas mas hermosas, cuando estamos frente al señor solo él y yo, lo mismo hacia el maestro cuando muy de mañana solía ir a orar a un monte, para estar a sola con su padre, donde ángeles le reconfortaban, luego en la soledad de nuestro cuarto, living y porque no en el auto, Dios muestra su amor al consolarnos y darnos nuevas fuerzas.
Jacob lucho toda noche con él y le decía suéltame que viene el alba y Jacob respondía no te suelto hasta que me bendiga, suéltame, no te suelto hasta que me bendigas, el carácter del cristiano se fortalece en medio de dificultad, cuando somos probados, cuando estamos en medio de algún problema, donde decimos no hay solución, no hay esperanza, esta todo acabado, no le vemos salida al problema, es ese entonces que nuestros músculos espirituales se fortalecen en medio de la prueba y Jacob persistió en pedirle a aquel varón que lo bendijera, hubo perseverancia, porque cuando se persevera es cuando se logra la bendición, no es cuando uno quiere sino cuando Dios quiere, pero hay que ser constantes en la oraciones, el mismo apóstol escribió en Romanos 12:12 sed constantes en la oración, siempre debemos estar orando por aquella petición no contestada, debemos perseverar para que Dios saque esa petición de la oficina de parte de Dios y dija ahora voy hacer justicia a mi hijo que tanto tiempo a pedido y llegará la respuesta, aunque se tarde un poco, tú espera porque tu respuesta vendrá y no tardará , pero debemos ser constante como lo hizo el siervo Jacob, quien no se soltó de ángel hasta recibir su bendición porque se decía así mismo cuando me encuentre con mi hermano este me hará triza, pero si estoy pegado a ti soy mas que vencedor, todo lo puedo el Cristo que me fortalece, sólo no puedo, fue como el hijo menor de la parábola del hijo prodigo quien creía que solo podría sobrevivir y se dio cuenta que sin la ayuda de su padre nada podía hacer, por tanto hermano no te sueltes de Cristo, no te sueltes jamás de él, sino que pegadito a él permanece, porque separado de él nada podemos hacer, fue larga la lucha hasta que le bendijo el ángel, y cual fue su bendición la cojera, cuando lo ve su hermano Esaú venir hacia él cojeando, seguramente sintió lastima y su rabia, su enojo se fue, quien abrazó a su hermano y juntos lloraron, y le perdonó.
Conclusión:
Luego amados hermano que nos deja este episodio como enseñanza que debemos de abrazarnos fuerte a nuestro amado señor y no soltarnos jamás, pase las penas del tacho o no, sino firme con Cristo, ahora que estamos iniciando este año 2003, abracemos con el primeramente y digámosle no te soltaré cueste lo que cueste, no te soltaré, seguiré firme contigo, aunque me traten de loco, de rayado, de fanático, yo seguiré firme contigo mi Señor y salvador, amén y amén.
Para el Rey de Reyes, para el Dios Inmortal, Invisible, y único sabio Dios, sea todo honor y gloria por los siglos de los siglos, amén y amén.